Capítulo 8

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De regreso a casa me pareció el camino más extenso y agotador que hubiera tenido jamás. Solo quería llegar a casa y encerrarme en mi habitación para no salir más.

A penas puse las llaves en la cerradura, di un suspiro y entré. Dejé abierto, más atrás venía Sel, Karlie y Nathan.
Sé que a Selena le importa mucho saber de todo esto, pero no he podido hablarlo con nadie, ni conmigo misma.

Solo trato de no llorar, de no pensar, de escapar hasta que de alguna manera me encuentra.

— Taylor vas a...

— No quiero nada Sel —la interrumpo. Levanto una mano para que guarde silencio y me dirijo a mi cuarto.

A penas entro empujo la puerta para que se cierre, me lanzo a la cama y me doy cuenta que no la he escuchado cerrarse.

— Taylor —es Karlie.

— Ve con ellos, por favor —ahora sí se lo estoy pidiendo de buena manera. Me sentí culpable haberle gritado, sé que le ha dolido—. Quiero estar sola.

Ella cierra la puerta y siento el movimiento de la cama. Parpadeo unas cuantas veces y ya está acomodada a mi lado. Sus ojos me ven pero no se explican el por qué de mi pena.
A pesar de que se está ganando que me enoje con ella, aún sigue aquí. Es bastante testaruda la niña.

— ¿Qué quieres Karlie?

— Nada.

— Entonces vete... Quiero estar sola.

— No —y se acurruca más a mí. Puedo ver que cierra los ojos para quedarse relajada a mi lado, tiene sus manos entrelazadas en su pecho y su cabeza escondida en mi hombro. No puedo con esto.

— Karlie... Por favor... —ella levantó la vista, y una lágrima escapó de su ojo. Lloraba, pero parecía que no se daba cuenta—. Bueno... Si quieres, quédate —le digo. Ella sonrió ¿A caso me estaba manipulando? No me sorprendería— ¿Quieres escuchar un cuento Karlie?

— ¿Cuento?

— Es como contar una historia, relatar cosas que pasan... Puede ser fantasía o realidad. ¿Quieres escuchar una? —ella me asiente con la cabeza—. Bien... Esta es una historia real. No tiene nombre, porque nunca he pensado en contarla y nunca pensé que sería una historia. Había una chica, se llamaba Abbey. Dieciocho años tenía cuando la conocí en la clase de dibujo —me detuve para acomodarme y quedar acostada mirando hacia el techo, Karlie mantuvo su posición al lado mío—. Abbey era la más popular de la escuela, todos la amaban e idolatraban y a ella no le importaba en lo más mínimo. Solo quería pasar desapercibida. Odiaba la atención que muchos le daban y era extraño en ella... Cuando se es popular lo único que quieres es serlo aún más. Se supone. Pero ella no y... Era la chica más linda de la escuela.

— ¿Escuela? —cuestiona Karlie. Se ve tan adorable preguntando por todo.

— Es un lugar al que las personas van a aprender. Ahí te enseñan de todo, menos a vivir realmente... Solo siguen una estructura para que todos lleguemos a un mismo lugar. A qué todos hagamos lo mismo, a que no cambiemos nada, que todo siga tal como esta... Pero realmente no todos somos iguales, bueno... el 99 % de nosotros nos hace iguales, sólo el 1 % nos hace únicos e irrepetibles.

— ¿Yo puedo ir a una escuela?

— Prefiero que aprendas aquí en casa —le sonrió—. En la escuela todo es difícil, no solo vas a aprender, también vas a sobrevivir.

— Abbey... ¿Qué pasó?

— Bueno... Ambas teníamos ese talento de dibujar. Ese día en que nos conocimos pintamos juntas un cuadro. La maestra nos felicitó con la nota máxima. Desde ese día nos hicimos inseparables. Tanto así... Que empecé a confundir la amistad con el amor. Me enamoré de ella sin siquiera saber si ella también lo hacía... Y sí... Lo hacía.

On The Way Home ⚜ Kaylor Fanfic #wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora