Elliot despertó cerca de las seis y media de la mañana, cansado, había dormido cerca de dos horas, cuando abrió los ojos reconocía la habitación donde estaba, era la que estaba habilitada para su único hijo, Dickie, pero no recordaba por que motivo estaba ahí, presto atención a su departamento, normalmente silencioso ahora estaba con algo de ruido, aunque era muy sutil, luego de unos segundos se recordó, Olivia estaba en su departamento.
Por lo general él dormía solo con ropa interior, y esta no era la excepción, busco su ropa al borde de la cama, no iba a salir así a la sala de estar, no con Olivia y una niña pequeña como público, él sonrió para adentro al sentir la vida en su departamento.
"Buenos días", saludo Elliot alegre, Liv lo vio entrando en la sala de estar, vestido con la misma ropa con la que había estado el día anterior, "lo siento, ¿te despertamos?", preguntó Liv incomoda, era aún temprano para que él fuera a trabajar, "no, tranquila", aseguró él, había despertado porque había tenido un sueño, "lo siento, ella despierta muy temprano para comer", dijo Liv haciendo una seña hacía Emily que estaba con su biberón entre sus manos, concentrada viendo televisión, apoyada en un par de almohadas, Liv estaba tomando café, "hice un poco de desayuno, ¿quieres?", ella no quería parecer intrusa, pero había sido un largo día ayer y estaba hambrienta, "eso sería genial", dijo él sonriendo, "¿puedes verla un segundo?", preguntó Liv, él asintió, quería poder observar a Emily, "por supuesto", indicó él.
"¿Sigues tomando el café con dos de azúcar?", preguntó Liv, sabiendo exactamente como su amigo lo tomaba, "dos de azúcar", confirmo, él tampoco había olvidado como lo tomaba ella.
"Ella es tranquila", Elliot se había sentado casi diez minutos junto a la pequeña Emily, ella casi no se había percatado de que mamá no estaba con ella, la cabeza suavemente, "ella es tranquila cuando quiere serlo, a veces es un torbellino", dijo Liv mirando a su hija, "tiene tus ojos", dijo casi susurrando, podría reconocer ese color y esa mirada en cualquier lugar, "afortunadamente", dijo ella casi ahogándose, Emily no había sacado nada de su padre, ni su cabello castaño claro, ni sus ojos verde esmeralda.
"¿A que hora entras a trabajar?", preguntó Liv, Elliot estaba muy tranquilo y el reloj casi marcaba las siete y media, por la distancia estaba segura que iba a llegar tarde, él se levanto de la silla que habían ocupado cerca de media hora, tomando desayuno y conversando, por sobre todo de los niños de Elliot, Olivia había evitado el tema de Andrew y su vuelta a Nueva York "voy a llamar a Cragen" dijo él, Liv había preguntado para cambiar a la bebé que aún estaba en pijama y salir rumbo a la búsqueda de hoteles. "¿Puedo preguntar para que?", dijo ella tímidamente.
"Voy a pedir el día Liv...", era la primera vez que decía su apodo, el que él le había dado cuando entro en la Unidad, ella sonrió inconcientemente, hace mucho tiempo que no lo escuchaba, ella en su trabajo no permitió que nadie la llamara por otro nombre, salvo Olivia, y a Andrew no le gustaba decirle Liv porque él sabía que era el nombre que Elliot le había dado años atrás.
"El... no es necesario", le aseguró ella, a penas él saliera al trabajo iba a tomar a su hija, rumbo a un hotel, "quiero que te quedes aquí", le dijo casi con inseguridad en su voz, no porque no quisiera que se quedaran, sino porque temía que ella dijera que no, "puedo quedarme un par de semanas en un hotel", insistió ella, "va a salirte una fortuna Liv, además tengo espacio suficiente para ustedes", tratando de convencerla. "Puedo costearlo, no te preocupes", dijo ella, Elliot agito la cabeza de un lado a otro, efusivamente.
"En estos momentos el dinero no es un problema, he ahorrado bastante dinero, tengo algunas propiedades y recibo dinero de los arriendos", ella siempre había sido ordenada con su dinero, a parte del su apartamento, tenía una cuenta de ahorro, el dinero del departamento lo había utilizado para comprar una casa en Washington, y recibía una renta por él, durante el tiempo que había vivido con Andrew él había comprado una casa a su nombre, actualmente el dinero no era el problema. "Vamos Liv, quédate, así podemos seguir hablando, tenemos muchas cosas que hablar aún", le dijo él, no iba a dejar que ella se quedara en un lugar extraño, menos con una bebé. "Además, tenemos tres años de conversación pendiente", dijo entre dientes, ella sonrío, era insistente cuando quería. "Por favor", esas palabras que rara vez había escuchado de sus labios, ella asintió, "esta bien", ella se alegro por la gran sonrisa que se dibujo en el rostro de Elliot.
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Renacer
FanfictionLectoras y lectores voy a tratar de entretenerlas con esta historia, es algo larga que las anteriores, pero echa con harto entusiasmo y cariño, espero la disfruten.