M E M E S ¬ Michael Clifford.

capítulo 29

— ¿Por qué no me quieres decir donde has conocido a Josh? — Calum dejo caer los cuadernos en el colchón.

— No te diré, es privado. — abrió su mochila y sacó un cuaderno — mejor vamos a estudiar.

— Estas muy equivocada si crees que no me dirás, no evitarás el tema — Calum agarró su mochila e incluso el cuaderno que tenía en sus manos y lo tiró a la otra parte de la habitación. — dímelo ya mismo.

— Eres mi mejor amigo, debes respetar cuando quiero decirte algo o no. — respiro profundo — en serio, por favor.

— ¿Eres prostituta?, ¿era tu cliente? No me molestaría, sabes. — estaba completamente serio.

— ¿Estas loco? No, tampoco es tan así. — comenzó a reír a carcajadas.— te diré con la condición de que no le dirás a nadie.

— Calum Hood es como una tumba, ya deberías saberlo — sonrió.

— Conocí a Josh en la Iglesia, no te diré los motivos por los cuales fui es más, no te diré más. — camino hasta donde estaba su mochila y la colgó en sus hombros.

— ¿Es todo lo que me dirás? — preguntó indignado.

— Nos vemos, por favor estudia porque no te pasaré  las respuestas. — beso la mejilla de su amigo y salió de la habitación.

Al salir el clima había dado un cambio drástico, ahora hacia un frío tremendo cuando por la mañana estaba que moría del calor. En su parada de autobús se encontraban más personas de lo normal, algunas de ellas se podían apreciar con sus uniformes de trabajo y otras con compras.

Llamada entrante número desconocido.

—¿Bueno?— al contestar sintió salir humo de su boca debido al frío del tiempo.

— Litzyyyyy, ¿donde estás? — la voz la reconoció en cuestión de segundos.

—¿Michael? ¿estás bien? — preguntó al escuchar la voz del chico un tanto rara.

— Te necesito — dejó un silencio al decir lo último.

Litzy no pudo evitar sentir emoción al escuchar aquéllo, creía que él ya no tenía idea sobre ella. Hasta que se dio cuenta de algo, el chico estaba borracho.

— ¿Estas ebrio? — preguntó incrédula.

— Sólo un poco — se burló — bueno quizá un mucho — comenzó a reír a carcajadas.

— Eres impresionante, adiós. — estaba decidida a cortar cuando la voz de alguien más apareció.

— Hey Litzy, de verdad necesitamos tu ayuda — escucho la voz de algún chico en la otra parte del celular.

—¿Por qué me llamaron a mí? Pidan ayuda de alguien más — dijo con frustración.

A lo lejos se podría apreciar el autobús, las personas comenzaron a formarse para subir en orden.

— En serio esto es grave, Michael está borracho — pauso y en breve continuó — bueno, éso ya lo sabías. Pero yo también lo estoy, hemos tomado por toda la noche.

— ¿Y éso me interesa por qué? — estaba dispuesta a detener el autobús.

— Porque podemos tener un accidente si yo conduzco el automóvil de Michael, ven por nosotros — rogó el chico por la otra línea.

— Bien, ¿donde están? — elevé mi vista en busca de un taxi pero sólo estaba el autobús.

— En nivel dos, esta por la casa de Calum. — respondió para finalizar la llamada.

Litzy suspiro aliviada, el lugar se encontraba a unas cuántas cuadras así que camino de vuelta a casa de su amigo.
Al tocar la puerta en segundos Calum ya se encontraba frente a ella con una toalla en la cintura.

— ¿Se te olvidó algo? — preguntó confuso.

— No realmente, pero necesito de tu ayuda. — tranquilizó su respiración y continuó — pero primero tienes que vestirte.

Empujó al chico dentro de la casa y comenzó a tirarle los pantalones en la cara.

— ¿Qué rayos pasa? — asustado preguntó.

— Es Michael, está borracho en volumen dos junto un amigo. Me han pedido que pase por ellos, por éso necesito tu ayuda. — giró dándole privacidad al chico.

Calum se vistió y ambos salieron de la casa. Subieron al coche, durante el transcurso hablaron sobre lo que harían al llegar y llamaron unas cuántas veces a Michael pero ya no respondía. Supuso que el número en el que marcaban era de esos teléfonos públicos, al llegar notó a varias personas del local y en su mayoría borrachas y otras vomitando pero ninguno era su amigo.

— Quédate aquí, iré a buscar adentro y si los encuentras me llamas. No te muevas, grita si te hacen algo. — recalcó lo último para después irse.

Ignoró las palabras de Calum y buscó a los alrededores pero nada.

Llamada entrante número desconocido.

— ¿Quién habla? — respondió sin apartar la vista del local.

— Tenemos a Michael Clifford secuestrado — una voz ronca respondió.

Litzy sintió que su corazón dejó de latir, sus ojos comenzaron arder.

— Lo entregamos a cambio de algo — mencionó para después soltar una risa — ¿sigue escuchando?

No podía hablar, no podía respirar, no podía hacer nada. La falta de aire estaba apoderándose de su cuerpo, estaba por desvanecerse.

— Es broma, soy Michael y estoy detrás de ti. — escuchó risas a sus espaldas.

Al girar notó a Calum junto a Michael y otro chico riendo a carcajadas.

Sintió su cuerpo y cara totalmente hirviendo, agradeció tener las llaves del auto de Calum. Subió a paso rápido al auto, los chicos comenzaron a gritarle pero ella los ignoró.

— Se pueden ir a la mierda los tres, no me vuelvan hablar en su miserable vida. — gritó con furia para después marcharse.

No sabía conducir a la perfección pero en esos momentos no le importaba, se aprovecharon de la situación para reírse de ella cuando sólo quería ayudarlos.

Al llegar a la casa le pidió ayuda a su madre para estacionar adecuadamente el coche y le contó lo que había pasado.
Sus "amigos" le habían marcado toda la tarde y parte de la noche, también le escribían mensajes por WhatsApp y por cobrar pero ella ignoró todo lo que tenía que ver con cada uno de ellos.

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Gracias por leer.