-¿Se puede saber porque estamos buscando a ese amargado de Sesshomaru?- Ya había amanecido y no había rastro ni aroma de mi hermano. Tal vez estaría con su madre, muy muy lejos. Suspire.
-Ya te dije, no les contara nada del otro mundo hasta que este el- Inuyasha gruño. En ese momento Miroku volvió con noticias de otro pueblo.
Sango y Miroku habían ido a preguntar en otros pueblos si hubo un encuentro con algún monstruo de Naraku. Mientras que los demás nos quedamos a esperar en un bosque cercano.
Aquí fue donde descanse una vez con Sessh. Necesitaba verlo.
-Dicen que el rió que esta cerca del sur hay como una presencia oscura.
-Puede ser...- no termine de hablar cuando Inuyasha subió a Kagome a su espalda y empezaron a correr.
-Hermano no sabemos si es el.
-Mejor averiguarlo.
Al llegar, había un rió rodeado de arboles, y en el centro un espejo.
-Ese espejo es de Kanna- lo reconocí al instante.
Del espejo salio un demonio. Atrás suyo estaba Kanna. Parecía mas vacía de lo normal. Tal vez era por Kagura.
-Otra ilusión de ese espejo, sera sencillo- cuando mi hermano estaba por atacar, el demonio envía una luz dejándonos por un momento ciegos.
-Que sucedió- me sentía bien y Ryketsu también.
-Inútil, eso no te servirá. ¡Colmillo de acero!- nada, la habilidad de Tessaiga había desaparecido.
-Colmillo de acero-dijo susurrando kanna, en la mano del demonio aparecía una nueva tessaiga y lanzo la habilidad a nosotros.
-Cuidado!- protegí a los demás con la funda de Ryketsu- Hermano es mejor irnos, si Kanna robo la energía de Tessaiga podría.
-Lanza de diamantes- la otra Tessaiga estaba por atacarnos pero Shippo nos ayudo a a escapar.
Llegamos a una cueva donde Miroku puso una barrera.
-¿Por que huimos? puedo acabar con eso- Inuyasha estaba muy enojado.
-No seas terco. Tessaiga es inútil ahora. Podrían haber muerto los demás con ese ataque- mi hermano me miro mal- no digo que seas debil solo hay que averiguar como ganar.
-Además hay dos Tessaigas ahora- decía Shippo asustado.
-Por fin temes a mi poder Shippo- Inuyasha presumía.
-¡No te tengo miedo a ti!¡A tu espada si!- así empezaron a pelear.
Cierto que mi hermano en estos últimos meses fue consiguiendo mas poder con Tessaiga. Es mejor que ponga al corriente, sino me quedare atrás.
La noche se hizo y Kanna nos encontró, junto con su demonio. Deshizo la barrera.
-Kagome toma- le di la funda de Ryketsu para que se defiendan.
-Lanza de Diamantes- nos empezó a atacar y mi hermano se veía raro.
-Inu...tus ojos!- Tessiaga estaba sacando su forma demoníaca para ayudarlo. Pero no se si sería lo mejor para los demás.
-Ustedes quédense. Acabare con el, si alguien se interpone lo destruiré- los demás miraron sorprendido a Inuyasha. Empezo a atacar al demonio pero por cada golpe se regenera.
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