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Más que mejores amigas, es mi hermana, la que me entiende, escucha, ayuda, regaña, es la persona que todos quisieran tener en su vida pero lamentablemente es mía y no la comparto con nadie. Malena es esa persona dulce y encantadora. Pero también es malgeniada y orgullosa. La amo con todos sus defectos porque es mi mejor amiga y no la cambiaría por nadie ni por nada. Para mi ella es la mejor persona que he conocido. Ayuda sin esperar nada a cambio. Te abraza cuando más lo necesitas. Te habla cuando necesitas hablar con alguien. Siempre será parte de mi vida. Y me gustaría de volver todo lo que ella hace por mí.
- Basta Malena, ya te dije que Hale y yo no somos nada.
- Claro, y yo nací ayer. Seguro que sí. – se burló por décima vez.
- Contigo no se puede, - le dije. Ambas estábamos de cabeza en el sofá de su camerino. Gracias a Dios que las chicas estaban grabando y solamente estábamos las dos, esperando nuestro turno para grabar.
- Karol no me puedes negar que algo te pasa.
- No me pasa nada Malena ya te lo dije.
- Esa sonrisa no dice lo mismo – se burló.
- Basta – sentí como los colores se subían a mis cachetes.
No podía negar que no estuviera feliz, pero no precisamente por Hale, Ruggero era el culpable de mis sonrisa y de mis ojeras. Estos últimos días habíamos hablado durante horas en la noche, nos contábamos todo y nada. A veces nuestras conversaciones se tornaban a un solo "¿Cómo estás? Y un bien y tú". Pero aun así era feliz porque hablaba con el todos los días. Sin contar las veces que nos escabullíamos de las grabaciones para estar solos. Hablábamos, nos besábamos, nos dábamos caricias, y éramos felices o por lo menos yo lo era. Aún seguía siendo nuestro pequeño secreto. Yo no le había contado a nadie y esperaba que Ruggero tampoco lo haya hecho. Con candelaria su relación iba bien. Realmente casi nunca la mencionaba en nuestros asuntos. Me sentía incomoda hablar de ella.
- Y, ¿ya sabes que le vas a regalar a Ruggero de cumpleaños? – rompí el silencio que teníamos.
- Ni idea. Además no le quiero regalar nada, es un patán.
- ¿Por qué?- reí divertida.
- Por haberse metido con mi mejor amiga – me dejo muda con su respuesta – Karol, ¿de verdad ya no sentís nada por Ruggero?
- Claro que no, digamos que solo fue capricho – conteste nerviosa. Malena solo me miro como intentando descifrar algo más.
- Eso espero.
- ¿Si viste que los chicos están organizando una salida por su cumpleaños? – cambie de tema rápidamente.
- Si, Chia me comento algo.
- ¿vas a ir?
- No lo sé, y ¿tu?
- Ya sabes mi respuesta – dije con obviedad.
- Seguro Carolina te deja ir, si vas conmigo.
- No lo va a hacer.
- Claro que si, solo si decimos otra cosita.
- ¿mentir?
- NO, Transformas un poco la verdad, querida Karol.
- Por supuesto que sí.
Después de todo Malena y yo fuimos las ultimas en grabar. Y lo que nos esperaba a continuación era convencer a mama de dejarme ir con Malena a la salida con los chicos. Solo que no le diríamos exactamente eso. Iba a ser más bien como una mentira piadosa. O como una verdad disfrazada como diría Malena.
- Mama, te debemos decir algo. – dije lo más rápido posible
- ¿Qué cosa?
- Este ... Malena te lo dirá – empuje a Male al frente para que hablara .
