Por Sakura:
El futuro solamente depende de elecciones, acepte ser la empleada de una familia adinerada por qué necesitaba dinero.
¿Porqué deseaba dinero?
La respuesta era bastante simple, servía para cumplir los deseos que mi padres siendo papá un capataz y mamá una ama de casa no podían cumplirlos.
Me crié toda la infancia en una pequeña finca en los adentros del pueblo. Rodeada de animales y árboles. Todos los días madrugaba para caminar durante media hora en un camino lleno de piedras y polvo para llegar al instituto. Alegremente eso se término y el título de haber terminado la secundaria mi madre lo colocó en un cuadro el cual fue colgado en la pared. Tenía que ayudar a ordeñar vacas, alimentar a las gallinas, cocinar, sacar agua del pozo, recolectar las cosechas. Mis uñas se hicieron pedazos.
Amaba a mis padres pero estancarme como ellos era algo que no tenía en mente. Lo que yo quería era sencillo, trabajaría todo un año y conseguiría dinero para viajar a la ciudad.
La mansión Uchiha queda también en una parte bastante profunda del pueblo, el tiempo que se demora en llegar desde el pueblo es una hora completa. La hacienda es demasiado extensa y cuando pregunté a la señora Mikoto hasta donde llegaba el sendero con una sonrisa mencionó que ni ella mismo lo sabía. Eran millonarios, tanto que ambos hijos Uchiha vivían en el extranjero.
En esa casa yo era una empleada a tiempo completo dormía en un pequeño cuarto de la mansión que era para las servidumbre. Mi tarea era servir platos, recogerlos, lavarlos. Colocar ropa sucia en la lavadora, llevar agua para los trabajadores de los cultivos, acompañar a Mikoto cuando montara a caballo y otras tareas sencillas. De la cocina se encargaba una mujer mayor que se llamaba Tsunade era bastante proporcionada. Aparte de mi habian dos sirvientas mas. Shizune y Tayuya, ambas se compartían el trabajo de la limpieza de la mansión en el que a veces me veía incluida, eso dependía del humor de la señora Mikoto la cual era bastante bipolar, a veces me gritaba diciendo que no hago las cosas bien y otra me consentia regalandome cremas, aretes, cadenas, perfumes, cosas que no utilizaba. Era una mujer amable al menos eso es en lo que en ese entonces creía. La paga era bastante buena y si podía quedarme durante dos años incluso podía pagar mi primer año en una universidad.
Dos semanas después de llegar a trabajar en aquella casa durante una mañana en que el sol brillaba con mucha intensidad se nos informó que llegarían del extranjero a pasar vacaciones algunos familiares: el hijo menor, Sasuke que tenía dieciséis años yo le ganaba con tres, Itachi el mayor de veinte años, los primos, Hinata de diecisiete y Neji de dieciocho.
La noticia si me afecto un poco, más personas significaba más platos y ropa que lavar. Cerca de la hora para la merienda venía de dar agua a los trabajadores y observe dos camionetas estacionadas, una de ellas aplasto la parte del jardín donde se encontraban las rosas rojas. Me apresure en entrar a la casa por la puerta trasera y llegue a la cocina.
-Niña apresurate!! Lleva las jarras con el jugo.- asenti y tome entre mis manos la bonita jarra de cristal. Fui hasta al comedor, la mesa en la que solían compartir únicamente Fugaku y Mikoto ahora estaba con la mitad de los asientos ocupados. Coloque la jarra con el jugo de naranja. El resto de platos ya estaban servidos, Tayuya y Shizune ya estaban en los extremos de la mesa esperando a que todos terminaran de comer o si a alguien se le ofrecía algo mas.
Mientras servía el jugo de naranja en los vasos me iba percatando disimuladamente de los rostros de cada uno. Sasuke tenía cabello negro con reflejos azules y ojos intensos color negros. Para tener dieciséis años aún sentado pude percatarme que era alto. Itachi era la versión madura de Sasuke en su rostro se notaba experiencia. Pase una vista rápida por los demás, Hinata tenía un largo cabello azul oscuro y ojos perla. Neji cabello castaño y ojos del mismo color que su prima.
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Entre deseos y sueños. (Finalizada)
FanficCriada en un pequeño pueblo, su interés por el dinero hacen que Sakura termine trabajando en la hacienda de los Uchiha. Todo iba perfectamente bien, hasta que los hijos de la pareja Uchiha deciden regresar.