Jung Jihyun, la típica chica que cierra las puertas de su corazón después de una traición, caerá bajo las garras del amor una vez más ante lo que ella considera odioso y repugnante.
-Tranquilizate- decía Wonsik tomando mi mano con fuerza para evitar que esta temblara. Nos hallabamos parados frente a la puerta de la casa de sus padres esperando a que ésta se abriera, ¿por qué no me hice la enferma? Seguramente me de algo en cuanto los vea y así tendremos que irnos, sí, eso no estaría tan mal. -¡Cariño!- la voz de quien supuse era su madre me sacó de mis pensamientos y aceleró mi corazón. -¡Mamá!- respondió él alegre mientras se acercaba a su madre para abrazarla al tiempo que soltaba mi mano. Perdí todo mi apoyo, podría simplemente salir corriendo de ahí y quedarme escondida entre algún arbusto o algo parecido pero mis pies no reaccionaban, una lástima. -Pasen, pasen- su sonrisa me tranquilizó un poco, aunque no dejaba de pensar en cosas trágicas como que me empezaría a amenazar cada que Wonsik se girara o algo similar. Hice una pequeña reverencia y entré con Wonsik tomándome de la mano. -¡Hijo mío!- algo similar a lo ocurrido con su madre sucedió; luego nos invitaron a sentarnos en la pequeña sala de estar, de hecho era un lugar muy acogedor. -¿Gustas un poco de té?- me preguntó la madre de Wonsik sonriente. -Oh por favor- respondí sin dejar de sonreír, no sé cómo lograba que luciera tan natural si por dentro moría de nervios. Wonsik notó como temblaba mi mano porque la apretó con fuerza y me sonrió. Unos cuantos minutos después regresó la madre de Wonsik con una bandeja y las tazas de té en ella, repartió la bebida y se sentó junto a su esposo aún sin dejar de mostrarse alegre. -Entonces, Jihyun- la seriedad en el rostro de su padre me aterraba -¿Por qué decidiste salir con este tonto?- preguntó soltando una pequeña risita. Sentí el aire llegar nuevamente a mis pulmones y sonreí, di un pequeño sorbo al té y me enderecé en mi lugar. -Bueno señor, verá...Wonsik se ha vuelto una de las personas más importantes de mi vida. Siempre me demostró apoyo y me brindó consejos, ha sido ese "hombro" sobre el que puedo llorar sin temor. Desde que lo conocí ha estado para mi en mis peores momentos y a su lado me es casi imposible el no sonreír, creo que simplemente me hace feliz estar con él- respondí viéndolo a los ojos, quizá no había sido el mejor sermón pero con los nervios que tenía había resultado bastante bien. Noté como su madre apretó su falda y no sabía si sentirme bien o salir corriendo de ahí para evitar problemas. -Cuando lo conociste, ¿sabías que era idol y contaba con tanto dinero?- preguntó su madre con una sonrisa...No alegre, más bien comprensiva. -Algo así, sabía que era idol aunque no era consciente de cuán conocido era...Creo saber qué desea conocer con su pregunta y no señora, no estoy con Wonsik por su dinero o fama, lo quiero por quien es siendo o no un idol- respondí un poco más calmada. Ambos parecían estar satisfechos con mis respuestas, luego pasamos a preguntas que me preocupaban menos, edad, familia, estudios y todo ese tipo de cosas. -Creo yo que ya le hemos realizado suficientes preguntas a Jihyun, pero hemos pasado por alto a nuestro querido hijito- dijo su madre sonriendo esta vez con algo de malicia -Según lo que me ha contado tu hermana y ahora ha corroborado Jihyun, fuiste tú quien fue tras ella, ¿por qué? ¿qué te gusta de estar a su lado?- añadió sin dejar de sonreír. -Mamá- dejó escapar un suspiro -Desde el primer momento en que la vi, algo me atrajo y cuando empecé a hablarle me atrajo mucho más; sabía que no pertenecía al mundo de la farándula porque Hye ya la había mencionado antes y me pareció fascinante la forma en que rechazaba a más de un chico en la fiesta a los que otra chica, idol o no hubiera aceptado de inmediato, incluyéndome. Parecía tan decidida, fuerte y madura pero a la vez tan jovial y alegre, me sorprendió el poder conocer su lado débil aquella misma noche. Me gusta estar a su lado porque me hace sencillamente feliz, el verla sonreír a causa mía o no es lo mejor que puede haber- respondió en un tono ligeramente serio. -¡Te lo dije!- gritó su madre en cuanto él acabó -Ay cariño, me alegro tanto por ti, por ambos. Ustedes son tal para cual, la forma en que se miran lo dice todo. Jihyun, eres maravillosa y permíteme decirte que nunca he visto a mi hijo más feliz al lado de alguien; eres completamente bienvenida a nuestro hogar cuando lo desees y todas nuestras bendiciones para su hermosa relación- añadió abrazandome con fuerza. -Muchísimas gracias- respondí a su abrazo. El resto de mi "tarde infernal" resultó maravilloso, hablamos de temas más variados y finalmente llegamos a la encantadora parte en que su madre me enseñó unas cuantas fotografías de Wonsik de niño y en su adolescencia, era lo más tierno que había visto en mi vida mientras que él bufaba cada que veía una foto suya en pañales o en la bañera. -Luzco completamente estúpido- dijo viendo una foto suya en una reunión familiar. -Luces completamente adorable, mira esa carita y esas mejillas que dan ganas de estirar- me giré para tomar sus mejillas y molestarlo un poco. -No sé por qué vinimos- su expresión era seria pero por su tono de voz se sabía que estaba conteniendo la risa -Oh mira, mis padres- dijo señalando unas cuantas fotos. -Y tú- añadí señalando otra.
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-Bueno, al menos ahí no me veo como un estúpido- dijo sonriendo. -Tus padres lucen tan tiernos y tu madre se ve tan hermosa- las fotos me habían hecho un nudo en el estómago y empecé a pensar en Wonsik y yo en un futuro lejano. ¿Sería realmente posible? -¿Y yo qué? ¿yo no me veo hermoso?- preguntó intentando hacer un puchero que no salió nada bien. -Sí, pero tus padres se ven más lindos- dije riendo. Él bufó y me abrazó por la cintura. -Ya verás cómo me burlo de ti- susurró en mi oído y depósito un beso en mi mejilla. -Como tú digas- respondí sin apartar la vista de las fotografías.
