-Lo siento- dijo separándose lentamente con las mejillas ruborizadas.
-No...No debes disculparte- me encantaban sus besos, eso no lo podía ocultar.
-¿Estaría mal si lo hago de nuevo?- preguntó evitando verme directamente a los ojos. Era adorable, ¿quién pensaría que él con su aspecto tan masculino resultaría tan tierno y tímido?
-No- respondí lo más bajo posible; sentí sus manos tomar mi rostro nuevamente y sus labios sobre los míos, me besó con tanta ternura y delicadeza que llegaba a parecer un sueño.-Vaya que se ha hecho tarde- dijo viendo el reloj en su muñeca. Habíamos pasado el resto de la noche hablando sobre nuestro pasado, confesando secretos estúpidos y otros tantos de gran importancia, burlándonos de lo que fuimos de adolescentes e incluso viendo nuestras fotos de niños.
-Deberías quedarte- eran las cinco de la mañana y aunque fuera en auto, no dejaba de ser peligroso.
-¿No te molesta?- preguntó sobresaltándose en su lugar por el estruendo causado por un trueno que anunciaba la llegada de un pequeño diluvio.
-En lo absoluto- respondí sonriendo por su reacción -¿Me vas a decir que le tienes miedo a los truenos?- añadí soltando una pequeña risa.
-Claro que no, ¿qué no ves que soy completamente genial? A los chicos geniales no nos asusta nada- respondió sonriendo de lado orgulloso.
-Oh claro, lo había olvidado- no pude evitar soltar una carcajada por sus palabras.
-Entonces, guapa...¿Deseas dormir con este bombón?- dijo poniéndose de pie para luego peinar su cabello con la mano y dirigirme una sonrisa pícara.
-Es una oferta tentadora. No- respondí echando a correr a mi habitación.
-Déjame entrar- decía al otro lado de la puerta mientras la golpeaba.
-No quiero, ve a dormir a la sala- respondí recostándome en la pared.
-No seas tan cruel, Jihyun. Abre la puerta- sus golpes habían cesado -Descansa- añadió seguido por el sonido de sus pasos alejándose. Me acerqué lentamente y retiré el seguro, giré el picaporte con cuidado de no hacer ruido y me asomé un poco para ver al pasillo, no había rastro de él por ningún lado; saqué la mitad de mi cuerpo para ver mejor y sentí el manotazo que dió a la puerta por encima de mi cabeza, haciéndome tropezar.
-¿Realmente creíste que te dejaría así no más?- dijo tomándome de la cintura para apegarme a su cuerpo.
-No lo sé, tenía la esperanza de que te hubieras rendido. ¿Ahora qué piensas hacer? ¿obligarme a dormir contigo?- sentí como mis mejillas se calentaban y seguramente se tornaban rojas pero a él pareció darle igual.
-Eres bastante inteligente, mi querida Jihyun. Dormiremos juntos quieras o no- dijo sonriendo con malicia para luego cargarme y llevarme hasta la cama, cerrando la puerta detrás de nosotros con el pie.
-¿Perdón? ¿me vas a obligar estando en mi casa?- él soltó una carcajada y me puso sobre el colchón con cuidado.
-Sí- se acostó a mi lado y me envolvió con su pierna -Descansa, preciosa- depositó un beso en mi mejilla y cerró sus ojos. Me giré con dificultad por el agarre que ejercía con su pierna y observé su tranquilo rostro una vez más, ¿por qué estaba empezando a gustarme tanto?-Buenos días, hermosa- ahí estaba él parado con su estúpida y perfecta sonrisa, con la bandeja del desayuno entre sus manos.
-Buenos días, ¿lo has preparado tú?- dije mientras arreglaba un poco mi cabello y me sentaba en la cama.
-Claro que sí, sólo espero que te guste- se sentó en frente mío y puso la bandeja entre mis piernas con cuidado. Todo lucía delicioso, pancakes con fruta picada y zumo de naranja -No pases por alto la nota- añadió indicando con su dedo la pequeña nota escrita a mano.Querida Jihyun.
¿Qué me has hecho que no puedo dejar de pensar en ti? No lo sé, pero sinceramente te lo agradezco, porque desde que llegaste a mi vida todo ha sido más radiante, alegre y divertido. Porque desde aquella noche en que te vi a lo lejos con aquél hermoso vestido de chifón lila, lograste cautivarme; porque esa mirada profunda y llena de misterio despertó en mi un profundo deseo de conocerte, protegerte y no alejarme nunca; espero me lo permitas.
Te quiere, Kim Wonsik .
-¿Recuerdas qué traía puesto?- pregunté sorprendida, era un detalle bastante irrelevante como para permanecer tan fresco en su memoria.
-Claro que sí, lucías maravillosa- dijo sonriendo con dulzura. Realmente era distinto, no se asemejaba en lo más mínimo a nadie que hubiese conocido en mi vida, y eso lo hacía perfecto.
-¿Protegerme? ¿a qué te referías con eso?- aún tenía muchas dudas por resolver, y de cierta forma, temía la respuesta que diese a cada una de ellas.
-Algo en tu mirada me dijo que necesitabas compañía aunque no lo demostraras demasiado. Terminé de confirmarlo después de todo el asunto con Sehun, porque antes de él, lucías como una chica ruda, valiente y algo fría; pero cuando él llegó todo cambió, te mostraste frágil- respondió con seriedad y calma.
-¿Qué quieres decir con que no puedes dejar de pensar en mi?- no podía dejar de sentir curiosidad por cada una de las palabras citadas en aquél trozo de papel, ya había olvidado incluso el perfecto desayuno que había frente a mi.
-Creo que me gustas, Jihyun- respondió soltando el aire por la boca.
-¿Te gusto?- habíamos llegado finalmente a la pregunta que más temía y mi esfuerzo por alargar la conversación desapareció con aquella pequeña frase que había salido de sus labios.
-Sí. Eres la mujer más maravillosa que he conocido en mi vida, todo en ti me fascina y cada vez logras sorprenderme y cautivarme mucho más. No paro de pensar en tu sonrisa, en tu mirada, en tus expresiones; no paro de pensar en ti ni en lo más mínimo e insignificante de tu ser, porque incluso tu esencia está impregnada en mi memoria. No tienes idea de lo mucho que disfruto el simple hecho de verte completamente inmersa en tus pensamientos, durmiendo o tomando una taza de café...Jihyun, sencillamente me traes loco- no apartó sus ojos de los míos ni un solo instante, demostraba completa seguridad en todas y cada una de las palabras que decía.
Él era tan distinto.
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He's Different
FanfictionJung Jihyun, la típica chica que cierra las puertas de su corazón después de una traición, caerá bajo las garras del amor una vez más ante lo que ella considera odioso y repugnante.