Te amo.

19 4 2
                                    

Han transcurrido nueve meses desde aquella tarde que consideré apocalíptica en un principio pero que terminó llena de buenos y gratos recuerdos.

-¡Oh! No puedo creer que estén cumpliendo un año juntos, es tan lindo- decía Hye dando vueltas en la cama -¿Piensas hacerlo?- preguntó sentándose de repente con una sonrisa maliciosa.
-No lo sé, déjame tranquila, ¿quieres? Mejor actualizame, ¿cómo van las cosas entre tú y Yuta? ¿Taeyong y Lisa?- evadir aquél tema era lo más conveniente.
-Con Yuta todo va perfecto, ¿qué podría decirte? él es simplemente maravilloso y lo amo. ¡Taeyong y Lisa! Perfección, no había visto a Lisa tan feliz desde que empezaron a salir oficialmente- respondió sonriente.
-Me alegro tanto por nuestra pequena. ¿Sabes? Taeyong me agrada mucho, pero si le llega a hacer algo a nuestra bebé, lo patearé hasta el cansancio- dije soltando una carcajada seguida por Hye.
-Estás loca. Te seguiría de no ser porque Taeyong es el mejor amigo de Yuta, tan sólo imagina que a ti te patearan hasta el cansancio sin yo poder hacer nada y peor aún, que sea mi novio, es algo imperdonable; por otro lado, si lo haces Yuta te va a odiar- reía de vez en cuando mientras miraba a la nada.
-Cierto, y entonces iniciaría una guerra por tu amor- seguí su tragedia con un tono de narrador de cuentos infantiles.
-¿Qué harás con Wonsik esta noche?- de nuevo aquél incómodo tema -Usen protección, todas esas cosas- como la detestaba.
-Jódete Hye, ¿qué si no lo hacemos?- dije frunciendo el ceño.
-Claro. Sólo dile que sea cuidadoso- podía llegar a ser extremadamente irritante.
-Mira esto mejor, ¿te parece bien?- dije mostrando el vestido que planeaba usar esa noche. Era blanco y de encaje; con la espalda medio descubierta, un poco más arriba de la rodilla, mangas hasta los codos, ajustado hasta la cintura y con vuelo en la falda.
-Es perfecto, ¿y los zapatos?- tenía razón, era perfecto; la mezcla justa entre formal e infornal.
-¡Estos!- respondí mostrándole el par de tacones de un tono ligeramente más claro que el durazno.
-Oh y usa aquella joyería que te regaló el mes pasado- añadió ella emocionada al tiempo que se ponía de pie para buscar la joyería -¡Ve a ducharte ya! Debo hacerte un peinado, ni creas que usarás un atuendo tan lindo con un cabello y maquillaje cualquiera- me empujó hasta el baño y cerró la puerta, me devestí y tomé una ducha. Salí envuelta en la toalla para pedir un último concejo.
-Abre esa caja de allá y dime qué tal está- le dije parada en el marco de la puerta del baño señalando en dirección a la caja con la cabeza.
-¡Oh por Dios! ¡Me fascina! Wonsik morirá en cuanto te vea con esto- dijo corriendo hacia mi con la caja en manos -Pontelo rápido y enseñame- me entregó la caja y se arrojó sobre la cama. Entré nuevamente al baño y me puse el conjunto de ropa interior, me miré al espejo y quedé completamente satisfecha con mi imagen. Las pantys y el sostén eran de encaje negro, se adaptaban tan bien a mi cuerpo que me sentía como una modelo de Victoria's Secret.

-¡Sal ya!- el grito de Hye me sacó de mi fantasía. Me puse la bata de baño y salí desparramando la puerta llena de drama -Muestrame de una maldita vez- parecía desesperada por ver. Le sonreí y dejé caer mi bata aún más dramática que antes.
-¿Qué tal?- pregunté dando una vuelta.
-Wonsik se va a morir. Te verá vestida y empezará a agonizar, cuando estés en ropa interior suplicará piedad y cuando estés desnuda ¡bam! deberás llamar a la ambulancia. Vístete rápido que no hay mucho tiempo- no sabía cuál de las dos era más estúpida, ambas reímos y me vestí rápidamente, me senté frente al tocador y dejé todo lo demás en sus manos.

-¡Acabé!- dijo separándose finalmente. Giré a verme en el espejo y quedé en un ligero shock, simplemente no parecía yo. Traía el cabello suelto con ondas naturales y un maquillaje en tonos tierra que hacía mi mirada aún más profunda.
-¡Me encanta, eres una maldita genio!- la abracé y fuimos hasta la sala para esperar a Wonsik -Te dejo las llaves de la casa y el auto, has lo que quieras menos una fiesta y si decides irte, por algo dejo las llaves del auto; no llevaré móvil, lo arruinaría todo, así que si llega a ser urgente, llama a Wonsik. Te quiero muchísimo- le dije al escuchar que golpeaban la puerta, ella sonrió y me guiñó un ojo.

-Wow, luces estupenda- dijo viéndome de los pies a la cabeza y tomándome de la mano para hacerme dar una vuelta -Perfecta- añadió besándome con ternura. Salimos del edificio y condujo hasta aquél maravilloso restaurante donde habíamos tenido nuestra primera cita, aunque haya transcurrido un año no dejaba de llamar mi atención lo íntimo de lugar.
La cena fue bastante tranquila, brindamos por nuestra relación y recordamos anécdotas vergonzosas. Cuando terminamos regresamos a su casa y nos sentamos en la sala a ver una película abrazados.

-Cariño, esta película es muy mala- dijo él haciendo puchero.
-Y yo que no dije nada porque pensé que te estaba gustando, ¿quieres jugar videojuegos?- dije poniéndome de pie y halandolo del brazo para hacer que me siguiera.
-Que gran idea- dijo poniéndose de pie y subiendo las escaleras sin soltarme de la mano.
-¿Puedes prestarme una camisa? Quiero cambiarme- le dije estando ya en su habitación.
-Oh sí- respondió abriendo el closet para sacar una camisa ancha. Me dirigí al baño y me cambié,  salí y me senté frente a él en el borde de la cama.
-Te amo- dijo sonriendo, me tomó del rostro y me besó. Era la primera vez que escuchaba aquellas palabras salir de sus labios; no dudé y en cuanto rompimos el beso le respondí con otro "Te amo". Porque realmente así lo sentía,  porque realmente lo amaba.

He's DifferentDonde viven las historias. Descúbrelo ahora