Fin

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Tae Oh era un chico tranquilo, siempre evitaba meterse en problemas y sus notas en la escuela eran sobresalientes. Según su papá JonIn su mejor virtud era la paciencia, según su padre siempre había sido así desde niño, pero la paciencia de Tae Oh se  estaba acabando.

Había una chica que lo estaba molestando demasiado, no importaba cuantas veces la rechazara, la chica siempre regresaba y le rogaba porque le diera una oportunidad.

Pero eso nunca pasaría.
Porque él estaba enamorado de su novio.
Y no arruinaría la hermosa relación con su novio por una chica.

Se encontraba caminado por los pasillo de la escuela, las clases habían terminado y tenía que darse prisa si quería llegar a la competencia de su novio, nunca había faltado a una y esa no iba a ser la primera vez, sus padres le habían dicho que no podían pasar a buscarlo por lo que iba a tener que usar el metro. 

Estaba a pocos metros de la entrada cuando se encontró con la persona que menos quería ver, Seung Wan o mejor conocida como "la chica que no quería ver nunca más" se interpuso en su camino, haciendo que le fuera imposible seguir caminando.

— ¿Qué es lo que quieres, Seung? — le preguntó Tae Oh sonando algo borde, normalmente no actuaría así pero ya estaba harto de esa chica.

— Sabes que es lo que quiero — Seung sonrió con suficiencia— ¿Cuando dejarás a tu novio y aceptarás salir conmigo?

—¿Cuando aceptarás que me gustan los chicos? — Al parecer esa respuesta no le gustó a la chica porque frunció el ceño y la sonrisa desapareció de su rostro.

— ¿Cómo sabes que no te gustan las chicas si nunca has salido con una?

— De la misma forma como tú sabes que no te gustan las chicas, y nunca has salido con una.

Touché.

Seung se quedó sin palabras y Tae Oh aprovechó esa oportunidad para alejarse de la chica, pero de nuevo, sus planes fueron frustrados cuando la chica lo sujetó del brazo.

Tae Oh rodó los ojos, ¿por qué no podía dejarlo en paz?

— No me rendiré tan fácilmente — habló la chica detrás de él—. Me gustas, y haré lo que sea para que yo también te guste. 

— Eso no va a pasar, nunca.

— Yo no estaría tan segura, es solo cuestión de tiempo para que termines con tu novio, y después serás mío.

Tae Oh cerró los ojos y contó hasta cinco en su mente, ¿esa chica no escuchaba lo que decía? sonaba como una completa loca y ya se estaba cansando de escucharla. Se soltó del agarre de la contraria y dio media vuelta para enfrentarla y dejar las cosas en claro por última vez.

Iba a comenzar a hablar cuando una mano se posó sobre su hombro, haciendo que se congelara de inmediato.

No tuvo que voltear hacia la persona para saber quien era, reconocería esa colonia en cualquier lugar.

— No sé si eres sorda o sólo eres estúpida — comenzó a hablar Min dirigiéndose a la chica—. Pero mi novio ha dicho que no está interesado en ti, así que te agradecería que dejes de acosarlo. — Seung abrió la boca, indignada por lo que le acababan de decir.

— Tú sabes que no lo quieres lo suficiente, eventualmente terminarán y Tae Oh será mío — contestó intentando sonar segura pero su voz decía todo lo contrario—.

— ¿Y quién dice que no lo quiero lo suficiente? — Min llevó su mano hacia la cintura de su novio, en un gesto de posesividad—. Amo a Tae Oh, y aunque termináramos, él nunca se fijaría en alguien como tú.

La vida de MinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora