El mesero llegó con la comida y la dejó en la mesa, yo estaba muy aburrida y honestamente si le quería hablar a Fede, quería que el fuera mi amigo porque a pesar de todo, está solo sería la primera cena de muchas y era mi vecino, vivía como a 5 casas de la mía pero aún así yo lo iba a ver en la escuela y en las calles o hasta en el parque.
-Emm, hola - le dije.
-Hola Valeria - me contestó.
-¿Como estás? -
-Aburrido ¿y tú? -
-Ash, igual ¿quieres ir al área de juegos? - sugerí.
-Como quieras, ¿te dejan ir? - me contestó.
-Si ¿a ti también?
-Seh.
-Vamos entonces - le dije - mamá voy al área de juegos.
-¿Puedo ir yo también? - le preguntó Fede a su mamá.
-Claro - le contestó.
Nos paramos y fuimos, cuando llegamos había puro niño chiquito, como de 5 o 6 años, estaban jugando y gritando así que le sugerí a Fede ir a la terraza.
-Es que, a mi no me dejan ir.
Reí.
-A mi tampoco.
-¿Entonces no te importa? - me dijo curioso - no - le conteste muy segura.
-Pero es que tienes que subir en el elevador -
-¿Te da miedo? Uyyyy! - me burlé.
-¿Qué? ¡Claro que no! Vamos de una vez.
-Mmm - alce una ceja - bueno, pero tienes que ayudarme, nuestros papás no nos pueden ver y tampoco se pueden enterar de esto- le dije.
-¿Crees que soy un chismoso? - dijo algo molesto.
-Pues...
-¡Bueno ya! No diré nada.
-Perfecto, ven.
-Espera Valeria, - me agarro de la mano - alguien tiene que checar que no tengan la vista hacia acá, cierto?
-Cierto, buen punto, tú vigila.
Desde ese momento me di cuenta de que Fede no diría nada y de que era el inicio de una gran amistad.
Logramos salir y nadie se percató; vi que el elevador venía hacia nuestro piso y nosotros aún no habíamos presionado ningún botón, lo que quería decir que alguien se aproximaba y sin nos veía probablemente nos llevarían con nuestros padres.
Sentí un jalón y era Fede, al parecer ya se había dado cuenta de eso, me metió en un cuarto y cerró la puerta lentamente.
-Eres muy inteligente Federico, vas a ser una herramienta fundamental para este tipo de cosas.
-De nada - guiño un ojo - bueno, tenemos que estar muy al pendiente cuando salgan esas personas porque luego el elevador baja y nos hará perder tiempo.
-De acuerdo - contesté.
Abrí la puerta y todavía no llegaba el elevador.
-Todavía, espera.
Pasaron 20 segundos y volví a abrir la puerta, justo venían saliendo del elevador.
-Ya Fede - le dije - perfecto - me contestó.
Salimos y fuimos corriendo al elevador, las puertas ya se estaban cerrando y si no fuese por unos cuantos centímetros, no entrábamos al elevador.
Presionamos el piso 9, el último y enseguida subió el elevador. Escuché a Fede reír, supuse que estaba nervioso pero quería asegurarme así que le pregunté, a lo que me contesto que nunca creyó que tuviera el valor de hacer esto y menos con una niña.
-Pues por algo se empieza, pensé que eras más atrevido.
-Lo soy - dijo con un tono de voz grave.
-¿Seguro? - le pregunté - hace unos minutos me implorabas que nos quedáramos en el área de juegos.
-S..sí, estoy seguro - me dijo - Si bueno, lo que tú digas Federico - le contesté.
Voltee a verlo por un segundo, juraba que tenía las mejillas algo rojas, probablemente de vergüenza, pero podía jurar que era muy lindo, supongo que no lo había notado.
-Valeria, ¿Estás bien?, ya llegamos al piso, hay que irnos.
-Eh..¡s-si!, vamos-
Salimos directo del elevador y caminamos por el gran pasillo principal de ese piso hasta que empezamos escuchar unos pasos, alguien se aproximaba.
-Fede hay que escondernos - le dije lo más bajo posible - Rápido o nos verán.
-Shh - suspiró - ¿Crees que no sé? Pero no hay donde.
Escuchamos los pasos más cerca y nos quedamos congelados, no sabíamos a donde ir y el elevador ya estaba lejos de nosotros. Este era nuestro fin. O bien, eso pensamos.
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Una difícil decisión
FanfictionTengo 15 años, corta edad para tener demasiados problemas. ¿Nombre? Federico. No soy feliz, simplemente no lo soy, tengo depresión desde hace mucho tiempo pero parece ser que a nadie le importo. No amo a nadie, ni siquiera me amo a mi mismo, no me...