Menso - LarryStylinson

14. Hasta la eternidad

Me envolvió en un abrazo y yo miré por en cima de su hombro, deseando que Louis no regresara a buscarme.

--Te hemos estado buscando por todos lados ¿donde te metiste? ¿porque huiste de la escuela?

Me sacudia por los hombros y yo sólo lo miraba aturdido, palidecido, muerto de miedo.

--¿Quién a cuidado de ti? Estas más sano que la última vez que te vi.

--Estaba al borde de la muerte, papá.

--Te llevaré a casa.

--No quiero ir a tú casa, yo tengo la mía. No quiero estar contigo, quiero a Louis.

Frunció el ceño y miró a todos lados seguramente buscándolo.

--¿Dónde está?

--¿Qué haces tu aquí? Eres como una gonorrea, Dess, estando tan grande el mundo ¿tienes que venir aquí?

Sus ojos me vieron enfurecido, entonces Louis apareció junto a mi y tomó de mi mano para llevarme con él, huyendo a grandes zancadas de el tipo que no nos quería juntos.

Corrimos por los pasillos del centro comercial con Dess tras nosotros alarmando a los guardias con cada grito suyo que decia "detenganlos".

Salimos del edificio sin mirar atras, entramos al auto de Louis y arrancó a toda marcha.

Sentía la adrenalina llenandome las venas.

Los perdimos de vista y entonces volvimos a casa en una hora y media, Louis estaba tan nervioso que no dejó de acelerar en ningún momento y yo estaba igual así que me limité a sólo  colocarme el cinturon de seguridad.

...

Louis no me dirigía la palabra ni tampoco la mirada, se mantenía ocupando empacando cosas, metiendo maletas al auto y yo no hacía más que observarlo, sentía que si yo le hablaba o intentaba ayudarle, se molestaría conmigo.

--Louis...

No contestó y yo no insistí.

Subí al auto cuándo él me lo ordenó y aún sin mirarme, solo arrancó abandonando lo que llegó a ser nuestro hogar seguro en el pasado.

--Tengo que deshacerme de este auto, Harry, iremos a casa de Mark, él no dudará en cambiarme el viejo cacharro por este flamante convertible.

No tuve respuesta para eso y él no la exigió.

Tenía razón, Mark no dudó en hacer el cambio. Ambos nos despedimos de él y emprendimos nuestro viaje.

--No tengas miedo, Louis, no dejaré que te hagan...

--¡Pues lo tengo, Harry, tengo miedo de perderte! --Bajé la mirada y giré para mirar por la ventana y llorar en silencio.

¿Con que valor me atreví a tratar de calmarlo? Si yo mismo estoy con ese miedo de perderle.

--Lo siento, amor, no quise gritarte.

--No es eso, Louis... --Sorbi la nariz y volteé a mirarlo. --Es que yo también temo perderte.

Sacó un pañuelo de la guantera y me lo dió, limpie mi llanto con el y se detuvo en una gasolinera.

--Estaremos juntos hasta la eternidad, hermanito. --Se acercó a mi y me dio un beso fugaz en los labios antes de bajar y llenar el tanque él mismo.

Suspiré y me deshice en el asiento. Si no hubiera sido por mi interés en esas estupidas vans, si hubiera seguido a Louis cuando entro a la tienda de chocolates.

Pero el maldito "hubiera" ¡no pinches existe!

♡♡♡

Apoyé la barbilla en la ventanita del sótano donde estaba viviendo con mi novio.

Ahora me llamada Edward y él se llamaba William, había buscado quien nos diera papelería falsa y asi sentirnos un poco más protegidos.

Aunque siendo sinceros, yo sentía la cosa cada vez peor. La Interpol estaba buscándolo y yo moría de angustia cada que él salia a la tienda.

Abrí mis ojos cuándo escuché la puerta abrir, me gire sobre la silla que estaba sobre un viejo escritorio y bajé hasta el suelo con cuidado.

--Harry, no me gusta que subas ahí, acuérdate como te caiste la otra vez.

--Es que extraño sentirme libre, Louis, sentir el viento en mi cara y ...el sol en mi piel. --Bajé la mirada y me acerqué para abrazarlo.

Ahora yo le ganaba con una cabeza.

--Debería dejarte ir.

--¡No, no digas eso nunca!

Me aparte de él asustado y sus ojos tristes me miraron al tiempo que acomodaban mis cabellos detras de mis oídos.

--Cada vez estás más guapo, Harry. --Sonrió con una alegría que no llegó a sus ojos y los mios se llenaron de lagrimas en un segundo.

--Quiero ser libre junto a ti. --Sollocé y sus manos me abrazaron por el cuello, tenía que ponerse de puntillas para alcanzarme y era adorablemente encantador.

--No llores, bonito, algun día seremos libres, te lo prometo.

...

Desperté con la claridad del día, Louis estaba junto a mi con medio cuerpo sobre el mío, sonreí y besé sus cabellos húmedos por el sudor.

--Vamos, tengo hambre. --Me queje y él se removió antes de levantarse entre bufidos fastidiados.

--¿No puedes ser independiente alguna vez?

--Ño.

Sonreí complacido cuándo lo vi caminando en busca de sus pantalones para salir por el desayuno.

Escuchamos un estruendo en la puerta principal de la casa, sonó tan fuerte como si alguien hubiera tirado la puerta de una patada.

Salté de la cama alarmado y me puse los converse lo mas rápido que pude, Louis hacía lo mismo, quise asomarme por la ventanita pero vi sombras andando afuera hasta que los cristales fueron rotos ruidosamente.

--¡LOUIS! --Chillé y corrí a ocultarme tras su espalda, nos tenían rodeados, la Interpol nos habia encontrado.

--No te asustes. --Susurró en mi oído cuando me abrazó y yo apoye mi cara en su cuello, aferrandome a él con fuerza. --Juntos hasta la eternidad.

--Te van alejar de mi, Louis, no quiero. --Solloce mojando su camiseta con mis lágrimas.

Los hombres nos apuntaban con armas exageradamente grandes para un par de amantes inocentes como nosotros.

--Pongan las manos en alto.

Negué efusivo contra la piel de mi novio y él me abrazó aún más.

--¡Tiene un arma, no disparen!

Mis ojos se agrandaron cuando senti algo pinchando mi estómago, baje la mirada y me encontré con un brillante cuchillo amenazando con perforar la piel de mi estómago.

No me di cuenta de en que momento lo tomó.

--Lou... --Susurre.

--Juntos hasta la eternidad. --Prometió y yo asentí.

--¡DISPARENLE A ESA BASURA ¿NO VEN QUE VA A MATAR A MI HIJO?!

Giré la cabeza solo un poco y vi a mi padre sacando una pistola de su chaqueta.

No podía permitirlo.

¡No debía permitirlo!