10 años
Min se encontraba sentado sobre su cama mientras intentaba fallidamente arreglar su muñeco de Star Wars, no supo en que momento Seo agarró su muñeco y cuando se dio cuenta su lindo hermanito ya le había roto la cabeza a su Obi-Wan.
No era la primera vez que Seo rompía uno de sus muñecos pero nunca antes había roto uno que tanto apreciara, ese Obi-Wan se lo había regalado Tae Oh en su último cumpleaños y por eso le guardaba un cariño especial al juguete.
Cuando vio a Seo con la cabeza del muñeco en una mano y el cuerpo en la otra su primer instinto fue quitarle el muñeco, haciendo que su hermanito comenzara a llorar, Min no esperó que alguno de sus padres apareciera para calmar a Seo, simplemente tomó su muñeco y corrió a encerrarse a su habitación.
Pero por más que intentó arreglar el juguete no pudo hacerlo, seguramente sus padres le iban a decir que le comprarían otro juguete idéntico pero eso no era lo que Min quería.
En momentos como ese odiaba tener un hermanito.
♡
Después de lograr que SeoJun parara de llorar Sehun regresó a la habitación donde se encontraba su esposo, había dejado a SeoJun viendo las caricaturas así que tenía aproximadamente diez minutos para hablar tranquilamente con Luhan.
Su esposo se encontraba recostado en la cama mientras veía algo en su computadora, y no le prestó mucha atención cuando se sentó junto a él.
— Luhan — lo llamó Sehun al ver que su esposo no le hacía caso — ¿Podemos hablar un momento? — Luhan cerró su computadora y la dejó a un lado de él para despues prestarle atención a su esposo.
— ¿De qué quieres hablar? — Sehun respiró profundamente, llevaba bastante tiempo pensando en lo que iba a preguntarle a su esposo y tenía miedo de la reacción que éste tendría.
— ¿Qué opinas de la idea de tener otro bebé?— Preguntó directamente y el silencio que recibió por parte de su esposo no le dio muchas esperanzas.
— No.
— Pero...
— No.
Sehun suspiró, le molestaba un poco que su esposo ni siquiera le diera oportunidad de hablar.
— ¿Por qué no? Y antes de que me respondas, SeoJun ya tiene cuatro años y cada día parece que necesita menos de sus papás.
— Tal vez tengas razón en eso y estás en todo tu derecho de querer otro hijo, pero ahora yo te diré por qué no quiero uno, estamos en el mejor momento de nuestras carreras, si tenemos otro hijo tendré que dejar el trabajo para atenderlo.
— No es como si yo no cuidara de los niños...
— No estoy diciendo eso, pero al ser un bebé yo soy el que tendrá que estar con él las primeras semanas.
— Podemos acomodar nuestros tiempos para que no tengas que dejar tu trabajo — se apresuró a decir Sehun—. No te dejaré solo, nunca lo he hecho. — Luhan negó.
— No Sehun, además ¿has pensado en la probabilidad de que sea una niña?
— ¿Qué tiene de malo tener una niña?