Manuscrito Perdido

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¿Qué hay de esa mañana iluminada por las estrellas? Esa, donde soñó y pensó que no estaría sola.
Hay mil y un caminos y sólo uno se contempla con claridad, el más árido, ¿no podrá decidir?

Pobre bondadoso corazón, que fue encerrado en las fauces de la crueldad, oscura, luego de saborear la ternura del amor.
Pobre ser, que fue amado y abandonado a su suerte. ¿Realmente fue amado?

Quiso compartir lo que en su corazón abundaba, guardado en una caja, amarrada con lana;
pobre alma bendita, se hundió por sus deseos.
¿Culpa tiene de descansar al deslizar un lápiz?

Condenada a la mediocridad del mundo, más le duele la miseria de quien no la deja entrar a su corazón, dolido,
y cuán dolida queda ella.

¿Pero cómo ha de creer el amor si en sí misma no cree?
Sus ojos ven otro mundo. Un mundo mejor.
Y se encuentra con el miedo en medio del camino.
¿Entonces?
Se esconde en los corazones que la recibieron, cuando no están,
Intenta entrar en los encerrados,
y aviva el dolor ajeno.

Cuánto mal hace, forzando lo que no ha de ser. Y sufre por lo que no debe. Pero qué necia es también, mucho se le ha dicho, pero insiste en mantener aquello en lo que la humanidad dejó de creer.

Y aunque le queda la voluntad, le falta la autoridad misma para derrumbar el muro.
Que si lo hace, qué sola quedará entonces.

Pobre corazón, tan maltrecho.


2017,
19

Gris Y CelesteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora