Cat Girl (Rubius) (En edición)

Capítulo 48: Final

-. Dime algo que yo no sepa. –Memphis estira sus largas y torneadas piernas, para luego bostezar-

-. ¿Sabías que las gatas pueden enamorarse de humanos? –dice juguetona y en un movimiento rápido se sienta sobre mi regazo. Besa mi mejilla derecha y la muerde suavemente-

-. Eso no lo sabía. –digo fingiendo falso asombro-

-. En serio. –la peliblanca asiente con su cabeza varias veces y saca su lengua.

Le sonrío y seguimos viendo la televisión, en silencio. El ambiente se llena de las voces de Los Simpsons. Noto que me observa fijamente y volteo mi rostro a verla. Se abraza contra mi torso y suspira.

-. ¿Sucede algo, cariño? –le pregunto obviamente preocupado-

-. Rubén. –se levanta de repente y se para delante de mí, dándome su espalda. Tiene puesto una de mis camisetas con estampados de gatos que le queda sobre las rodillas. Se ve hermosa. Con cualquier cosa. Hasta sin nada, se ve perfecta-

-. ¿Sí? –coloco mis manos en sus caderas y la acerco lentamente hacia mi cuerpo. Necesito tenerla cerca. La necesito.

-. Quiero decirte algo. –se sienta sobre mis piernas como una niña pequeña, evitando mirarme a los ojos.

Siento a mi corazón palpitar irregularmente y con rapidez, a la par que me agito y la adrenalina recorre mi cuerpo. Una sonrisa enorme se forma en mis labios y me emociono al mil por ciento.

-. ¿Estás... embarazada? –pregunto y mis ojos se comienzan a cristalizar-

Memphis me mira a los ojos con confusión y suelta una risita.

-. No, tonto. –rueda los ojos y niega con la cabeza- Aún no.

-. Oh, mierda. Pensaba que tendríamos a un Rubén Junior, ¿sabes? Sería lindo y...

Espera... ¿Rubén hablando de hijos? Oh, esto estaba bueno. El amor sí que me había cambiado por completo.

-. Bueno, ¿qué querías decirme, Memphis? –continúo curioso-

-. Tengo que confesarte que tengo un miedo. Un miedo muy grande. –yo asiento y la rodeo con mis brazos- Tengo miedo a que te aburras de mí. A que te canse algún día, ¿sabes?

Algo cálido se posa en mi pecho e involuntariamente coloco mi rostro en la curva de su cuello, aspirando su delicioso aroma. Ese aroma que tanto amaba.

-. Imposible. –digo en un susurro suave y calmado- Jamás, Memphis, jamás me cansaría de ti. Eres lo mejor que me ha pasado en toda la vida. Lo más preciado que tengo, lo que más amo, eres alguien por quien daría la vida.

-. Lo mismo, Rubén. Lo mismo. –con sus manos toma mis mejillas y acerca mi rostro al de ella, para unirnos en un beso tierno- Gracias.

-. Gracias a ti por llegar a mi vida, gata.

Juntamos nuestras frentes, sonriéndole a la vida. Sonriéndole al futuro. Sonriéndonos a nosotros mismos. Llenos de esperanza y amor. Llenos de vida, completos al tenernos juntos.

-. A veces el término gata suena mal, Rubén. –Memphis se levanta y pasa sus dedos por sus cabellos blanquecinos-

-. No lo diré más, entonces.

-. ¿He dicho en algún momento que no me gusta que me digas así? –me sonríe y comienza a caminar-

-. No, gata. –digo y me paro junto a ella, mientras la sigo-

-. Tu gata. –entramos a mi habitación y ella se tira sobre la cama, con sus brazos a los costados-

-. Mi gata. –susurro, tomándola de las muñecas y besando su mejilla.

Hanul volvió, para traerles el final. Falta el epílogo.

Gracias por todo, lectoras<3 las quiero.

Ya casi se acabaaaaaaa ;n;

Hasta el próximo... hasta el epílogo xd.