Capitulo 24

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Olivia se inclino hasta quedar sentada sobre la cama, el pudor claramente ya se había ido, reemplazado solo por el amor y el deseo por este hombre maravilloso que estaba a su lado, ella se inclino un poco más, llegando a los labios de Elliot y besándolo con tanta pasión que incluso ella estaba sorprendida, mientras lo besaba luchaba con cada uno de sus botones, cuando llego al último deslizo la camisa sobre sus brazos y la lanzo al suelo de la habitación, sus manos fueron a sus pectorales duros, bien trabajados, ella lo había visto sin polera antes, en la mitad de su cocina, pero esto era diferente, ella lo estaba desnudando en la mitad de su habitación, con una cama incluida, claramente era una diferente situación, se tomó su tiempo para acariciar su torso desnudo, deslizo su mano por su cuerpo caliente, ambos se habían volcado sobre sus rodillas para mas comodidad, frente a frente, Liv siguió bajando a través del cuerpo de él, llegando a su cinturón, pero no se detuvo ahí, bajo un poco mas hasta que llego donde quería, comenzó a rozarlo suavemente, sintiendo lo duro que estaba, todo por y para ella, ambos se quejaron ante la sensación, Elliot sentía la presión de su ropa contra su hombría, definitivamente se sentía que iba a explotar en algún momento, Liv tocó y tocó incansablemente, solo podía imaginar la sensación de Elliot en ella, pero estaba vez no quería imaginar, quería hacerlo realidad.

Detuvo sus movimientos, sin dejar de besarlo, su mano subió un poco hasta llegar al cinturón se ayudo con su otra mano para poder quitarlo de la hebilla, las manos viajaron una al botón y la otra a la cremallera, desabrochando y bajando el cierre lentamente, respirando con dificultad a través de los besos, ambos estaban increíblemente encendidos, Liv en un solo movimiento deslizo su mano dentro del boxer de Elliot, recibiendo a cambio un gemido, acompañado de “Mierda… Liv”, ella podía sentirlo, grueso, duro, grande, lo acaricio un par de veces con dificultad, su mano no podía tomarlo completamente, “oh… Liv…”, ella tenía que parar, de lo contrario iban a acabar las cosas aquí mismo pensó Elliot, ella se detuvo de lo que estaba haciendo, sonriendo, bajo el pantalón de Elliot lo que mas pudo, el boxer había quedado ligeramente cubriendo su cuerpo, ella negó con la cabeza, lo quería desnudo, Elliot le presto algo de ayuda para acelerar el proceso, se estaban tomando su tiempo, peri aun asi estaban al borde de la desesperación.

Olivia se recostó en la cama, poniendo la mano en el cuello de Elliot para posicionarlo sobre ella, estaba lista, desde hace mucho tiempo que estaba lista para él, Elliot la beso profundamente, no quería nada más en este momento que estar profundamente en ella, pero no quería apurar nada, todo se sentía tan bien, como un sueño, mucho mejor que uno en realidad, mientras la besaba con su rodilla separo los muslos de Liv, ella no opuso resistencia y abrió las piernas, Elliot quedo entre ellas, su pene golpeando su núcleo suavemente mientras se besaban , “Dios…”, se quejo ella, Elliot estaba en su entrada, estaba apunto de estar e ella, Elliot se acordó de algo, era un pésimo momento, algo que no habían hablado antes, “Liv, ¿condón?”, preguntó él, ella sacudió la cabeza de un lado a otro, no estaba en control de la natalidad, pero sabía que no estaba en esos días, “no va a pasar nada, te lo prometo”, aseguró ella, Elliot asintió, el suavemente se deslizo un poco en su interior, “oh…” se quejó ella solo al sentir la punta del pene de Elliot en su interior, iba a doler, ella sabía, después de todo era mucho tiempo sin estar sin ningún hombre en ese lugar, “voy a ir despacio”, aseguro Elliot, consciente de su tamaño y sintiendo lo apretada que ella era. Liv tomó una respiración profunda y asintió, Elliot se movió lentamente hasta quedar profundamente enterrado en ella, Liv se mordió el labio para no gritar, una mezcla de dolor y placer, Elliot era enorme y la llenaba por completo, él pudo ver la mueca de dolor en su rostro, no quería causar nada de dolor, pero no podía evitarlo, era bien dotado.

