* * Capítulo Tres * *
Gemí levemente. Había un peso no normal sobre mí. Me sacudí ligeramente.
-. ¿Huh? -murmuró una voz suave-
Abrí mis ojos rápidamente. Demoré unos segundos antes de poder asimilar bien las cosas.
¡¿Qué demonios?!
Había una chica completamente desnuda sobre mí, podía sentir su piel y sus pechos chocar contra mi torso desnudo. Su respiración era pesada, su cabello tenía un extraño y extravagante color blanco grisáceo, su piel era blanquísima, y por cierto, suave. Sus ojos cerrados dejaban ver unas pestañas largas y rizadas.
Mi respiración comenzó a agitarse y mi erección creció notablemente. ¡Qué demonios estaba pasando! No sabía qué hacer en una situación así, por eso solo opté por despertarla. Con mi mano derecha, la cual olvidé mencionar estaba sobre la espalda de la chica, la sacudí con gentileza. La peliblanca se quejó, moviéndose ligeramente. La sacudí de nuevo, esta vez más fuerte. Emitió un gemido, pero siguió sin levantarse.
-. Em... hey, despierta -susurré en el oído de ella-
La observé un rato hasta que de un momento a otro abrió uno de sus ojos, el cual tenía un hermoso color verdoso.
-. ¿Sí? -preguntó despreocupada de su desnudez-
-. ¿Quién eres? -logre articular con nerviosismo-
La chica restregó sus ojos para luego abrirlos por completo. Su otro ojo era de color celeste claro. Cuando la situación no podía ser más extraña, sale esto. Se estiró con pereza y se acurrucó de nuevo sobre mí, poniendo una de sus piernas entre las mías. Quedé shockeado, no es normal levantarte una mañana y tener una chica desnuda, y bastante sexy, sobre ti.
Me vino el videojuego de Catherine a la cabeza. Si esto se considera ser infiel, estoy jodido.
-. Hey, chica, levántate -dije esforzando una voz seria-
La chica se movió un poco para luego bostezar. Se estiró, y poniendo sus pequeñas manos en mi pecho, se sentó en mi abdomen. Demonios, me estaba poniendo algo cachondo. Desvié mi mirada a otro lugar que no sean sus pechos, rascando mi cabeza. Ella me observó con un rostro confundido para luego sonreír abiertamente, dejando ver unos colmillos ligeramente puntiagudos en su dentadura.
-. Lo lamento -dijo tapándose con un brazo mientras su sonrisa desaparecía por breves segundos-
Asentí y tragué saliva. Con rapidez se bajó de la cama, parándose en el piso y tapándose ahora con sus dos brazos. Sin mirarla busqué en un cajón de ropa un polo y un bóxer antiguo que había dejado nuevo, se lo entregué y ella se lo puso en silencio. Me eché boca abajo en la cama.
-. Ya -anunció- estoy cambiada
Me senté en la cama, observándola parada mientras ella examinaba el lugar olisqueando, arrugaba su nariz de una forma tierna. Finalizó y volteó a verme. Sus ojos de diferentes colores eran algo bastante exótico y no común, sin embargo le caían muy bien.
-. ¿Quién eres? -formulé la pregunta con rapidez-
Inclinó su cabeza a un lado llena de confusión.
-. No te acuerdas de mí, ¿cierto? -preguntó- yo tampoco me acuerdo exactamente lo que pasó… seguro me encontraste en mi forma gatuna
Alcé una ceja y me acordé de la gata de anoche, sí, tenían los mismos ojos, ¡claro! Era ella, pero...
-. ¿C-cómo? –tartamudeé-
Alzó sus hombros al no saber qué responder, ni ella tenía la menor idea.
-. A veces me transformo de la nada -comentó mirando su cuerpo humano- lamento decir que no me acuerdo mucho en mi forma de gato
Pasó un silencio algo incómodo.
-. Me echarás, ¿no? -murmuró bajando su cabeza, haciendo que sus finos cabellos caigan en cascada-
-. ¡N-no! -dije de inmediato- no -repetí- joder -susurré levantando mis manos a mi cabello-
-. ¿De verdad? -manifestó ella-
-. Eh… -dije-
-. Por favor, te juro que te haré caso en TODO lo que me pidas… -dijo poniendo énfasis en la palabra todo, haciendo que imagine imágenes algo morbosas- eres mi amo desde que me recogiste y...
-. Oh, no, no, no -repliqué agitando mis manos extendidas en el aire-
-. ¿No eres mi amo? -preguntó ella sentándose en el suelo -
-. No, eres una persona, no un esclav...
-. Pero yo quiero ser tuya -alegó ella alzando su vista- me salvaste… lealtad…
Sacudí mi cabeza.
-. Joder, si lo dices así me das qué pensar -murmuré-
-. ¿Huh?, no me refiero a lo sexual -articuló ella-
Solté una pequeña y leve risa, aunque no era el momento adecuado para reírse.
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Cat Girl (Rubius) (En edición)
FanfictionFanfic de Rubén Doblas Gundersen, en edición porque los primeros capítulos están horriblemente redactados.