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—Dave— susurre notando como mi voz es débil al verlo, el suelta un gruñido —¿cómo está Tina? — digo alejándome un par de metros y buscando con la mirada a la chica

—está teniendo al bebé— se limita a responder e intenta continuar con su camino

—¿ella está bien? ¿No es muy temprano para que tenga el bebé? ¿Puedo verla?

Veo como su ceño de frunce y restriega su cara

—mantente alejada de nosotros— dice tajante y sigue caminando, lo sigo

—Dave, ¿que es lo que te suscede? — el hombre se para en seco y se gira de repente, no es hasta que chocó con sus ojos que un escalofríos me recorre de punta a punta.

—te he dicho que te mantengas alejado de nosotros— habla haciendo énfasis en cada palabra— si no quieres morir o que alguien de mi familia lo haga— y luego de eso vuelve a continuar con su camino dejándome estática

¿Que quiso decir con todo eso?

Mis piernas tiemblan y no puedo moverme, sus palabras continúan en mi mente como un eco haciéndome estremecer.

Me giro lentamente en dirección a la salida y camino, con pequeños pasos, hacia ella.

Una vez que estoy a las afueras del hospital vuelvo a respirar con normalidad. Estoy asustada, si, Tina podría estar corriendo peligro, y temo que aquel peligro sea por mi culpa, por la relación con los Anderson, por la relación con Tobin.

Mi pecho se estruja, y las ganas de llorar golpetean contra mi garganta, la impotencia de no saber qué está pasando allí adentro me está matando lentamente.

Miro hacia el gran edificio que hace de hospital y rezo porque a Tina no le suceda nada, rezo por Laila y también por el bebé que, según Dave, está naciendo.

Vuelvo a mirar hacia la calle y empiezo a caminar, mis pasos son pesados, siento la densidad del aire golpeando contra mis mejillas y acelero la caminata dejando todo atrás.

Debo decirle a alguien sobre todo eso, y no sé a quién recurrir, me siento idiota por no hablarlo con Erwin, pero cuando observo mi celular y no encuentro llamadas de su parte decido no intentar.

Veo el número de Jayson pero ya lo he molestado demasiado con mis problemas y a todo lo que nos ha llevado es a la muerte de una persona.

Veo el número de Henry, y otra vez estoy al borde del llanto, lo extraño, lo necesito a mi lado, quiero que sepa todo lo que he hecho, quiero verlo orgulloso de lo que hemos logrado este tiempo, deseo volver al día que le arrebataron la vida y no haber entrado en el gran galpón, deseo que todo haya sido un sueño, porque sin él todo se está volviendo un absoluto infierno.

Vuelvo a observar los números en mi lista y tragó saliva cuando veo el número de Mark, debo llamarlo, sé que el es la persona adecuada, sé que él quiere hacer de padre y no puedo seguir fingiendo que no lo es.

Marcó su numero y espero a que conteste

hola...— su voz es cansada cuando lo hace, tengo el presentimiento que recién se ha despertado y me siento culpable por ser la causante de ello

—Mark

oh Lis... ¿pasó algo? ¿Estás bien?

—si, pasó algo... quiero decir, estoy bien, pero pasó algo que me tiene un poco preocupada, ¿puedo ir a verte?

—por dios santo Lis, claro que puedes venir— contesta rápidamente, siento en el fondo que pedía a gritos que lo hiciera, puedo sentir esa necesidad y vuelvo a sentirme culpable.

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⏰ Última actualización: Aug 12, 2017 ⏰

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