Sentí los brazos de Erwin al rededor de mi cuerpo y suspire, tenía que dejar de llorar, seque mis lágrimas y le hice frente a sus brillantes ojos esmeraldas que ahora se encontraban opacos y rojos
—no contestaste a mis llamados— le susurré con la voz entrecortada, el chico miro el techo y luego volvió su vista a mi
—estaba ocupado— contestó secamente haciéndome estremecer — ¿por qué no me dijiste acerca de Bill? — mis ojos volvieron a aguarse, Bill el novio de mi hermana, el maldito imbecil que apareció en las grabaciones junto a Tobin y que me había vuelto a separar de Sarah. cerré los ojos en un intento por contener las lágrimas
—queríamos resolverlo solas— me limité a responder
—fue demasiado peligroso que lo siguieran, no entiendo cómo es que Jayson lo permitió, deberías habérmelo dicho— replicó entre dientes, lo mire fijamente intentando disculparme a la vez que me daba cuenta de lo idiota que estaba siendo
—da igual, tú no contestabas mis llamadas— recalque encogiéndome de hombros, Erwin rodó los ojos
—te he dicho que estaba ocupado— habló enfadado levantándose del sofá y dándome la espalda
—¿que era más importante?— pregunte en un murmullo, sus ojos volvieron a los míos, apenado los cerró y suspiro
—nada es más importante— contestó antes de volver en dirección a la cocina —eso no quita el hecho de que estuviera ocupado— sus palabras sonaron frías e hirientes, me levante de un salto y camine hasta mi habitación cerrando la puerta de un golpe.
La habitación estaba a oscuras iluminada solamente por la luz de la luna que entraba desde la ventana que daba al balcón.
Me senté en la cama sintiendo frío el edredón bajo mis dedos, tome mi celular y marqué el número de Sarah por milésima vez, para mi sorpresa, esta vez su móvil ya no estaba apagado, pero de todos modos me salto la contestadora
—por favor Sarah, he estado llamándote por mucho tiempo, dime dónde estás — y colgué, sintiendo esa puntada en el pecho que me hacía querer volver a llorar.
Le envié otros mil mensajes y puse el celular en la mesita junto a mí cama. Me recosté mirando al techo por lo que parecieron horas, no fue entonces que vi la luz del interior del departamento una vez que Erwin abrió la puerta de mi dormitorio, no dijo nada y se sentó a los pies de mi cama, tenía dos tazas de té en sus manos. Me senté en la cama y lo mire, el chico me tendió una taza aún sin decir nada, la tome sintiendo de inmediato cuan caliente estaba
—gracias— murmuré, Erwin se encogió de hombros y bebió un poco de su te, espere unos segundos antes de imitar su acción, Erwin parecía de aquellas personas que con tan solo mirarte entraban a tu alma y liberaban tus más oscuros temores, o eso era lo que creía hasta que lo conocí, y descubrí que su vida también era un secreto, que sus ojos ocultaban cosas y que por mucha confianza que ellos te pudiesen dar nunca lograrías llegar a el.
Mis manos tocaron el edredón una vez más, el chico me miró entendiendo mis señales y se posicionó lentamente junto a mí. Dejamos las tazas en las mesitas de luz cuando estás ya estaban vacías
—quédate conmigo esta noche— hable en un susurro cuando estuvo lo bastante cerca de mi
—eso haré Lis— dijo mientras colocaba su brazo libre por mis hombros y me reconfortaba en un abrazo. Sus acciones volvieron a ser extrañas, minutos atrás juraría haber visto como la ira salía de sus poros y ahora estaba a mí merced intentando complacerme de alguna manera.
Erwin acaricio mi mandíbula y luego bajo sus caricias hasta mi cuello donde la cicatriz aún estaba, suspiro al tocarla y conecto sus ojos con los míos
—no dejaré que te hagan daño— susurró para mi sorpresa muy cerca de mi oído, beso suavemente mi mejilla y después la comisura de mis labios, se alejó unos centímetros para mirarme como pidiendo permiso y luego me besó, de una forma un toque atroz al principio para volverse dulce con el paso de los minutos.
Acaricio mis brazos como si fueran de cristal y beso mis labios como si su vida dependiera de ello, seguí su juego, me dejé llevar, sintiendo la necesidad latente contra mi pecho, sus labios bajaron a mi cuello, sus caricias a mi abdomen. Mis manos se sujetaron de su cabello cuando volvió a mis labios.
Me miró unos segundos cuando logró quitarme la camiseta y asentí con la cabeza, le quería y realmente me sentía preparada para hacerlo con el esa noche.
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Mientras ellos se divierten Sarah no aparece. 🤔
Continuaré mañana con el siguiente capítulo, les dejo muchos besos y abrazos, espero que les haya gustado este, perdonen que estos últimos fueron tan cortos.Besos yan.

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Life And Concern
Fiksi RemajaLa continuación de 'Life Under Lies' Ya pasados los meses de la desaparición de Marshall y Tobin todo parece estar en paz Aunque... las visitas de Erwin cada vez son menores y el orgullo comienza a jugar en contra de la relación. las discusiones e...