Cat Girl (Rubius) (En edición)

Capítulo 5:

*        *        Capítulo Cinco        *        *

-. ¿Vas a salir? –preguntó Memphis mientras me observaba atenta cuando me arreglaba el cabello-

-. Sí –le respondí yendo hacia mi cuarto-

Caminaba detrás de mí, siguiéndome como si fuera un perrito.

-. ¿Dónde vas? ¿Puedo ir contigo? –dijo-

-. No -respondí-

Emitió un gruñido de descontento. Palmeé su cabeza mientras salía del cuarto, claro, seguido de esa felina.

-. Por favor -pidió-

-. No -repetí-

-. Pero no me gusta estar sola...

-. He dicho que no -dije bufando-

-. ¿Por qué?

-. Estoy yendo a la casa de mi novia ¿ahora entiendes?

-. ¿Tienes una hembra? -preguntó sorprendida-

-. ¿Hembra? -solté una risa- es mi novia, una chica, no una hembra 

-. Oh -sonrió siguiéndome hacia la puerta-

-. Cuídate, en la cocina hay comida y cuida a Raspy -le dije abriendo la puerta-

-. Pe-pero...

-. Okay, hasta más tarde entonces - la interrumpí-

-. Llévame -suplicó de nuevo-

-. He dicho que no

-. Por favor -pidió-

-. Hasta luego 

-. Pero...

Cerré la puerta detrás de mí y salí con rapidez.

* - * - * - *

La tarde la pasé con Sarah… ¡Pintando sus uñas y viéndola probarse vestido tras vestido! Demonios, a veces me daba ganas de ponerle una cinta en la boca y hacer que juegue videojuegos conmigo, tomar algo de cerveza, escuchar Dubstep y terminar follando.

Abrí la puerta y entré al departamento exhausto. Apenas entré, Memphis salió de la cocina con un delantal, una espátula y Raspy detrás de ella. Tenía sus ojos cristalizados. Comenzó a correr hacia mí y me abrazó.

-. ¿Qué pasó? –pregunté poniéndome tenso-

-. Quemé tu sartén –soltó comenzando a llorar-

Alcé una ceja. Agarró mi brazo jalándome hacia la cocina. La sartén blanca estaba negra y tenía carne carbonizada.

-. Lo si-siento –dijo mientras lágrimas bajaban por sus mejillas-

¿En serio estaba llorando por una sartén quemada?

-. No hay problema –bufé-

Le saqué el delantal a Memphis, me lo puse y agarré la sartén. Primero boté la carne y luego lo lavé con un líquido especial mientras estaba siendo observado por la chica. Finalmente terminé y me saqué el delantal saliendo a la sala, tirándome con brusquedad.

Memphis salió de la cocina arrugando la nariz de manera graciosa y aún con unas cuantas lágrimas. Comenzó a correr y saltó sobre mí repitiendo gracias.