Capitulo 145

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Olivia aún no podía salir de su asombro, "cásate conmigo Liv..." pidió Elliot nuevamente, ella sonrío.

"¡Si...!", dijo saltando a sus brazos, "si... un millón de veces si!", grito ella como respuesta, besando sus labios, Elliot sonrió, él esperaba una respuesta afirmativa, pero no tanta emoción en ella, Liv beso su cuello, sus labios, "te amo El..." dijo besándolo, "Dios... te amo tanto", dijo ella aferrada a su cuello, ella tenía ganas de llorar, pero de felicidad.

Se separaron luego de unos segundos, él saco el anillo de la cajita de terciopelo, Liv estiro la mano y él le puso el anillo, ella lo volteo para admirarlo, era hermoso, tamaño justo, ni chico, ni grande, simplemente perfecto.

Liv dejo de mirar el anillo, ahora para mirar al hombre guapo y desnudo que estaba frente a ella, le sonrió, tenían que celebrar esto, ellos estaban comprometidos, después de años de amarse, y ella sabía exactamente como hacerlo, puso sus manos en los pectorales de Elliot y lo empujo para que él quedara acostado, se subió encima de él a caballo, y beso sus labios, "te amo tanto Elliot", le repitió mientras sus labios besaban su cuello, su pecho, "me has hecho la mujer más feliz del mundo..." le dijo mirándolo a los ojos, "no amor...", dijo Elliot acariciando su mejilla, "eres tu quien me has hecho el hombre más feliz del mundo por aceptarme, y querer pasar tu vida conmigo" respondió Elliot, su mirada vidriosa por la emoción.

"Te amo..." le repitió Liv, besando sus labios mientras movía sus caderas contra él para despertarlo, sus rodillas apoyadas en el colchón para darse impulso, ella gimió cuando lo sintió endurecerse y se mordió el labio sonriendo, "me encantas..." le dijo ella, ahora era el momento de demostrarle su amor al hombre que la había rescatado del dolor, y de la tristeza, se quedo quieta, lo busco entre sus piernas, y encontró el tesoro que buscaba, rodeo con su mano el pene de Elliot, y lo acaricio, lo tomó y lo alineo en su entrada, lentamente bajo hasta llevárselo todo en su interior, "Cristo Liv..." gimió Elliot, le gustaba cuando era ella quién le hacía el amor, ella se recostó sobre su pecho, apoyando su mentón en el hombro de Elliot, "uh..." se quejo ella y sonrió, estaba dándole tiempo a su cuerpo a adaptarse, "estoy bien... solo sensible" respondió a la pregunta no formulada, levanto la cabeza y lo beso en los labios nuevamente.

Liv se irguió, apoyando sus palmas en el torso de Elliot, y empezó a montarlo, sintiéndolo completamente en su interior, "Dios..." se quejaba, cada vez que lo sentía tan profundo, las manos de Elliot fueron a su cadera para ayudarla con el ritmo, "mierda...", gimió Elliot al sentir las paredes externas de Liv aforrándose a él, sus labios estaban unidos, ellos estaban cerrando el compromiso, entregando sus cuerpos al placer mutuo, había algo en esta posición que Elliot adoraba, era porque ella era quién le estaba haciendo el amor, al ritmo que ella prefería, "Dios..." se quejo ella cuando sus movimientos la llevaron a una profundidad que la hizo vibrar ligeramente, "oh... si, Dios Liv... así mismo", gimió Elliot, luchando contra el impulso de empujar contra ella, "tan bueno..." gimió Liv con su cuerpo casi sentado contra el de Elliot, su pelvis en movimiento, "mierda Liv...", Elliot exclamo cuando sintió esa sensación conocida en su entrepierna, él iba a acabar y pronto, y por la forma que Liv se aferraba a él, ella también estaba cerca, sus lenguas bailaban una danza similar a la de sus cuerpos, ambos eran solo pasión, mientras sellaban su compromiso de amor eterno.

"¡Dios...!" gritaron casi al unísono cuando llegaron al Clímax, Liv prácticamente se desmayo sobre el pecho de Elliot, la respiración acelerada, su cuerpo todo sudado, estaba agotada, pero con una enorme sonrisa en su rostro, "no siento las piernas..." dijo riendo, el orgasmo había sido potente, ella lo había sentido vaciarse en su interior, y aún lo podía sentir pulsar, no quería separarse de él, respiro hondo y beso una última vez sus labios, cuando se separaron Liv apoyo su cabeza en el pecho de Elliot y él le acaricio tiernamente el cabello, que daría por seguir así durante horas, "te amo preciosa...".

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