“Oh… Dios”, fue lo único que Liv pudo decir, “Dios se siente bien”, aseguró ella a pesar del dolor, la conexión que estaba teniendo al unir sus cuerpos no tenía precedentes, “¿estas bien, no hago daño?”, preguntó Elliot, “estoy… estoy bien, solo… es un poco grande”, dijo ella avergonzada por sus palabras, no se había dado cuenta de que las había dicho hasta segundos después, Elliot sonrío, era hermoso verla debajo de él, viendo ese brillo en sus ojos, le dio un par de minutos para que ella se adaptara a su tamaña, cuando vio que estaba mas relajada, salió completamente de ella para entrar nuevamente, “Dios… Elliot”, se quejó ella, él comenzó a un ritmo lento en un inicio disfrutando la sensación de estar en el interior de Olivia, tan profundo como su interior apretado le permitía, “Dios… tan apretada y mojada Liv”, se quejó Elliot excitado, sentía como las paredes internas de Liv se aferraban a su pene, una sensación exquisita, el siguió bombeando en su interior, sin dejar de besarla y de susurrarle mientras se movía dentro de ella que era hermosa, “te amo tanto Liv”, decía entre gemidos, “El…Dios…” se quejaba ella, sin poder coordinar palabras coherentes, su cerebro definitivamente estaba apagado, “Dios... bebé, te sientes tan bien”, repetía Elliot, él no se cansaba de moverse en su interior, pero tenía la sensación de que todo acabaría en cualquier minutos, “Cristo, Elliot… estoy cerca”, se quejo ella, sus manos se fueron al culo de él para que se moviera mas rápido, el dolor había sido reemplazado por el placer, “más rápido El…Dios, por favor… oh”, ella podía sentir la sensación familiar en su vientre, “¿esta bien así?”, preguntó él yendo mas profundo y mas rápido, “Dios… ¡si!”, ella podía sentir, en cualquier minuto iba a llegar a la cima, “un segundo Liv... estoy cerca”, le dijo él, quería que acabaran juntos, “El…. no puedo, Dios se siente tan podidamente bien”, ella lo intento, por supuesto que lucho contra el inminente orgasmo, Elliot se movió un poco golpeando un punto que la hizo acabar de inmediato, “¡Elliot!, grito ella mordiendo el hombro de Elliot, su clímax había sido potente, la visión se torno borrosa, sus paredes estaban pulsando con mucha fuerza, Elliot se quejo detrás de ella, “oh… Dios” dijo vaciándose completamente en ella, Olivia se quejo nuevamente cuando sintió la liberación de Elliot en su interior, con la sensibilidad de sus paredes internas podía sentir como él pulsaba en ella, ambos se rieron, era algo tan intimo, “eso fue increíble mi amor”, le dijo Olivia luego de unos minutos, ambos se habían quedado sin poder respirar, ahora que se habían calmado un poco podían hablar, él aún se encontraba muy dentro de ella, no quería salir inmediatamente, “¿estas bien?”, preguntó él preocupado de haber echo daño, ella paso su mano por la mejilla dulcemente, “estoy bien amor, no me hiciste daño, en serio, fue maravilloso”, ella aseguró, agradecida de su preocupación, “me encantó sentirte dentro de mi”, le dijo ella sonriendo, “valió la pena la espera”, dijo Elliot sonriendo, “valió la pena, te amo”, Elliot lentamente salió de ella, viendo su mueca de dolor, él quería abrazarla ahora, acurrucarse con ella.

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