¿Alguna vez el amor te ha llegado con la persona que creías de lo mas desagradable? ¿la primera impresión fue incluso razón suficiente para desearle el peor de los males?.
Andrés ya era un jovencito bastante complicado desde sus catorce años; con...
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Se dice que cuando dos personas no se llevan del todo bien, es porque son más compatibles de lo que creen...
"ESEHOMBREALQUELEGUSTASTANTO "
Era una clase como muchas otras. Un ambiente pesado, un cielo afuera sin luz, y murmullos muy obvios dentro del salón en medio de un examen.
Andrés ya estaba terminando de contestar la última pregunta en un tiempo considerablemente bueno, mientras su compañera de a lado intentaba copiar entre los escritos, aquellas respuestas que le faltaban.
-No chingues Andrés, no puedo copiar la cinco porque no quitas tu brazo.- musitaba con enfado.
-Perdón, es que... anda viendo para acá otra vez.-susurro eso último.
-Ash, no mames. Pinche suerte culera.
Jessica se resignaba a reprobar al ver al maestro que no despegaba la mira del lugar de esos dos.
- Más te vale que no me abandones hasta que acabé, ¿me oíste maldita?.
-Tranquila, sabes que no.
El pobre no sabía que hacer con esa mirada fijada en sus pupilas. Siempre era así, como todas las clases que tenía. El maestro Alberto dedicaba unos momentos para contemplar al caucásico muchacho de ojos verdes.
-¿Ya viste?, no mames, te acaba de sonreir. - Jessy estaba al tanto de esas actitudes desde hace mucho.-güey , se ve que te quiere coger por atrás bien y bonito.
-Cierra la boca Jess.
Andrés evadía esas señales de interés siempre por miedo. Aquel joven maduro de 26 años que les impartía historia de México II tenía una forma muy peculiar de mirar y de buscar contacto físico que le estremeciera a nuestro tímido muchacho.
Después de unos minutos, la distracción del docente tuvo que desaparecer en cuanto se acercaron unos cuantos alumnos para entregar sus exámenes. Rápidamente Jessica aprovechó para escribir lo que su cómplice le dictaba en cada respuesta, y en cuanto acabó, corrió a su amigo para ella esperar y salir rato después.
Andrés estaba nervioso, y con ligeros inicios de enrojecimiento en sus mejillas. Al ir caminando hacía el escritorio que se encontraba completamente libre para él y nadie más ; tímidamente le tendió el papel en sus manos, y disimuló un susto cuando sintió el roce directo de una mano grande y morena como el azúcar moscabado que le recibió dicha prueba.
-¿Y cómo sintió el examen joven Astorga?- dibujaba una leve sonrisa para no hacer más obvio su trato.
-Bien... yo...se me dificultaron dos, ...pero creo que supe contestar aún así.
