7. El hipogrifo

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Todo Slytherin (los de tercer año) parecía disgustado por tener que compartir una clase con los Gryffindor, claro que a ellos también no les agradaba aquello, no aguantaban a los de Slytherin. Draco se pasó esa mañana del lunes quejándose y hablando mal de Potter con cualquiera que se le cruzaba. Aunque había elegido esa asignatura sólo para molestarlos y ver que tenía preparado "el inútil de Hagrid" como a él le gustaba llamarlo y como todo Slytherin lo llamaba gracias a él.

Ahora se dirigía hacia la cabaña de Hagrid en los terrenos de Hogwarts, iba conversando con sus compañeros diciendo estupideces que le hicieran reírse, o sólo para tratar de llamar la atención, algunos que estaban acostumbrados a eso no dijeron absolutamente nada y siguieron caminando y conversando entre ellos (los de Gryffindor).

—Ese imbécil, a ver que habrá preparado, ya que dice que es tan bueno con esas criaturas que al idiota le gusta— claro que, en el fondo esperaba no encontrarse con algún dragón, aunque no le hubiera sorprendido, teniendo en cuenta lo que pasó en su primer año y el castigo que se llevó en el bosque prohibido, (y el susto, no olvidemos eso)

—¡Vamos, apresúrense!—gritaba Hagrid completamente animado mientras iban acercándose cada vez más— ¡Hoy tengo algo especial para ustedes! ¡una gran lección!—su compañero murmuró algo que los hizo reír por lo bajo —¿Ya está todo el mundo? ¡Bien, siganme!

Draco trató de entender la emoción de su, ahora, profesor de cuidado de criaturas mágicas, pero dejó de hacerlo y siguió quejándose con los demás, lanzando miradas hacia los alumnos de Gryffindor de vez en cuando y disimuladamente. Los llevó hasta los límites de unos árboles bastante cerca del bosque prohibido, Draco agradeció que estaba de día y qué seguramente no tendrían que buscar el asesino de algún unicornio.

—¡Acérquense todos a la cerca! Asegúrense de que tengan buena visión. Lo primero que tienen que hacer es abrir los libros..

Miro su libro que no tenía ningún buen aspecto desde que trató de morderlo.

—¿De qué modo?—interrumpió Draco fríamente mientras lo miraba como si Hagrid estuviera loco.

—¿Qué?

Draco resoplo antes de volver a repetir la pregunta.

—¿De que modo abrimos los libros?—alzó su ejemplar del libro "El monstruoso libro de los monstruos", que había atado con una cuerda a la fuerza, su libro había tratado de atacarlo en cuanto intentó abrirlo.

—Tienen que acariciarlo..—dijo después de unas cuentas preguntas que le hicieron los alumnos, parecía confundido— Miren..

Tomó el libro de Hermione, Draco miro más a ella que al ejemplar, desprendió la cinta que lo sujetaba, el mismo libro trató de morderlo pero Hagrid le pasó un dedo enorme por el lomo. Ahora el libro actuó de lo más normal, como si nunca hubiera sido un libro loco.

—¡Que tontos hemos sido todos!—gritó Malfoy con sarcasmo, parece que hoy tenía muchas ganas de hablar—¡Teníamos que acariciarlo! ¿Como no se nos ocurrió?

—Yo..pensé que les haría gracia..

—¡Ah, qué gracia nos hace..! ¡Realmente ingenioso, hacernos comprar libros que quieren comernos las manos!

Y mientras decía esto le pasó el dedo índice al lomo de su ejemplar.

Hagrid dijo que iría a buscar las criaturas mágicas y desapareció por entre los árboles, ahora parecía un poco desanimado. Draco no perdió oportunidad para llamar la atención, como hace siempre.

—Dios mío, este lugar esta en decadencia— dijo en voz alta para que todos le oyeran—Estas clases idiotas...a mi padre le dará un ataque cuando se enteré.

"Mi" sangre sucia [Dramione] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora