Primera vez.

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-Son las tres de la mañana, creo que deberíamos dejar de jugar- le dije al ver la hora rápidamente en mi móvil.
-Oh vamos, una ronda más- no apartaba la vista de la pantalla.
-Está bien, creo que te gusta que te gane- tomé de nuevo el mando e iniciamos partida.
-Ni lo creas, te demostraré quién es el rey- parecía motivado a ganarme a toda costa pero a decir verdad, su personaje no estaba bien equipado como para vencer al mío con tanta facilidad.

-¡Te gané! De nuevo- dije poniéndome de pie en frente suyo para burlarme por su derrota.
-Sí, como sea- me entregó el mando.
-Creo que ahora si deberíamos dormir- Le dije mientras dejaba el mando sobre la mesa; él estaba sentado al borde de la cama, yo me acerqué y me paré en frente suyo, él me tomó de las caderas y me besó. Mientras nos besabamos él se deslizó por la cama hasta quedar acostado, yo estaba encima suyo y podía sentir su entrepierna rozando con mis bragas,empecé a mover mis caderas lentamente, él puso sus manos sobre mis glúteos, las deslizó a mi espalda, subiendo lentamente la camisa y deshaciendose de ella, dejándome en ropa interior. Me quitó el sostén y posó sus manos sobre mis pechos, tocando mis pezones de vez en cuando; se apoyó con los codos en la cama y se sentó, tomando nuevamente mis glúteos. Hizo una rápida maniobra y cambiamos de posición, ahora era él quién estaba sobre mi, sus labios rozaron los míos una vez más y lentamente bajó hasta mi vientre, siguiendo un camino de besos y mordidas. Él me miró desde abajo como buscando mi aprobación para lo que seguía, yo asentí con la cabeza; tomó mis bragas y las bajó lentamente, dejandome ahora completamente desnuda. Deslizó sus manos por mis piernas mientras las besaba e iba subiendo, las abrió con cuidado y besó mi vagina, deslizó su lengua lentamente haciendo círculos cerca al clítoris mientras introducía sus dedos cuidadosamente, era tan placentero que perdí la noción del tiempo, sólo se repetía aquella escena: yo retorciendome de placer y aferrandome a las sabanas mientras algunos gemidos escapaban de mis labios.
Cuando acabó, subió lentamente y me besó, introdució su lengua en mi boca y acariciaba mis pechos de vez en cuando, luego se separó y me miró a los ojos, esta vez su mirada era tan profunda que sentía como si aquellos ojos oscuros pudiesen ver hasta el último rincón de mi alma. Él acomodó mi cabello y me dijo con voz grave:"Entonces, ¿esta es tu primera vez?", yo asentí con la cabeza y desvíe la mirada; él se quitó la camisa y mientras me besaba yo le desabroché el pantalón, se paró y se deshizo de todas sus prendas, me besó una vez más y me preguntó en un susurro si debía usar preservativo, yo negué y acaricié su cabello, él me tomó de las caderas y me dijo al oído: "Si te lastimo, hazmelo saber", tomó su miembro con una mano mientras que con la otra abría mis piernas y lo introdució en mi vagina lentamente, al principio era doloroso pero después de unas cuantas embestidas el placer superó la incomodidad, de vez en cuando de los labios de ambos salían gemidos. Él aceleró el ritmo y yo me aferré a su cuerpo, sin intención clavé mis uñas un par de veces en su espalda pero parecía que no le molestaba; nuevamente se las ingenió para cambiar de posición, estaba yo arriba y  él movía mis caderas lentamente, nos besamos y llegamos juntos al clímax perfecto, él se sentó y me abrazó, acabó dentro y casi al unísono ambos dejamos escapar un gemido; estuvimos abrazados unos cuantos minutos más mientras su sudor y el mío se mezclaban, nuestras respiraciones agitadas se combinaban en una sola y sentíamos nuestros latidos casi en sincronía. Él se deslizó en la cama y volvió a estar acostado, yo bajé y me hice a su lado; él volteó a verme, sonrió y me besó, nos abrazamos nuevamente y finalmente hicimos aquéllo que deseábamos desde hace tanto, dormir.

-¡No me jodas!- gritó Hye al terminar de oír mi historia.
-¿Qué? ¿no fue lindo?- pregunté confusa.
-No es eso, es que...¿Cómo no murió por tu ropa interior? Me dices que no hizo ningún comentario respecto a eso, tiene que estar loco- parecía completamente indignada por la forma en que Wonsik ignoró mi lencería.
-Supongo que no se fijo en eso porque estaba muy ocupado viendo otras cosas- traté de "defenderlo" pero aún así ella no parecía muy convencida.
-Como sea, al menos fue cuidadoso- no sé cómo había sido capaz de contarle todo aquello sin morir de vergüenza.
-Sí...Bueno, cambiemos de tema- no quería volver a mencionar aquella noche en un buen tiempo.
-Ah sí, entonces finalmente se dijeron que se amaban, eso es tan lindo. ¿Sabes? La verdad es que conozco a Wonsik desde hace mucho tiempo y nunca había visto que estuviese tan interesado por alguien como lo está por ti, es como que llegaste a su vida y desataste una nueva faceta. Me alegro mucho por los dos, ojalá un día de estos te pida matrimonio- todo lo que dijo me había conmovido hasta que llegó al final.
-¿¡Qué!?- pregunté atónita por tal idea.
-Sí, lo que oíste. Seré la madrina,  Yuta el padrino, mi sobrina puede ser la niña de las flores y Lisa una de las damas de honor y no lo sé tanta gente. Tus padres, los de Wonsik, amigos. Conozco una organizadora excelente, tiene unas ideas increíbles, oh y he visto unos vestidos preciosos, ya sé cuál te quedaría a la perfección. ¡Podemos hacerlo en la casa de campo de mis padres!- parecía muy emocionada con todo el asunto.
-Hye, regresa a la realidad. No nos casaremos, ¿por qué mejor no te pones a organizar tu boda con Yuta?- le dije riendo.
-Porque Yuta y yo no nos casaremos, es obvio- rodó los ojos.
-Wonsik y yo tampoco, deja de pensar estupideces- me golpeó en la cabeza y renegó por matar sus fantasías. Por otro lado no pude evitar pensar en si realmente llegaría a suceder algo así, ¿Wonsik y yo casandonos? Me parecía una idea bastante loca y salida de la realidad pero de la misma manera, no se sabe qué pueda suceder en un futuro.

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