Life And Concern

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—¿qué crees que tenemos que hacer?— pregunto Grace luego de que le contara lo que leí. Mire hacia el techo pensante y acaricie mi barbilla

—vigilarlo— murmuré luego de un rato ahora mirando a la chica de ojos azules

—va a ser muy obvio estar siempre cerca de el, está muy a la defensiva por lo visto— suspiro — tenemos que tener alguna estrategia

—no lo sé, estás cosas se me van de las manos, y no quiero pedirle ayuda a Erwin, no va a dejar que lo hagamos.

—Jayson es agente, podemos pedirle ayuda a el. Que nos de unos tips— anunció su idea sonriente

—¿crees que querrá? — ella me guiñó un ojo picara y luego me sonrió

—claro que si, si yo sé lo pido— y ambas reímos

Grace se fue tiempo después hacia el departamento que compartía con Jayson, dejando toda la decoración para el día siguiente en el nuestro.

Me recosté en el sofá con un té entre mis manos y contemple las luces de la ciudad desde el gran ventanal. Observé los autos pasar por la calle frente al edificio, las luces de los semáforos cambiar de color al avance de los minutos y como el movimiento de los vehículos era constante, imagine los problemas de las personas en cada uno de aquellos automóviles ¿serían mas grandes que los míos? ¿Cambiarían en algo si así lo fueran? En si eran problemas y todas las personas convivían con alguno de ellos, ¿por qué a mí me costaba tanto hacerlo?

Un pitido me saco de mis pensamientos, ojee mi celular notando un mensaje de Erwin, sonreí al leerlo

"¿Estás despierta?"

"Si, estoy en el sofá"
Respondí y a los dos segundos mi celular comenzó a sonar en mis manos y el nombre de Erwin apareció en la pantalla

—hola— susurre al responder

—Lis— suspiro Erwin —temia que estuvieses dormida

—¿pasó algo?— pregunte preocupada

—no hermosa, solo extrañaba tu voz —sonreí ante su comentario

—también te extraño, ¿donde están?—deje el té sobre el suelo y me recosté en el sillón, fijando mi vista en el techo

—por subir al avión, Mark se fue hasta el baño, ¿qué haces despierta aún?

—hace un rato se fue Grace, estaba ayudándola con la decoración para mañana.

—me olvide el regalo de Jayson, ¿está bien si le llevó una de esas almohadas para el viaje? — sonreí, estaba bien cualquier cosa, mientras estuviese aquí

—no creo que se enoje— susurre

—¿podría llegar a hacerlo? Sino le llevo las toallas del hotel— reí y el también lo hizo al escucharme, pasando por encima aquella delgada línea que marcaba la preocupación de la felicidad y que tan pocas veces en mi vida había cruzado.
— por dios Lis, no sabes lo mucho que te extraño. — suspiró

—también lo hago, demasiado— nuestras respiraciones eran las únicas que se oían luego de eso, y pasaron segundos así, sin darnos cuenta, como si estuviéramos en la misma habitación abrazándonos el uno al otro, era mágico, esa sensación que desde el primer día había sentido junto a Erwin seguía presente y eso lo hacía ver irreal, hacia que lo tuviera junto a mi en todo momento, aunque no lo estuviera físicamente y me rompiera por completo.

—Mark ya está aquí — susurró el chico en mi oído — vamos a subir— suspiro— te quiero Lis

—saluda a Mark de mi parte— murmure— también te quiero Erwin— y luego de unos segundos en los que solo escuche su respiración, corto, marcando de esa forma el final de nuestra conversación.