Capítulo 8

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La pantalla del ordenador me devolvía una mirada llena de envidia por estar más pendiente del móvil que de ella. Aún no me había llamado y me estaba empezando a desesperar. Solté el móvil con resignación, reprochándome a mi misma la paranoia que llevaba encima. 

Intenté volver a centrarme en redactar todo lo que tenía atrasado y que tenía que haber hecho durante el fin de semana, pero acabé levantándome del escritorio y dirigiéndome a revisar la nevera por tercera vez. Pensaba que esto de trabajar iba a ser distinto a mi época de estudiante, pero la falta de concentración continua, el estrés y las ganas de tirarme al sofá a hacer nada, no decían lo mismo. 

Llevaba toda la tarde en mi “despacho” o habitación con escritorio y ordenador. Había buscado expresamente un piso con bastantes habitaciones para no acabar como muchos de mis compañeros: durmiendo, comiendo, trabajando y viendo la televisión en el dormitorio. Era una persona ordenada y me gustaba tener todos los aspectos de mi vida bien separados y delimitados. 

Al volver a mi lugar de trabajo mis ojos se iluminaron, al igual que la pantalla del móvil, que resplandecía a la vez que vibraba. Dejé el yogur y las nueces que había traído para merendar y me abalancé sobre el móvil como alma que lleva el diablo. 

“Mamá”, rezaba la llamada entrante. Tras ahogar un grito de rabia en la garganta y reprimir las ganas de tirar algo al suelo, contesté. Tal y como esperaba, me echó en cara el no haber encendido el móvil en estos días, me repitió reiteradas veces que qué había estado haciendo, que cómo se me ocurre darle ese susto y, por supuesto, que si era tonta. 

-Lo siento mucho, mami. Me dejé el cargador en el piso y no iba a comprarme otro para un par de días, son carísimos. Además todos sabíais donde estaba, podíais haber llamado a mi hotel. Yo es que he estado muy liada, no he parado ni un momento. 

-¡¿Pero que hotel, Alice?! Si no nos dijiste al final a qué hotel ibas. Mira, estoy muy enfadada contigo. -Sentenció la voz chillona de mi madre al otro lado de la linea. 21 años y seguía echándome las mismas broncas que con 16.

-Ah, mierda, es verdad -Mentí e hice el papel lo mejor que pude. Claro que sabía que se me había “olvidado” decirles que hotel era. Tan simple como que no había hotel. -Bueno, pero estoy perfectamente y me lo he pasado muy bien por allí, que es lo que cuenta, ¿no? ¿Que tal vosotros? -Cambié en seguida de tema, y sobre el cuarto de hora después, por fin colgamos.

Tampoco es que no quisiera hablar con mi madre, la quiero muchísimo, pero estaba sufriendo por si la llamada de Louis llegaba en ese preciso momento y yo me encontraba comunicando. 

De todos modos, no fue así y acabé la tarde sin noticias. Bloqueaba y desbloqueaba constantemente el móvil y sobre las nueve fui yo la que se decidió a llamar, pero no a Louis, sino a mi amiga Julie.

-¿Juls? -Pregunté al escuchar que había descolgado. -Ya he vuelto -Le comuniqué.

-¿Cómo ha ido? -No tardó ni un instante en sacar el tema. Ella era la única persona que sabía que había estado haciendo. 

-Pues hasta hace un par de horas te habría dicho una cosa, pero ahora... -Dejé escapar un suspiro exhausto y proseguí -No sé, tía, yo qué sé... ¿Has cenado ya? -Pregunté con la esperanza de que viniera -¿Quieres venir a cenar a mi casa y hablamos?

-Baja a por pizza que en media hora estoy allí. -Me contestó sin dudarlo y ambas colgamos. 

En menos de veinte minutos ya tenía dos pizzas en la mesa de mi salón. Siempre pedíamos una carbonara y una barbacoa, no hacía falta que le preguntara para saber que pedir. Continuaba mirando el móvil de manera desquiciada hasta que acabé por tirarlo contra el sofá en un acto de rabia y desesperación. Tras esto y sin ganas de ir a recogerlo, me senté en una de las sillas a intentar aclarar las ideas antes de que llegara Julie. 

¿Qué le iba a contar? ¿Que habíamos pasado un fin de semana de lujo? ¿Que nos habíamos peleado un par de veces para no variar? ¿Que me había prometido que iba a dejar a Eleanor... otra vez? ¿Que también había prometido llamarme y que aun no lo había hecho? Bueno, como comienzo esa era una buena síntesis y también la manera más rápida de que me llamase tonta e ingenua y acabáramos el ritual cuanto antes. 

Ni si quiera me apetecía poner música. Con mi respiración y el sonido del reloj como única banda sonora esperaba a Juls sentada, con la mirada perdida y la mente algo dispersa también. En momentos como esos me hubiera gustado poder volver atrás en el tiempo años y años antes, hacer las cosas de otra manera y desear que mi presente no fuera así. Pero como aquello era totalmente imposible, lo único que podía hacer era repasar mentalmente todos mis errores en la vida para ver si podía averiguar cual de todos era el que había dado pie a que el karma me jodiera de esta manera. 

El timbre sonó. Julie llegaba diez minutos tarde, como de costumbre. Aun así abrí la puerta desesperada por contarle todo y escuchar lo que ya esperaba que iba a escuchar. 

-¡Alice! -Exclamó una vez hube abierto del todo y se abalanzó a abrazarme. La apreté con fuerza contra mi e hice un par de pucheros aunque no pudiera verme. -¿Cómo ha ido, corazón?

-Como el culo. No quiero pensar eso pero me parece que sigue siendo el mismo cabrón que hace unos meses. -Declaré con la cara aun enredada en su pelo. Me acarició la espalda intentando darme algo de consuelo, pero solo consiguió que me sintiera como un perro desvalido que acaban de encontrar bajo la lluvia. 

-Bueno, vamos a cenar y me relatas un poco. 

Le hice esa preciosa síntesis de los días en la montaña. Ella escuchaba atenta y murmuraba algunas cosas interrumpiéndome con la boca llena. Una vez hube llegado a la parte donde Louis se olvidaba por completo de los tres días y no me llamaba, me preparé para la lluvia de improperios contra mi y contra él que me esperaban. 

-Pero, vamos a ver, Sparkie, -Esa era la manera cariñosa que tenía de llamarme desde hacía años, que siempre me había recordado al nombre de un perro. -¿por qué no le llamas tú?

-¿Pero tú eres tonta? -Exclamé indignada. De ninguna manera iba a arrastrarme por él. -Si quiere algo de mi que me busque él, ¿estamos locos o qué? 

-¿Pero es que tú no quieres algo de él? -Me preguntó doblando por la mitad la porción triangular que acababa de coger. Tenía una manera peculiar de comer la pizza, pero decía que así lo hacían en América y así lo iba a hacer siempre. 

-Pues claro que quiero algo de él, lo que no quiero es ser la subnormal que se hace ilusiones para que luego me peguen la patada, como obviamente acaba de hacer él descaradamente. 

-¡Sparkie, no me enfades! Con esta actitud no vas a llegar a ningún lado. Le vas a llamar y no te vas a arrastrar. Le vas a pedir explicaciones y le vas a insultar mucho si te vuelve a plantar. Las dos le conocemos de sobra y sabes que lo que le hace falta desde hace tiempo es alguien que le ponga en su sitio, y ese va a ser tu trabajo.

-Pero... -Fui a protestar pero me cortó antes de que pudiera decir nada más.

-De peros nada, ¿quieres que te siga mangoneando? -Preguntó señalándome de manera acusadora con el dedo índice. Negué con la cabeza, no muy convencida. -Pues le llamas. Ya. Que yo te vea. 

-Está bien, pero ya verás la maldita gracia lo bien que me va a salir -Dije irónicamente. -¿Y si aun no me ha llamado porque no ha tenido el momento adecuado para dejarla? -Intenté justificarlo desesperadamente.

-¡ALICE! -Gritó Julie.

-Vale, vale, llamo. 

-

¡Holiii chiquitines!

Pues un día más tarde de lo que esperaba cuelgo el nuevo capítulo, pero sé que me perdonáis jajajaja

Ya hemos salido de la casita en la montaña y hemos vuelto a la realidad y bueno, esto es lo que ha pasado. ¿Que creéis que ocurrirá cuando Alice llame por fin? ¿Pensais que hace bien dando el paso ella o que se va a llevar un batacazo?

Ah y ya tenemos a un nuevo personaje, Julie. ¿Cómo os ha caido? ¿Cual será su opinión de todo este lio? En el próximo cap se revelarán algunas de las incognitas! 

Muchas gracias a todas las que leen, votan y comentan cada capi sois amor del bueno!

Bestitineeeees<3

Morning (Louis Tomlinson) // Actualizaciones lentasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora