Capítulo 9

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DOMINGO DIVIDIDO

Era un día caluroso como muchos en la ciudad; en el parque Xóchitl donde el sol puesto desde lo más alto era el principal anfitrión de una tarde que recordaría por mucho tiempo.

-Y entonces ¿qué querías decirme?- preguntó con un aire extraño de indiferencia e interés, hacía su acompañante, otro chico casi de su misma edad.

Ambos permanecían bajo uno de los árboles de más amplio follaje que acostumbraban usar como sombra,en su lugar de encuentro cuando decidían ocasionalmente matar las horas de escuela.

-Ahora no sé si sea lo correcto hacerlo- le respondía el menor mientras sus dedos ansiosos jugueteaban con el escaso pasto del suelo, pues sabía que era arriesgado lo que planeaba.

-No me digas que rechacé una salida para que te retractes de decirme eso tan importante que insistías hablar conmigo-decía un tanto fastidiado.

Al oír a su amigo decir eso, su respiración se agitó y su objetivo se desvió con una imagen rondando por su mente. Al parecer era necesario saber algo.

-Entonces... ¿siempre sí te decidiste por andar con Claudia?- su voz mostraba cierto desanimo por la noticia.

-Bueno, solo acepte ir al cine-agrego luego de un suspiro-No es como que ya la haya hecho mi novia.

De pronto unas risillas forzadas salieron por su boca. Ahora era él quién se sentía acorralado.

-¿¡Por qué lo hiciste?!- un reproche no tardó en reafirmar la molestia.

-¡Oye! ¿¡Qué te pasa?! ¡Tranquilízate güey, tampoco es para tanto!

-¡¿Qué no es para tanto!?. No estabas interesado en ella, ni siquiera te gusta. ¿En serio eres consciente de lo que haces Felipe? ¡Porque yo creo que...!

-¡Basta! cierra la boca ¿quieres?

Ramiro enmudeció.Era la primera vez que le escuchaba gritarle,nunca antes lo había hecho. Y eso fue inmediatamente percibido por ambos.

-Sabes por qué lo hice, yo simplemente... no quiero hacer las cosas más difíciles.

-No mames Feli, a nuestra edad cualquier pendejada nos parece complicada.

- No seas idiota, sabes de lo que hablo.

Fue en ese instante de tensión, que entendió lo que su amigo tenía.

-Deberías intentar decirle lo que sientes, ella podría...

-¡Lo intenté!- respondió un poco fastidiado-cuando tuve la oportunidad anteayer que nos dejaron solos por un momento...

-¿Y por qué no lo hiciste?

-Primero por pendejo, y segundo porque ella termino confirmando lo que venía sospechando desde hace un tiempo.

- Eso es imposible güey, seguro de nuevo te confundiste. Es como la obsesión que tienes en decir que yo...

-¡Deja de decirme que estoy equivocado! ¡no soy pendejo! es tan evidente ¡Marcia solo permanece cerca tuyo, platicando y riéndose de tus chistes.

-Eso es porque somos amigos . Recuerda que vamos en el mismo taller.

-Olvídalo, no vas a convencerme de lo contrario. Ella no va a saber que existo por más que busque frecuentar sus círculos. Y no se fijará en mí cuándo ya tiene a alguien en mente.

-¡No tiene a nadie!

-¡Que sí chinga!

-Si le gustará ya me lo habría insinuado

"Las Ruinas De Un Amargo Sabor"-LGBTWhere stories live. Discover now