Capítulo 13

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Algunas veces nos encerramos y nos quedamos en el círculo donde lo único que nos importa es nuestra rutina, tenemos un miedo infinito por salir de nuestra rutina. Porque pensamos que tal vez podemos perder todo, por miedo a quedarnos solos o por desilusionarnos. Nos quedamos atados a una rutina que nos hace más infelices, aburridos y mal humorados. Cuando tocamos fondo nos damos cuenta que hemos perdido gran parte de nuestro tiempo viviendo por otros o simplemente haciendo algo que no nos gusta. El vivir no debe ser impuesto por el reglamento de que tenemos que amar a una persona que no te ama, darle cariño a un abismo o enseñarle belleza a un ciego, es absurdo el simple hecho de seguir por una apariencia, de querer por una costumbre o de amar por una erección. Nada es para siempre y tiene una fecha de caducidad. El jurar amor para siempre es una pérdida de tiempo porque estos Muchas veces duran horas y otros solo meses, la vida no se trata de encontrar a un príncipe azul o a una princesa de cabello largo y cuerpo perfecto de revista, las mujeres lloran, sudán, trabajan y hasta amanecen por tener una mejor posición.

Muy increíble darse cuenta cómo la gente cambia su forma de ser para moldearse a otra y también como se autodestruyen por ser una persona perfecta dentro de su imperfección, llenar requisitos como si se fuera a comprar un producto, encajar como si fueras una pieza de tetrix y brillar como si fueras un sol en días de lluvia. Alejarte de tus amigos, familiares y personas que quieres por mantener una relación que al final esta mas dañada que el país en elecciones y vives ciego por el módico precio que compran tu cariño con besos de alquiler y noches de copas. Repites la rutina pero no te das cuenta que dentro de ti la chispa que estaba encendida y ardiendo ya no está. Vives en una felicidad que es como una cortina de humo que no ves nada y mucha gente aclamando diciéndome palabras de aliento y diciendo ser tus amigos y en verdad son más falsos que un billete de 3000 a tu espalda te acaban y te traicionan sin importar lo que pudiste hacer por ellos en todo este tiempo. Viviste desenfrenadamente, chocaste con la realidad, te duele, lloras, te enojas, mandas a todo el mundo al infierno, luego reflexionas, aceptas y sigues, quien entiende al ser humano, nadie entiende tus problemas hasta que estas totalmente dentro de nuestra vida cuando están dentro todo cobra sentido, todo es diferente y adquiere una forma muy diferente, ya el amor no te sabe igual y ya el gesto amable de la mujer que te vendía naranjas en la esquina te huele a hipocresía y no a naranjas.

La gente la dejas de ver igual de como la veías antes ya nada es igual, te das cuenta de cómo las personas cambian, unos para bien y otros realmente para mal, la soledad es inevitable un día estás rodeado de muchas personas y al día siguiente no tienes a nadie que siquiera te pase una taza de té, te vuelves tan malhumorado que la gente toma tu mal humor como tu forma de ser y cuando lamentablemente intentas ser amable sólo te preguntan acaso quieres algo.
La gente nace, crece, se reproduce y muere tarde o temprano nos toca lo inevitable, nos toca llorar, despedirnos y empezar un nuevo viaje hacia nuestro mundo abstracto y extraño del cual todos tememos y llegaremos algún día sin ayuda de otras personas. La vida son los pequeños momentos de felicidad, es lo que se nos otorga para ayudar a los demás aunque de estas obtenemos aprendizajes para hacernos más fuertes y poder enfrentar las dichas y las desgracias.

La Vida en la Piel de Una sin RostroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora