Capitulo 34: Rosas

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La clave de guardar un secreto, es no contarle a nadie y guardarlo para ti mismo. Porque puede que la otra persona lo cuente ya sea por equivocación, o porque no podía seguir guardándolo. Los secretos son la prueba de que estamos haciendo algo bien o en su defecto algo mal.


- Karol... - Ruggero expulso todo el aire que al parecer estaba guardando.

- ¿Han visto a Malena? no la encuentro por ningún lado – pregunte lo antes posible.

- Dijo que tenía una llamada urgente, ¿Karol? – pregunto Agustin.

- ¿Ummm?

- ¿Escuchaste algo?

- ¿De qué? chicos no se preocupen yo solo les estaba preguntando, a penas los vi.

- ¿Segura? – Ruggero me miraba inquisitiva-mente.

- ¿Por qué tenía que mentir? – sonreí.

- Perdón la tardanza es que mi mama se extiende un poco hablando. Tu sabes cómo es, Karol – llego Male con el móvil en la mano.

- Seguro que sí.

- Y amiga no puedo llevarte a casa, perdón.... – termino de decir Male.

- No te preocupes.

- Yo te llevo – el castaño hablo.

- ¿En serio Agus?- sonreí.

- seguro que sí, tu casa queda cerca de la mía, podemos llevar a Ruggero y de ahí te llevo. – me devolvió la sonrisa.

- No me parece buena idea. – Contesto Ruggero.

- ¿Qué Decís?, es una excelente idea – Dijo mi amiga pelinegra.

- Si a mi también me gusta mucho la idea. Gracias Agus.

- Bueno entonces Vamos.

- Chau amiga te quiero mucho, espero que todo esté bien en tu casa.

- Chau, me escribes cuando llegues. Y tranquis te contare todo. – La abrace.

Todos salimos hacia el estacionamiento, Male cogió su auto y se dirigió hacia el occidente. Mientras Agus, Ruggero y yo fuimos hacia el norte. El ambiente en el carro estaba un poco tenso. Ruggero iba de copiloto y yo iba en la parte de atrás.

- ¿Y bueno Karol, que tal todo con las grabaciones?

- Agustin grabamos juntos – reí

- Lo se lo sé, quería hacerte reír. Sabías que la risa es la mejor medicina para todo – me sonrió atreves del espejo retrovisor - ¿Y usted señor Pasquarelli, algo nuevo que contar? – se dirigio hacia Ruggero que solo miraba por la ventana

I. FRIENDSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora