Joven Koga! Mei!- a los minutos viene el grupo de mi hermano, rápidamente seco mis lagrimas.
-Señorita Mei veo que tiene algo de veneno en su cuerpo- el monje intenta curarme pero lo detengo.
-Ya desaparecerá, Sessh me enseño una forma de aguantar el dolor- sonrió.
-Cuando no haciéndote la fuerte- Inu se pone al frente mio, ahora solo es un humano.
-Miranos, yo un demonio completo y tu un humano solo por esta noche. Que ironia he?- le sonrió.
-No tengo placer de acordarme ahora Mei- acaricia mi mejilla, con solo ese tacto siento una tranquilidad, como la misma muerte.
Kagome trata la heridas de Koga y purifica la zona donde paso el veneno.
-Gracias Kagome por tus Atenciones- Koga toma sus manos. Ya le duro poco el enamoramiento hacia mi.
-¡No la toques!- Y mi hermano interfiera.
-En vez de pelear par de tontos vayamos a buscar los fragmentos que nos robaron- guardo mi espada y empiezo a correr- ¡Kagome guianos!
Partimos todos y seguimos el rastro de Kagura. En un momento paro y Inuyasha lo nota.
-¿Esta todo bien?
-Si....solo por un momento sentí la presencia de Sessh- agito mi cabeza y sigo al resto.
-¡Son muy lentos! Ire mas rápido- Koga aun con sus heridas empieza a correr mas rápido.
-Seras....- dejo atrás a los demás y lo persigo- ¡Kagome! ¡Que Kagura no vea a mi hermano en su forma humana!
-¡De acuerdo!- me dice a lo lejos.
Estoy por llegar cuando una sombra me agarra y me lleva hasta el bosque. Me suelto cayendo al piso.
-Que crees que...Sessh- mi hermano tan serio, con los demás, pero su mirada cambia siempre al verme.
-Esta vez te tendré que llevar.
-¡¿Porque?! Tengo que ir a buscar esos fragmentos y...tu aroma..¡.estuviste cerca de esa mujer! Esa maldita bruja- ahora si me sangre hierve.
-Hermana no te pongas celosa- levanta mi mentón y yo miro para otro lado- solo vino para pedir ayuda. No eres la única que quiere aniquilar a Naraku.
-Ella...¿también?-lo pienso por unos segundos y suspiro- ¿podrán ellos solos?
-Aunque sean simple basura son mas en cantidad- me mira fijamente- ya no es necesaria tu transformación.
-Ah, cierto- respiro hondo y mis ojos y pelo cambian al normal- creía que preferías verme como un demonio completo.
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-Esa transformación te gasta energía, solo eso- y ahí volvió ha ser frío.
-¿Vamos?- le sonrió. Tal vez sea egoísta al dejar a mis amigos, pero ellos estarán bien, se cuidan juntos. Además quiero estar a solas con mis hermano.
-¿Donde están los demás?
-Durmiendo ya. Encontré un sendero secreto- muy bien, eso es raro.
Lo sigo sin dejar de mirar el paisaje. Cuando nos encontramos sin salida.
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Un árbol muy grande se interpone en nuestro camino. Pero parece que Sessh se detiene y lo mira.
-¿Es aquí?- miro de reojo el árbol, la verdad es muy bello.
-Mei cuando acabe todo esto, ¿que harás?
No lo había pensado- Creo que iría ha vivir con los hombres lobos o no se, ir por mi propio camino.
-Ven a mi vivir al Castillo- mis ojos se abrieron, es el Castillo donde el vive y reina a los demonios de esa zona- Haz ido algunas veces ahí.
-Pero nunca me he quedó a vivir ahí...
-No estarias sola, Rin te haría compañía, tendrías tus propios sirvientes, kimonos, me ayudarías con los demás demonios y....
-¿Podría salir cuando quiera?
-Es un hogar Mei no una prisión- se sentó en el árbol y cerro los ojos. Parecía meditar las cosas que me acaba de decir.
-¿No seria una molestia?- lo miro con media sonrisa.
-Nunca lo fuiste, eres mi alumna, mi hermana- me mira- mi familia- toma mi mano- se que te aleje estos dias de mi pero tenía que pensar bien las cosas.
-Entonces luego de acabar con Naraku iríamos al castillo.
-Tienes tiempo para decidir- aun no habría los ojos. Yo tome eso.
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-Papá estaría orgulloso de tener un hijo tan poderoso y tan dulce con su hermana- lo abrazo con fuerza.
-Y el de tener una hija fuerte y valiente- paso su cara por mi hombro y no me suelta- pasaras muchas cosas Mei, perderás y ganaras batallas pero yo, hasta Inuyasha, te protegeremos.
-Yo seré quien los salve por ser tan lanzados- me acuesto en su pecho- jamas te vayas Sessh.