Capítulo 22

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— ¿Diga?

— Hola Nathan...

— ¿Quién habla?

— Soy yo... Taylor.

Apreté el teléfono público contra mi oreja, estaba realmente angustiada y a la vez decidida con lo que iba a decir. No aguantaba más.

— Nathan ¿Podemos vernos? Pero no en mi casa... Necesito estar a solas contigo... ¿Puede ser en la cafetería de la esquina de la librería?

— C-Claro... —balbuceó. Se notaba la sorpresa en su voz de escucharme de nuevo, la última vez estaba demasiado destruida como para siquiera decirle adiós— ¿Estas bien? ¿Cómo está Karlie?

— Ella está bien... Aún vive... Pero han pasado cosas —suspiré y por al lado mío ví a una pequeña niña de ojos azules correr tras una pelota roja, que justo chocó contra mis zapatos— ¿A qué hora puedes? —miré al suelo y rápido recogí la pequeña pelota, la niña se acercó tímida y me sonrió.

Casi lloro frente a ella, pues imaginaba a una hija así, tan inocente como esa niña. Le entregué la pelota y se fue sonriente. Su madre la esperaba a lo lejos, iban a cruzar la calle.

— ¿Taylor, me has oído?

— Disculpa —vuelvo a tomar atención al teléfono—, no te oí.

— Juntémonos ahora sí tienes tiempo, voy saliendo.

— Perfecto, nos vemos allá —y colgué.

¿Qué locura iba hacer? En un principio no lo sabía, pero ahora estoy decidida. Me buscaré una esperanza, aunque sea pequeña e improbable, pero la necesito. Me he dado cuenta que el mundo funciona así, las personas viven así, a base de las esperanzas... Yo no quería perderla o no tener ninguna, yo quería tener al menos una para vivir, porque pareciera que cada día que pasa, en vez de verla morir, me estoy viendo morir a mi misma.

Salir de casa no fue tan sencillo, a pesar de que tengo que ir a trabajar, hoy decidí no hacerlo y llamé inventando una escusa. Aún así, Karlie como siempre, me va a dejar y a buscar a la pastelería. Hoy solo le dije que quería ir sola.

En su rostro ví la decepción.

Mientras voy de camino a la cafetería, me cubro con los lentes de sol para ocultar mis enrojecidos ojos. No he pasado buenas noches últimamente, desde que mis papás se marcharon a California.
Despedirme de ellos también fue tarea difícil y podría decir que el sentimiento fue mutuo. Mamá prometió volver la otra semana, quiere ayudarme con la boda y quiere estar conmigo para la primera ecografía. Papá también quiere volver, pero dice que en el trabajo están considerando contratarlo de nuevo. Si eso sucede, no podrá venir con mamá, pero al menos estaré feliz por él. Sé cuánto significa ese trabajo para él y el anterior jefe que tenía lo han cambiado, supongo que el nuevo sabrá valorar a mi padre.

Estoy a una calle de la cafetería y veo que Nathan está esperando en una mesa, cerca de la ventana. No me ha visto aún. Puedo distinguir una taza de café en sus manos.

Crucé rápidamente para llegar y el "Ding-Ding" de la campanilla resonó en mis oídos. El ojiazul me sonrió.

— No te ves nada bien, Taylor —se levantó para saludarme y me ofreció una silla junto a él.

— Gracias... Y sí, tienes razón. Las cosas no están bien.

— ¿Quieres un café? —cuestiona ingenuamente.

— No gracias, qué amable... Pero yo no bebo café. Me hace mal.

— No sabía, perdón —veo sus mejillas sonrojarse y junta las manos sobre la mesa— ¿Por qué querías verme?

On The Way Home ⚜ Kaylor Fanfic #wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora