8. ¿Odio?

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Madame Pomfrey le tendió un vaso con un líquido marrón en el, que parecía agua y barro, Draco lo miro con asco y se negó a tomarlo hasta que la enfermera logró convencerlo (más bien lo obligó a que abriera la boca por medio de magia). Terminó con escupir el líquido, ya que sabía horrible.

—No es para tanto niño —le dijo cuando vio que seguía quejándose sobre su brazo— el profesor ha hecho muy bien en traerte conmigo.

Miro de reojo a Hagrid, estaba de pie a unos pocos metros temblando como una débil hoja, asistió con la vista clavada en las baldosas de la enfermería.

—¿Se recuperará pronto?—preguntó por tercera vez, y esta vez Madame Pomfrey le escucho.

—¡Claro que si!—dijo, agarrando el vaso que Draco le devolvía, lo dejó en un armario al otro lado de la enfermería y se dirigió a Draco de nuevo, con la varita apuntó el brazo del muchacho que se espanto al ver que la enfermera murmuraba algo en voz bajo— Cálmate, niño—dijo, unas finas vendas le cubrieron la lastimadura.

—¡Me duele, me duele! —dijo con cara de horror, esto hizo poner más nervioso a Hagrid.

—¡Ya se te pasara! Por eso te di eso para que tomaras, pronto ni notarás el dolor— las vendas le terminaron de cubrir el brazo— Bien.

La puerta de la enfermería se abrió dejando ver una barba larga blanca asomar por ella y unos anteojos de medialuna. Dumbledore entró seguido de Snape.

—Poppy—saludó amablemente Dumbledore— ¿Qué pasó?

Hagrid recuperó el habla cuando el director puso los ojos en él.

—Yo..yo..estábamos..él..—trató de hacerse oír por arriba de los quejidos de Draco.

—Director, sería mejor que habláramos en su despacho —Dijo Snape mirando fríamente a Draco. — y avisarle, como corresponde a Lucius.

Hagrid casi se desmaya.

—Si, es lo más conveniente..-—Dumbledore miro con tranquilidad a Hagrid — Hagrid, ¿puedes ir explicándonos lo que pasó?

En cuanto se fueron y madame Pomfrey volvió a su despacho Draco dejó de quejarse un poco.

La enfermería estaba vacía, acababa de salir una chica que tenía las manos con forunculos, una broma pesada, por lo que ahora quedaba vacía, las camillas cómodamente bien tendidas a lo largo de la habitación.

Se observó el brazo y sintió un leve cosquilleo al tratar de levantarlo, otra vez se quejó, echándose otra ves sobre la almohada con un suspiro pesado.

—Maldito bicho.

Pudo dormir sólo dos horas antes de que la puerta se abriera de nuevo y entrará su padre, con su capa ondeando en su espalda, su varita en la mano y con una expresión que hasta a Draco le asustó, venía discutiendo con Dumbledore, bueno él venía discutiendo, el director hablaba con la tranquilidad de siempre.

—¡Esto no va a quedar así, Dumbledore! —se giró hacia Draco tan rápido que su cabello hizo una graciosa vuelta en el aire— ¡Esa cosa pudo haber matado a Draco! ¿Como permites que enseñen con esos bichos peligrosos?

—Hagrid asegura que el hipogrifo no es peligroso.

—¡Sólo por que lo dice él! ¡Puede estar mintiendo!

—Hagrid no tiene por que mentir.

Lucius Malfoy estaba tan furioso que Draco vio como le temblaba un ojo, claro que disimuladamente porque estaba tan ocupado quejándose del dolor del brazo que ya se le había pasado.

"Mi" sangre sucia [Dramione] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora