Secretos Imperfectos

Yo habia muerto mil y una vez

Lauren pov.

La lluvia poco a poco comenzo a envolvernos con su indiscutible sonido y aroma, el frío comenzo a hacerse notar y los pequeños temblores no se hicieron esperar. Camila tomo una manta y nos envolvio en medio de aquella fogata que intentaba alcanzarnos con su calida brisa, siento sus manos deslizarse suavemente por mis costados abrazando mi espalda. 

Su tranquila respiración que rebotaba con mi hombro me provocaba cosquillas, generando que me removiera en su cuerpo con una sonrisa en mi rostro. La calidez de su cuerpo se calaba por mis poros y su aroma no tardo en llegar a mi fosas nasales que la recibian con gusto. 

La cercania de su escencia siempre fue la paz de mi mundo, me sentia llena y a gusto entre sus brazos como si estuviera protegida de todo mal. No existia el temor ni la tristeza, ni el pasado ni las heridas que nos marcaban el alma, simplemente estabamos ella y yo en un mundo distinto al resto. Ella lo sabia, yo lo sabia y en mutuo acuerdo nos perdiamos en él porque nada importaba si estabamos a lado de la otra.

Los latidos de mis corazones surgieron de repente casi tomandome por sorpresa cuando senti sus labios acariciar mi espalda lentamente con cariño deslizandose sobre ella en largas pausas, quemando cada lugar que era abrazada por sus carnosos labios. Sus manos se movian en compas sobre mis brazos delineandolos con la yema de sus dedos, cerre mis ojos y me perdi en su demostración de cariño. 

Luego de unos segundos se detuvo y hundio su rostro en mi cuello, inspirando todo mi alma en ese simple acto. Entrelaze mis dedos con los suyos con seguridad como si fuera la cosa más valiosa del mundo, y lo era para mi. 

Nos quedamos  admirando el silencio de nuestros labios y  la lluvia que caia sobre el tejado, en segundos el calor de aquella fogata brillo en la oscuridad y nuestras caricias nos llenaron el alma. El sentimiento era perfecto y no fue hasta que el frio comenzo a ser insoportable cuando decidimos movernos y preparar la cena. 

Camila pov.

Subimos al cuarto por algo de ropa y agradeci internamente tener algo en la casa jauregi, aun asi lauren debio pasarme uno de sus polerones debido a las bajas temperaturas.

-Pero es tu favorito.-alce mi voz mientras lauren aún estaba metida entre medio del closet, provocando que asomara su cabeza.-

-Lo sé, pero quiero que lo tengas.-comento y le dedique una tierna sonrisa ante su respuesta y sin más me abrigo con aquel poleron negro. Rapidamente su aroma envolvio mi olfato y con ese simple hecho me senti feliz.

Bajamos para preparar la cena y como siempre me ofreci. Lauren con una sonrisa me admiraba como me movia de un lado a otro como si fuera la cosa más entretenida del mundo mientras reposaba en uno de los muebles.

-Solo te quedaras mirando y no me ayudaras.- alce mi voz con reproche y esta solo solto una risita.-
-¿tú te ofreciste y ahora te quejas?.- 

-No es eso, pero tu mirada me pone nerviosa.- me sincere volteandome a ver dentro del horno y ella me regala un media sonrisa.-

Repentinamente siento sus manos envolver mi cadera en un calido abrazo, antes de depositar un corto beso en mi hombro.

-Esta bien, pondre los servicios.-susurra y coloca otro corto beso en mi expuesto cuello que me hizo temblar.-

*Maldita* pienso mientras se aleja y deja un rubor en mis mejillas indiscutible. Me dedico a ver la pizza de vez en vez y sacar unos platos, más relajada sin la presencia de la pelinegra y  tomo mi tiempo para ver mi celular.

-.10 llamadas perdidas.- dios, ¿Que ocurrio aqui?.-

Comienzo a revisar la lista y entre las llamadas estaba una que no me esperaba. Acerco mi celular y rápidamente marco el número que solo me tira al buzón de mensajes. 

-Mierda sofi porque no respondes.- susurro, marco nuevamente y nada.-

Decido luegos de unos minutos, dejarlo y tranquilizarme. Saco la pizza y voy en busca de lauren que ya estaba llamando mi atención desde el otro lado de la puerta, comentando que habia una pelicula muy buena en la television que debia ver.