Sehun llegó a su casa alrededor de las nueve de la noche, su plan era llegar antes pero no pudo alcanzar el tren de las siete y tuvo que esperar el siguiente, buscó sus llaves en su bolsillo y abrió la puerta de la casa.
Inhaló el olor a canela y manzana que tenía su hogar gracias al aromatizante que usaba Luhan y entró a la casa. El primero en recibirlo fue el pequeño Seo Jun, el niño de cinco años prácticamente corrió hacia Sehun y se abrazó de sus piernas.
— ¡Papi Hun! ¡Volviste! — Sehun no pudo evitar sonreir, habían sido pocos días pero había extrañado a sus chicos, tomó a su hijo y lo levantó haciendo que éste quedara a su altura para despues darle un pequeño beso en la mejilla.
— ¿Cómo está mi niño consentido? ¿Bailaste bien en tu festival?
— ¡Sí! — el niño rió, como si se hubiera acordado de algo—. Hana se cayó y la pisé — volvió a reír.
Sehun frunció el ceño, no le veía lo gracioso en que su hijo haya pisado a esa niña pero no tuvo tiempo de decirle algo, porque Luhan apareció y todo lo demás desapareció por unos segundos.
Su esposo le sonrió tiernamente y caminó lentamente hacia donde se encontraba, se detuvo a pocos centímetros de Sehun y acortó la distancia entre ellos uniendo sus labios, sin importarle que Sehun tuviera a Seo Jun en sus brazos.
Fue un beso corto, porque obviamente su esposo no iba a devorarle la boca frente al niño.
Luhan fue el que rompió el contacto, sonriendole a Sehun.
— ¿Cómo te fue en tu viaje? — le preguntó Luhan mientras tomaba a Seo Jun en sus brazos, para que Sehun pudiera ir a cambiarse.
— Me fue bien, por cierto, ¿dónde está Min? — Luhan dejó salir un largo suspiro— ¿Pasó algo? — preguntó preocupado.
— Está en su habitación... Min... está enojado.
— ¿Por qué? ¿Qué pasó? ¿Perdió el partido?
— No, no, su equipo ganó, Min metió un gol... Min está enojado conmigo,
— ¿Contigo? ¿Por qué está enojado contigo?
— No pude ir a su partido de futbol, y-yo no llegué a tiempo, el festival de Seo terminó muy tarde, lo siento. — Sehun negó.
— No tienes que disculparte conmigo, ¿hablaste con Min?
— Sí, pero no me dice nada, sólo me contesta con sí o no y cuando llegamos se encerró en su habitación.
— Está bien — le dio un beso en la mejilla a su esposo y revolvió el cabello de su pequeño hijo— Iré a hablar con él.
Sehun dejó su maleta en la sala y caminó hacia la habitación de su hijo mayor, golpeó la puerta dos veces y al no recibir respuesta del otro lado decidió hablar.
— Min, abre la puerta.
— Estoy bien — le contestó su hijo a través de la puerta— sólo estoy demasiado cansado.
— Abre la puerta, no lo diré otra vez — Sehun esperó unos segundos pensando que sería necesario ir a buscar la llave para poder abrir la puerta pero por suerte eso no fue necesario, a los pocos segundos la puerta se abrió dejando ver a su hijo mayor detrás de ésta.
Min ignoró a su padre y fue directo a su cama sentándose sobre ésta con las piernas cruzadas, Sehun suspiró encendió la luz de la habitación y siguió a su hijo sentándose a su lado.
— Luhan me dijo lo que pasó, sé que tienes todo el derecho de estar molesto pero tienes que entender que no fue intención de tu papá faltar al partido — le dijo con calma pero su hijo parecía ignorarlo—. Quiero disculparme por no asistir a tu partido, sé que fue por cuestiones de trabajo pero era algo importante para ti. — Min desvió la mirada.
— Está bien, no era la gran cosa — mintió intentando sonar lo más convincente posible y le agregó una sonrisa a su mentira por si acaso —. En verdad estoy cansado, papá.
— ¿Seguro que estás bien? Luhan me dijo que metiste un gol, felicidades, sabía que eras bueno para el futbol.
— Tae Oh también metió un gol — le restó importancia—. Papá ¿puedes irte? quiero dormir temprano.
— Está bien, te dejaré dormir — se acercó a su hijo y revolvió su cabello, aunque de alguna forma se sintió incomodo—. Mañana iremos a comer a donde tu quieras, para celebrar que ganó tu equipo, puedes decirle a Tae Oh.
— Gracias papá...
— Te dejaré dormir, ah y habla con tu papá mañana, en verdad lo siente y sabes que es un poco sensible, no estés enojado contigo.
— Hablaré con él... — musitó Min— Papá...
— Sí, sí, ya me voy.
SeHun se levantó de la cama y camino hacia la puerta apagando las luces antes de abandonar la habitación, dejando solo a su hijo.
Cuando Min se quedó sólo dejó salir un suspiró de alivio, había tenido un horrible día y lo único que quería era dormir todo el fin de semana, su vida había cambiado desde el día que su hermanito nació, había días que le alegraba el hecho de tener un hermano pero la mayor parte del tiempo -como ese día- odiaba la idea de que Seo Jun fuera su hermano, no le gustaba que recibiera toda la atención de sus padres y que a él lo dejaran en segundo plano.
Porque, aunque sus padres dijeran lo contrario, Min sabía que Seo Jun era su hijo favorito.
A veces se preguntaba como sería su vida si hubiera sido hijo único, pero por más que se lo imaginara su realidad no iba a cambiar.
El cansancio del día fue apoderándose de su cuerpo poco a poco, y mientras comenzaba a dormirse un pensamiento cruzó su mente.
De pronto la idea de mudarse con su tía Nana no era tan mala como había pensado antes.
♡♡♡
Capítulo corto :c
En el siguiente se verá más la relación de Min y Tae Oh porque será sobre su "adolescencia"
Eso es todo, nos leemos pronto.