CAPITULO VIII: MALA JUNTA

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            Esta conducta de Esperanza de ir en busca de niños más grandes y peleones, la lleva a conseguir su círculo de amistades en uno de los barrios más peligrosos de su comunidad ubicado en las adyacencias de los hermosos edificios donde los padres de Esperanza, con tanto sacrificio habían comprado su apartamento. El problema no era que andará en un barrio, si no con quien estaba en el barrio. Si estuviera allí pero con la gente buena que sobran en estos arrabales, quizás no exista ningún peligro. Es difícil creer que dentro de algunas comunidades como estas, niños de nueve, diez, once y doce años, son portadores de armas ilegales, con que asechan a gente inocente para quitarle sus pertenencias; peor aún, en sitios así hay niñas en boca de todos, por sus prácticas sexuales tan prematuras. Sin embargo, a pesar de que estas comunidades se caracterizan por el uso "ilegal" de terrenos, delincuencia, violencia, padres con hijos, hijos con hermanas; cruces genéticos tan espantosos que no se sabría distinguir entre humanos y monstruos, donde la juventud se está matando por el consumo y deseos carnales, existe allí, también gente buena y honesta, jóvenes con talentos impresionantes; si el círculo de amistades de Esperanza fueran muchachos como estos, hubiera conocido muy buenos amigos; pues no es estar en un barrio, es con quien estas en el barrio o con los talentos o con los criminales y estos últimos eran los preferidos de Esperanza, con quien salía día y noche, con quien se divertía en todas las fiestas que iba. ¡Esta niña de verdad que le gustaba la calle!, siendo un sentimiento que nadie controlaría, pues mientras fue creciendo, su vida se iba compenetrando cada vez más con gente así. Tanto que a los 13 años tiene su segundo novio y sin saberlo sería segundo y último, pues es como los efecto de la droga, no te la quitas de encima nunca; el chico tenía 14 años de edad, Luis Alejandro era su nombre, en la policía científica era conocido como ¨el Luisito" , solicitado por la ley; por: hurto, distribución de drogas, porte ilícito de armas y cuatro asesinatos uno de ellos el de una señora que pudiera haber sido su madre, quien se resistió al robo de su vehículo. Eran las causas por la cual lo buscaban. ¡Y este era el novio de Esperanza! El que le gustaba, el que no le importara que fuera pequeño, pues quizás hubiera preferido un novio de 18 o 19 años; sin embargo Luisito no parecía de 14 así que para ella era perfecto.

Esperanza no tardo tres días en acostarse con Luisito, para ella, eso de la virginidad, no es nada de qué preocuparse, así que irse en el caballo de metal moderno, jineteando de compañera trasera, al borde de la parrilla, que sirve de maletero, para una playa y acampar dejando que un jovencito asesino le quite su pureza; no es algo que su conciencia rechace, pero entregarse a un joven así, no solo significa desnudarse y abrir las piernas, tiene que aguantar sus fantasías y violencias sexuales que en ocasiones ocurra por efecto de cualquier sustancia. Pero esperanza no sabe esto, no tiene ni idea en el mundo vicioso en que se ha metido, mucho menos pasa por su mente de que no podrá dejarlo nunca, pues las golpizas que llevaría no las aguantara, entregarse a un joven delincuente, es tolerar todos sus conflictos emocionales que refleje su conducta. ¿Cuál es la forma de querer o amar de un chico que ha matado a sangre fría? ¿Cómo refleja ese amor? ¿Serán los golpes, las amenazas, una forma de demostrar su cariño?

Pero nada de esto pasa por la mente de Esperanza, una joven como ella, donde está y con quien está, no piensa en la preocupación y angustia que puede causar a sus padres; mucho menos podría llegar a saber las consecuencias que le traería estar con alguien así. Sin embargo, fue pasando el tiempo, Luisito hizo con Esperanza lo que quiso, no solo con su cuerpo, si no que, en su negocio de distribución de droga, ella era nada más y nada menos que la manejaba el dinero; así que la involucro por completo, la pregunta interesante hasta aquí es saber en todo esto donde están sus padres, pues, por lo que se observa esta chica a su edad no tiene ningún tipo de disciplina ni carácter.

Pero Andrea e Isidro Quizás estén disfrutando de lo que con tanto sacrificio construyeron o viviendo su historia de amor. Lo cierto es que mientras hacen lo que hacen, Esperanza se involucra cada vez en un mundo donde pareciera, que la muerte es la única salida. En el liceo las cosas no iban bien, estando en 9no grado de educación secundaria, eran muchas las materias reprobadas, problemas con profesores por su mal comportamiento y falta de interés, sus padres asistían a todas las citaciones que le hacían los directores de la institución, pero las respuestas eran las mismas ¡No puede ser! ¡Si la viera en la casa! ¡No le creo! Llegando a discutir con algunos profesores pues le molestaba que hablaran así de su hija, desconociendo; que si el comportamiento de la escuela no es compatible con el de la casa ¡es porque hay un problema! pareciera más bien que la felicitaran por todo, pues a medida que pasa el tiempo aumentan los regalos, los permisos y la confianza por parte de sus abuelos y padres.

AMORES EN TIEMPOS MODERNOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora