Capitulo 3

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El domingo el único día que la señora Mikoto solía dejarme salir al pueblo a comprar cosas necesarias para mi fue un día de descanso interrumpido gracias al pequeño Sasuke. Él en vez de dejar tranquilo mi día libre me llevo a los establos de los caballos desde temprano.

-¿Cual es el caballo más veloz?

-No lo sé.-

-Tonta.-

- Hago las tareas domésticas no soy cuidadora de caballos.-

- Busca alguien que me de esa información.-

Puse los ojos en blanco y fui en busca de los trabajadores que se encargaban del cuidado de los caballos. Kiba y Shino los cuales apenas me vieron caminar hacia ellos murmuraron algo y enseguida sonrieron.

-Sasuke Uchiha necesita saber cual es el cabello más rápido de los establos.-

-Llegó tarde, su hermano mayor se ha hecho dueño de relámpago desde que llego.-

-¿Y el segundo más rápido?.-

- A trueno se lo ha llevado Neji.-

- El tercero.-

-Tornado murió ayer.-

-Dejen de bromear.-

Los dos sonrieron.

-Sasuke sólo juega contigo haciendo que camines de un lado a otro, ese muchacho sabe bien de caballos.-

-Carajos.- levanté la voz.- ha pasado solamente una semana y ya me estoy cansando de esto.-

-Hey, hey tranquila.- hablo Kiba.- Tenle paciencia.-

-Carajos, carajos, carajos.- mencioné frustrada

-Shhh.-

Me gire con furia y Sasuke salía montado en un cabello de color muy negro.

Me observa y sonríe de lado.

-Ven.-

Kiba y Shino volvieron a sonreírme burlones. Me acerqué al caballo y lo acaricie un poco en la cabeza. Es muy dócil, su pelo brilla y es suave.

-Sube .-

-No.-

-Bien. Entonces tendrás que seguirme a pie.-

-Prefiero esperarte aquí.-

-Sakura sube al caballo.-

-Estoy con vestido por si no te has percatado, no puedo subir a tu caballo.-

Sus mejillas se tornaron un poco rojas como si hubiera recordado que yo era una mujer y no un juguete que podía llevar a donde él quería.

-Espérame cerca.-

-Si.-

El caballo y él se alejaron despacio. Cuando ambos desaparecieron yo sonreí y di unos cuantos brincos. Libre, libre al fin.

-Se nota demasiado lo bien que se llevan.-

-Deja de ser sarcastico Shino.-

-¿Quieren jugar con los naipes?.-

-La última vez perdiste casi cincuenta dólares, ¿Estas segura que quieres jugar?.-

-Recuperare mis billetes.-

Esa mañana volví a perder cincuenta dólares, esos dos casi nunca perdían. Y si así comenzaba mi día deseaba que al menos terminará bien. Luego que Sasuke terminó de recorrer una parte de la hacienda a caballo fuimos a los pastizales del ganado a pie. En el transcurso me quite los zapatos de taco y camine descalza. Resultaba más fácil caminar sin zapatos, aunque cuando una hormiga de las grandes me pico en el pie me arrepentí enseguida de quitarlos. Yo me rascaba adolorida y Sasuke no dejaba de gritar que me apresure.

Entre deseos y sueños. (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora