A Quien Busco

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Si me sintiera triste,
¿tú lo estarías?
Y si buscara palabra de consuelo,
¿la encontraría en tí?

No sabré la respuesta nunca,
pues te quiero y me quieres,
y sólo me atacas.
Me oprimes. Me dañas.

Soy masoquista entonces,
o tal vez
trate de mejorarte.
Quiero encontrarte,
pero sólo te escondes de mí,
y pienso en la razón.

Recuerdo que dañé, una vez,
mientras tú,
pocos son los días
que no truenan junto a tí.
Ya me he acostumbrado.
Alguien pidió una vez
no acostumbrarme a nada:
le fallé. Vivo con tu dolor.

Me destruyes.
Y no puedo separarme.
¡Qué masoquista soy!

¡Coherencia! ¡No pido más!
No pidas que cambie,
si tú no has de cambiar también.
Ya mucho me has roto,
ya quiero armarme.

Deja de tirar mis muros,
o te juro
más fuertes se harán.
Y odio cuando mimas,
pues es cuando me derrito,
pero odio más
cuando no es a mí,
porque a mi corazón omites.

Me cambiaste
y no lo pude evitar,
Aprendí a armarme
en vez de aprender a amar.
Así que no me culpes,
¡Fue la vida la que nos llevó!

Yo seguiré luchando
por encontrarte,
negándome a desistir:
por aquellos tiempos
es que mereces ser de nuevo feliz.
Y hallaremos un punto medio
para que podamos juntos
comenzar a vivir.

Gris Y CelesteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora