Entre deseos y sueños. (Finalizada)

Capítulo 22

Por Sakura:

Observó como las olas no dejan de moverse, el viento mueve mis cabellos, cantidad de pétalos de rosas están dispersos en la arena. Me retiro los zapatos de taco y permito que mis pies tengan contacto con la arena humeda. Cierro mis párpados y unas cuantas lágrimas se deslizan.

- Deberíamos huir juntos. Irnos y olvidarnos para siempre de todo esto.-

- ¿Donde podemos ir?.-

- A un lugar donde no puedan encontrarnos.-

- Sakura.- giro mi cabeza un poco para encontrarme con mi mejor amiga. Le muestro una sonrisa triste.

- Estuve a punto de gritar que estaba embarazada para impedir que Naruto dijera que si.- Ella se acerca y sujeta mi mano.

- No te preocupes. Ahora definitivamente estoy renunciando a él para siempre.-

- Lo siento tanto.- ella apreta mi mano con fuerza.- Hubiera apostado mi vida por ustedes, Sakura.-

- Lo sé, Ino. Pero todo ha terminado.-

Limpio la ultima lágrima que cae por mi mejilla y una sonrisa brota de mi. La oscuridad de la noche es realmente hermosa.

Entramos en aquella casa, los invitados se encuentran en sus mesas. Hinata esta bailando con Naruto una coreografía en la que incluso esta participando Tenten, supongo que el resto también son sus amigas. El rubio sonríe, aunque diga que me ama, debe sentir algo por ella.

Me siento a lado de Sasuke, luce un traje plomo bastante elegante, a su lado se encuentra Itachi. Ino se acomoda junto a nosotros.

Él no me habló desde que llegó atrasado veinte minutos a la playa. En realidad si dijo algo, pronunció acepto, uniendo nuestras vidas, y ahora estamos unidos legalmente.

Casados.

Sasuke se levanta y su hermano lo imita, se dan un abrazo. ¿Ya tenemos que irnos?

- Despídete de tu amiga.- dice Sasuke.

Ella me observa, sonríe forzadamente.

- Ve con Itachi a casa. Nos vemos después.- -

Ino me abraza y me apreta con fuerza contra ella.

- Te quiero, Sakura. Olvídate de él y busca tu felicidad.-

Afirmo con la cabeza después de escuchar lo que susurra cerca de mi oreja. Pero felicidad es una palabra que me parece difusa, borrosa, inexistente.

- Lo haré.-

Aunque estoy tentada a observar lo que estoy dejando atrás mis pasos son lentos pero firmes, llegamos a un auto bastante elegante de color blanco. Sasuke me abrió la puerta y ambos entramos en los asientos traseros del auto.

- ¿Por qué estás tan callado?.- lo interrogo observando por la ventana.-

- Negro.- menciona sin observarme.- Mi padre se burlara de mi cuando vea las fotografías en las revistas.-

- Quería lucir algo que me perteneciera.- menti. El vestido blanco Naruto lo rompió. Mis manos se cierran con fuerza en mi falda, no deseo recordar aquello.

- ¿Por qué?.-

¿Qué diablos puedo responder ahora?

- ¿Por qué llegaste tarde? Pensé que me dejarías plantada.-

- Mi hermano me dijo que las mujeres siempre tardan. No quería ser él que estuviera esperándo.-

No llevamos ni diez minutos conduciendo cuando el auto se detuvo junto a una casa un poco más pequeña de la mansión en que se celebró la ceremonia, pero igual de elegante, paredes transparentes en el primer piso, piscina y las olas del mar golpeando fuertemente en la cercanía de la casa. Lo seguí cuando bajo del auto y entramos al lugar.