-Llevamos horas acá y siento que han pasado meses- mi cuerpo aburrido estaba tirado en el piso, sin alguna energía.
-¿Que ya te aburriste de matar monstruos?- era cierto, los demonios que había matado mi Papá siempre aparecían.
-Pero son los mismos, no es divertido, hasta ya le conté a uno cuantos dientes tiene- suspiro corriendo un mechón de mi pelo negro.
-¿Y no quieres que te diga que hacen tus hermanos?- mis orejas se movieron.
-Si...pero me preocupara y me sentiré impaciente. Además si ellos mueren estarán acá- me levante posicionandome en forma de indio.
-Que niña- Inu No Taisho guardo su espada poniéndose a mi lado, acariciando mi melena. Era tan relajante- Los extrañas.
-Mucho. Pero se que aún no es el momento de volver.
-Por lo que vi, tuvieron que pelear con un grupo de muertos de Naraku.
-¿Quienes?
-Los Siete Guerreros- trague- ¿Que sucede?- mi padre alzo una ceja.
-Algo que paso hace muchos años- rió nerviosa.
-Di...espera ¿lo de hace 40 años?- gruño.
-Como tu..
-Veo todo recuerda.
Suspire- Bueno fue...un invierno muy espantoso...
"Eran de esas misiones donde Sessh se iba y desaparecía por meses. Sabia que volvería, pero no me quedaba quieta. Y el pensando que estaba con su madre.
Yo salia sin temor a nada. Claro que ya tenia a Ryuketsu, pero aun no conseguía activar sus poderes.
Había encontrado un Castillo, abandonado pero repleto de demonios. Me dije a mi misma que seria como un juego. Pero no. Al entrar me encontré con cientos de monstruos. Claro que me defendí, y mate a muchos, pero eran demasiados. Mas las temperaturas eran bajas y mi cuerpo se congelaba. Pensé que iba morir.
Hasta que...
-Banryuusen!- un poder parecido al de mi hermano, Viento Cortante, había destruido a todos esos demonios.
-Hermano mayor, mira, ahí esta el tesoro que cuidaban estas pestes.
-Y mira, otro premio, parece ser un linda híbrida- parecía la voz de una mujer, pero mis ojos estaban cerrados por el frío. No sabía que iba a pasar.
-Vayan a darle el tesoro al Rey Feudal, yo me haré cargo de la niña- sentí que me levantaban. Maldita sea mi cuerpo no responde. Sessh ayuda.
En los segundos que sentí que mi mente se dormía, a la media hora sentí que mi cuerpo iba calentándose. Y mis ojos se abrieron despacio.
Estaba en una habitación, pero de un Castillo. Como el de la mamá de Sessh. Estaba cubierta por teles y había una chimenea.
-Ya despertó la bella durmiente- de la oscuridad salió un joven de cabello negro largo recogido con una trenza que se extiende a lo largo de su espalda, ojos afilados color azul oscuro y llevaba una alabarda Banryû en su hombro derecho.
ESTÁS LEYENDO
La Hermana De Inuyasha Y Sesshomaru
FanfictionEn esta historia veremos como es la vida de la pequeña Mei y como afrontan muchas cosas con sus dos hermanos. Inuyasha y Sesshomaru.