Ultima Sonrisa

2.7K 233 33
                                    

-¡No por favor! ¡Yo no quería lastimarla! ¡Ella se puso en el medio nooo!- y así vimos como Onigumo era absorbido por Naraku.

-Inuyasha, Mei esta perdiendo mucho sangre- decía Shippo al punto del llanto.

-Mei resiste, Kagome purificala!-decía mi hermano desesperado.

-Es mucho veneno..yo no...

-Naraku- todos me miraron cuando dije su nombre- no se te ocurra lastimarlos- con un dolor tremendo en mi pecho miraba con ira al monstruo.

-Naraku- todos me miraron cuando dije su nombre- no se te ocurra lastimarlos- con un dolor tremendo en mi pecho miraba con ira al monstruo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Tranquila por ahora no- me sonrió- Inuyasha, tu querida Kykio ya sabe lo que hizo tu hermana. Espero que la cuides bien. Por ahora me retiro- y así en las sombras desapareció.

Mi hermano no fue tras el, estaba muy preocupado por mi.

-Necesito ir al Árbol Sagrado- intente levantar mi cuerpo.

-Necesita  reposar Señorita Mei- dijo Miroku.

-Aun no...tiene que saber la verdad- mi hermano dudo por un momento pero con cuidado me levanto del césped, que había sido manchado con tanta sangre mía.

En silencio nos dirigimos al Árbol. Nadie decía nada, estaban inquietos por mi secreto.

Al llegar Inuyasha me dejo, con cuidado, acostada en el Árbol.

-Mei dime la verdad ¿Como conociste a Naraku?

-Espero que me perdones- tome su mano para poder tener fuerzas al contar con este secreto. Dije todo sobre la noche en la que peleamos con mi hermano y como me fui enojada. Que luego encontré una cueva, donde estaba Onigumo. Les dije sobre el trató y que lo deje vivir.

-Mei- con lagrimas en los ojos, de Kagome, su mirada expresaba melancolía. Espero que no sean de lastima.

-Por eso que cuando te vi en este Árbol, sellado. Quise suicidarme, todo era mi culpa...todo. Pero Sessh me salvo- hice una mueca- ese demonio tonto me dio una oportunidad de seguir y de remediar las cosas. Pero...cuando supe que estabas vivo, pensé que lo mejor seria alejarme de ti- mire a mi hermano.

Estaba en shock por todo esto. Su piel, que ya era blanca, estaba mas pálida que un copo de nieve. No sabia si me odiaría por todo el sufrimiento que le hice pasar. Tiene razones, deje que mataran al amor de su vida que luego ella lo sello.

-No te pido tu perdón. No lo merezco. Solo pido que no me odies- mis lágrimas ya no se contuvieron, caían en mi herida. Dolían mas que la sangre que aun salia de mi cuerpo.

-No....no te odio- lo miro con los ojos muy abierto- en parte es mi culpa por haberte tratado de esa forma. No me importo dejarte sola, fui un maldito también- estaba enojado Inuyasha ¿consigo mismo?

-Inuyasha yo- me planto un beso en mi frente y sentí que el pecado, mi pecado, que había hecho se perdonaba con ese simple cariño.

-Los dos la sufrimos. Te perdonó hermana.

-Inuya....

¿Nunca tuvieron algún momento de felicidad? ¿Ese que al cerrar los ojos lo recuerdan y sonríen? Este era el mio....por desgracia seria el ultimo.

En el momento que le sonríe a mi hermano fue el momento donde mi corazón fue penetrado por una flecha. Una flecha que salio de la oscuridad, o mejor dicho, del odio.

Todos me miraban, como si todo esto fuera una mala broma. Mi hermano cambio su cara totalmente, de una aceptación a una de horror. Mis ojos se fueron cerrando, con el deseo que el dolor de mi cuerpo acabara. Y lo único que pude escuchar fue su voz. No de mi hermano, ni de Kagome, ni de Koga.

Sino de Ren.

-MEI!!!!!- proteganlo, esas palabras que se repetían en mi cabeza. Solo quiero que este bien...solo eso.

Y sin mas, caí en un profundo sueño, sin contar cuanto estaría ahí.

(Ahorra narrara la autora 😇)

Inuyasha no podía aun caer en lo que veía. Mei, su pequeña hermana, estaba sellada en el mismo árbol que el estuvo. Sus ojos giraron drásticamente hacia donde provenía la flecha.

-Kykio....¿Porque?- de los ojos de Inuyasha se amenazaban las lágrimas, pero aun se contenía.

-Estoy a mano ahora con tu hermana. No intentes sacarla Kagome- dijo la sacerdotisa que veía los movimientos de la joven intentando acercarse a la flecha- Esta flecha esta contamina de la esencia de Naraku. Yo misma la robe. La única forma de sacar esa flecha es matándolo, a Naraku- los ojos de todos se abrieron de golpe ¿Mei estaría en ese árbol, sellada, hasta que destruyamos a Naraku?

-¡¿Como pudiste?! ¡ES MI HERMANA!- los ojos de Inuyasha se mostraban, por primera vez, enojados con Kykio.

-No soy tu enemigo Inuyasha. Solo quería vengarme. Y lo hice, aunque me mates ella no volverá, tampoco te atreverías a matarme- mostró una mirada retorcida la mujer de barro. Aunque fue borrada en el momento que sintió la fría espada de Inuyasha en su cuello ¿El sería capaz de matar al amor de su vida por su hermana?

-Inuyasha- habló Ren. El aun no había sido visto por el grupo, pero si habían escuchado su grito- Seré un infiltrado de ustedes para poder saber las tácticas de Naraku. Tal vez nunca les tuve esperanza para ganar esta guerra...pero si es por Mei, lo haré- el grupo vio, en los ojos del pelirrojo, amor puro hacía la híbrida.

-Joven Ren estaremos en contacto- dijo el monje viendo que se acercaban unas abejas de Naraku, con esto, el pelirrojo se limito a irse. Sin dejar de ver a su amiga.

-Inuyasha....-lo llamo Kagome, que aún mantenía la espada en el cuello de la mujer- no sirve de nada matarla, como ella dijo, necesitamos acabar con Naraku- la joven-novata sacerdotisa se acerco al joven y con delicadeza, hizo que bajara la mano. Este accedió, aunque Kykio los miraba con odio.

-Vete...solo eres el alma de Kykio en un cuerpo de barro- esto hizo que Kykio, con dolor en su mirada, se vaya corriendo hacia el bosque.

-Mei despierta...despierta- Shippo con todo el dolor, movía el hombro de su amiga, pensando que así despertaría- ahora ¿quien me defenderá de tu hermano? ¿quien jugara conmigo?

-¿Quien me ayudara a buscar a Kohaku y cuidar de Kirara?- el semblante fuerte de Sango cayo en esas ultimas palabras.

-¿Quien me regañara por andar de pervertido con otras mujeres? ¿Quien me ayudara con el terco de Inuyasha?- el monje Miroku abrazo a Sango, que esta ya empezaba a llorar.

-¿Con quien tendré esas charlas de hermana? ¿Quien me hará entender que aunque Inuyasha es idiota es un gran chico?- Kagome le costaba ver el cuerpo de Mei, por todas las lagrimas que caían.

-¿Quien...quien- no podía- ¡MALDITA TONTA NO ME DEJES!- con ese grito sofocante Inuyasha cayo abrazando las piernas de su hermana, se sentía frías como la nieve. A el nunca lo vieron llorar, pero ahora no le importaba, sus lagrimas caían como lluvia. Quería los retos, las risas, las bromas, los abrazos de su hermana. Lo quería todo de ella y ahora no tenía nada.

Nada.

Si así esta Inuyasha

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Si así esta Inuyasha...no se imaginan como estará Sesshomaru.

La Hermana De Inuyasha Y SesshomaruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora