En la Otra Dimensión

2.6K 203 24
                                    

Mientras en el mundo de los vivos,el tiempo era lento, en el mundo de los muertos el tiempo volaba.

-Mmm bueno por lo que veo estoy "muerta", genial- suspiraba, una semi-demonia, contemplando la nada. Ya había pasado horas desde que buscaba un camino y solo parecía estar en una hoja blanca- No puedo quedarme sin hacer nada, se que mis hermanos me harán despertar. Pero tengo que salir de acá.

Ya no sabía por donde ir, era lo mismo. Las horas pasaron y resignada caí en el piso, boca arriba. Pensando detalladamente la situación anterior.

Inuyasha perdono mi pecado, Kikyo me sello con una razón de venganza y hasta ahí supe.

-Esto es molesto, muy molesto- cabreada ya ante la situación me levante y empece a cortar con mi espada ¿Que cosa? La nada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Esto es molesto, muy molesto- cabreada ya ante la situación me levante y empece a cortar con mi espada ¿Que cosa? La nada.

No me quedare sentada a esperar como una princesa en apuros.

Empece a mover a Ryuketsu intentando entrenar, lo sorprendente es que ella vino conmigo también.

"La espada y su dueño tienen una conexión mas fuerte que la misma Perla de Shikon. Solo la espada sabrá si el ser es digno de su poder" me acordaba de las palabras del viejo Totosai. Y por un momento me quede mirándola.

-A la mala me tuviste que aceptar- sonrió- soy tu dueña legitima y con tu poder...puedo salir de aquí- mis ojos empezaron a examinar el lugar y respire hondo cerrando los ojos- una conexión...somos uno- sentí como el poder de Ryuketsu me consumía y mi transformación volvía.  

Me deje guiar por ella y empece de vuelta mi rumbo, entre la nada. 

Creo que estuve caminando unos 30 minutos y ante mis ojos, sorprendidos, pude distinguir cientos de monstruos. Muchos peleaban entre si, lastimándose, lo sorprenderte era que se regeneraban. Era como una pelea sin fin.

-Acá debe ser donde caen al morir- puse mi espada en mi hombro- bueno tengo algo de entretenimiento- sonríe y empece ha correr.

Fui hasta al medio de la pelea-¡Taiga Ka...- mi ataque sería un facil movimiento para matarlos a todos. Pero algo me gano, los monstruos fueron rasgados por...una bestía..no...un enorme perro.

Era como Seshomaru. Grande, feroz, pero con algunos detalles diferentes. Mi asombro no salia de mis ojos. 

Al terminar, este, se quedo mirándome fijamente. Estaba a unos metros de mi, pero podía ver grandes manchas de con sangre. El gigante perro aulló y desvaneció su hechizo.

Fue tanto mi asombro que olvide mi conexión con Ryuketsu y también volví a mi forma normal.

-Eres tu...- mis palabras salían con miedo y temblando.

-Depende a quien busques.

-¡PAPÁ!- corrí  hacía el

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-¡PAPÁ!- corrí  hacía el. El levantando sus brazos me acepto. Podía sentir el olor de la sangre de esos demonios pero también el aroma de mi padre. Un tanto parecido al mio. No podía salir de esa felicidad, solo  sentia como expandía el abrazo.

-Mi niña, mi pequeña ¿Que haces aquí?- se separo solo un poco para examinar mi cara. Es mas alto que Sessh.

-Es una larga historia- sonreí algo nerviosa, este suspiro.

-No se que habras hecho o tus hermanos pero tranquila. Tenemos mucho tiempo.

Así tuvimos una larga charla con mi padre. Caminando tranquilamente le conté sobre mis aventuras y amigos.

-Entonces mis dos hijos fueron sellados por la misma sacerdotisa. En serio, Sesshomaru es el único que tiene cabeza- enojada le pegue en el hombro. Solo se hizo el lastimado.

-No es así, solo que nosotros nos metemos en mas problemas que el amargado de mi hermano mayor.

-Aunque por lo que vi esta cambiando con los humanos- se quedo pensando.

-Espero ¿Como nos ves?- lo mire muy curiosa.

-Mi pequeña demonia- despeino mi oscura cabellera, se sentía bien- solo puedes ver a tus seres queridos, desde acá, cuando estas completamente muerto. Y tu solo estas en modo intermedio la muerte y la vida.

-Algo muy raro- mire mis manos cerrándolas con fuerza- tengo que volver Padre.

-Aun no, tus amigos y hermanos tienen que acabar con esa rata llamada Naraku. Ese infeliz como se atreve hacerle eso a MI hija. Si estuviera ahí lo hubiera dado su merecido- sentía su sangre hervir.

-Papá ya no soy una niña. Se cuidarme sola- mostré mis pequeños músculos.

-Aja, por eso estas acá.

-...TAIGA KASAI- mi padre fue carbonizado por Ryuketsu, este solo tocio.

-Niña irrespetuosa- acomodo su melena.

-Ahora que me acuerdo ¿Y mamá?- lo mire con esperanzas. De ella no me acordaba mucho. Y también me daba curiosidad conocer a la madre de Inuyasha, decían que era una mujer muy hermosa.

-Ella esta en el mundo de los muertos, categoría humanos. Solo estoy acá, junto con los demonios que he matado toda mi vida- mire sorprendida a mi padre.

-Es horrible- puse mi mano en su mejilla y el solo suspiro- pensaba que el "cielo" sería un paraíso.

-Para los buenos si. Nosotros somos demonios cariño, somos los malos.

-Esto no se quedara así- cruce los brazos- ¿Con quien tengo que hablar? 

-Pues los Shinigamis pasan algunas veces por acá.

-Shinigamis?

-Dioses de la muerte, ellos pasan entre diferentes dimensiones de la muerte para que allá orden. Son mounstruos con un aspecto horrendo, mas feos que los demonios que haz visto- solte una pequeña risa al ver la cara, de desagrado, de mi padre.

-Pues tendré una larga charla con uno de ellos- en ese instante, a metros de nosotros, un portal negro apareció. De el salía un monstruos, sumamente feo. Tal vez sea...

-El es- mi padre gruño, parece que no es de su agrado.

-¡Shinigami!- grite su nombre. Mi padre quiso que me callara, pero era tarde, el dios me miraba con sus ojos penetrantes.

-Con que tu eres la nueva.








VOLVIII BITCHS Bl

Jajaja perdonen necesitaba seriamente inspiración, ahora estoy acá y tendrán 3 CAPÍTULOS NUEVITOS Y CALENTITOS. 

Soy Meligry y nos vemos en el proximo cap :3

La Hermana De Inuyasha Y SesshomaruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora