CAPÍTULO 1: EL CASTING

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N/A: Aquí llego con una nueva historia Blam... Es KurtHater, si no te va a interesar, no leas... Creo que no hay advertencias... Esta historia trata sobre la grabación de una serie, los personajes a los que interpretan serán nombrados como el nombre real de los actores, por ejemplo, el personaje de Blaine será Darren... Espero que os guste...

SUPERSTAR

CAPÍTULO 1: EL CASTING

Blaine estaba sentado en el sofá del salón de su apartamento cuando Santana entró. Ellos compartían piso desde que el menor se mudara a Nueva York tras graduarse. El joven había intentado convivir con Kurt, el amor de su vida y sus dos amigas, Lopez y Rachel, pero las cosas no fueron bien, por lo que lo que Anderson decidió buscar otro lugar para vivir.

Encontró un lugar tan perfecto que la chica tardó dos minutos en decir que se mudaba con él. Era luminoso, estaba en Manhattan, tenía dos habitaciones separadas por paredes reales y no por cortinas, tenía un baño lo suficientemente grande para que ella y su compañero no tuvieran problemas de espacio con sus cosas y la cocina americana estaba conectada al salón que, aunque no era muy grande, tenía espacio suficiente para acoger a todos sus amigos que vivían en Nueva York.

La relación de Santana y Blaine había mejorado muchísimo durante esos años en los que habían estado compartiendo juntos. Tanto así que, para la latina, el chico que dormía en la habitación de al lado a la suya era la persona más importante en su vida. Además, se compenetraban muy bien y aportaban mucho al otro. Lopez ayudaba a su amigo a ser más espontáneo y sincero, mientras que Anderson la ayudaba a pensar antes de actuar y no ser tan cruel con sus comentarios en algunas ocasiones.

–¿Está todo bien, pequeño pony? –Ella preguntó al ver que su amigo no parecía muy feliz en ese momento. Sabía que tenía que ver con Kurt y quería saber qué había hecho ese mal novio.

–No va a venir a Los Angeles conmigo. –El joven estaba cabizbajo, por lo que no notó a su amiga sentándose junto a él.

–Odio repetirme, pero te lo dije. –Lopez le besó la mejilla. No era la primera vez que Hummel se negaba a hacer algo que quería hacer su novio, mientras que Blaine no podía negarse a nada que le pidiera su pareja. El castaño estaba siendo egoísta y ella, si era sincera, quería que terminaran la relación para que el moreno encontrase a alguien que realmente lo amara.

–¿Por qué no quiere venir a ver a mi hermano? Hacer algo de turismo, ir a la playa... Dice que deberíamos ahorrar ese dinero para ir a Paris... Que además deberíamos pensar en vivir juntos para ahorrar más para irnos más tiempo y que debería dejar de proponerle ir a Los Angeles que no hay nada allí que le pueda interesar salvo que consigamos ir a ver a alguna estrella de cine. No voy a gastar el dinero que me dan mis padres para unas vacaciones. Siempre tuve claro que lo haría para estudiar o para ir a ver a mi familia. Hace mucho que no veo a Cooper. –Anderson se quejó mirándola a los ojos, esperando que ella lo guiara.

–¿Has devuelto los billetes de avión? –Santana quiso saber.

–No. –Su amigo negó con la cabeza.

–¿Crees que tu hermano tendrá una habitación para mí? –Ella sonrió.

–No, pero no me importa dormir en el sofá cama si quieres venir conmigo. –De repente, Blaine estaba muy ilusionado.

–Mi agente me ha informado de que van a hacer un casting para una nueva serie adolescente. Están buscando muchos actores y seguro que encuentras uno en el que puedas encajar. –La latina le guiñó un ojo.

–San... No sé si...

–Quieto ahí, Hobbit. Quieres ser actor, ¿no? Sé que descartas Los Angeles por Kurt, pero... ¿Realmente crees que si a él le surgiera una oportunidad no la aprovecharía? Incluso te obligaría a abandonar tus sueños para que fueras con él. Sé egoísta, aunque sea una vez. Sabes que no abandonarías tus estudios porque NYADA, al ser una academia artística, respeta que os toméis tiempo libre para aprovechar las oportunidades que tengáis. Además, sabiendo como funcionan estas cosas, lo más probable es que termine el curso antes de que se grabe el segundo capítulo. Se grabará el piloto para vender la serie, pero tardaremos semanas o meses en grabar más. –La joven intentó convencerlo.

–Vale, iré al casting.

Blaine no estaba muy convencido, pero no iba a decir nada. Las probabilidades de que fuera elegido eran mínimas, por lo que confiaba en que no tendría que cambiar de residencia.

Cooper acompañó a Santana y Blaine al casting. Deseaba que los dos fueran elegidos para participar en esa serie porque los quería en Los Angeles, al menos a su hermano. La relación entre ellos estaba mejor que nunca y quería tenerlo cerca. El único punto de conflicto entre ellos era Kurt. Al mayor no le gustaba ver lo mal que trataba Hummel a la persona que supuestamente más amaba. Sin embargo, no le decía a su hermano que lo dejara, tenía que ser el que se diera cuenta.

Blaine entró en una sala y se encontró con cinco personas que lo observaban con curiosidad. Sabía que eran los creadores de la serie, por lo que esperaba agradarles.

–Mi nombre es Blaine Anderson, tengo veintidós años y estudio artes escénicas en NYADA.

Después de presentarse, leyó las líneas que le habían pedido y se despidió después de recibir la aprobación de las personas que iban a elegir a los actores que interpretarían a los personajes de las series.

Santana todavía no había podido entrar, por lo que fueron a una cafetería cercana a esperarla. Los dos hermanos tomaban café cuando Blaine lo vio por primera vez. Era alto, rubio y de su camiseta de manga corta asomaban unos brazos musculosos. Era muy atractivo, el típico hombre que atrae la mirada de todas las personas a las que les atraen los hombres...

–¿Te gusta? Si te vienes a vivir aquí, podrás conocer a muchos chicos así. –El mayor sonrió.

–No quiero conocer a chicos así... Coop... –El joven suspiró. –Sólo si me cogen en el casting vendré a vivir aquí. No te hagas ilusiones, no hay muchas posibilidades.

–Pero las hay y me voy a aferrar a ellas.

Blaine y Santana pasaron una semana fantástica en Los Angeles. Habían tomado el sol, habían visitado todos los lugares turísticos, habían salido a un local de moda de la ciudad... Pero tenían que volver a Nueva York. No habían recibido la llamada de los productores de la serie, por lo que no esperaban que fueran a trabajar ahí.

Kurt no estaba muy contento porque creía que Anderson no debería haber ido al casting. No entendía que tomara una decisión tan importante sin tener en cuenta su opinión, pero por una vez Anderson no le dio importancia. Él no sabía a qué casting se presentaba su novio, hacía tiempo que se habían dado cuenta de que era mejor para su relación. Los celos profesionales habían conseguido que no hablaran de esas cosas. Hummel no soportaba el éxito que tenía su pareja. Estaba un curso por debajo de él en NYADA, pero todos hablaban de él porque creían que sería uno de los que llegaría a triunfar.

Blaine había participado en el Winter Showcase durante su primer año y, por supuesto, había ganado. Había sido Romeo, Aladdin y Hedwig en las representaciones que NYADA había preparado para los tres veranos que llevaba en Nueva York. Además, le habían vuelto a invitar al Winter Showcase los tres cursos siguientes, pero sin participar en la competición. Según la propia Carmen Tibideaux, lo había invitado sólo por el placer de escuchar su voz. Era el niño mimado de Cassandra July y varios compañeros que estudiaban dirección le habían propuesto participar en sus proyectos finales y había hecho muchos. Además, ya había debutado en Broadway como parte del coro en un musical. Alguna noche había tenido un papel secundario puesto que un actor no había acudido a trabajar.

Todos esos éxitos hacían que Kurt sintiera celos porque él debería ser el que hiciera todas esas cosas, pero no apreciaban su talento. Aun así, no se rendía, quería triunfar y cumplir sus sueños. Había conseguido terminar sus estudios, pero no había conseguido ninguna oportunidad, por lo que seguía trabajando en vogue. com.

Anderson llegó a casa después de su séptima discusión con Hummel por culpa de su viaje a Los Angeles y el casting. Vio a Santana esperándolo, con una sonrisa de oreja a oreja. La chica se levantó rápidamente y lo abrazó. Cuando se separó, iba a hablar, pero el teléfono móvil de Blaine sonó. Ella sonrió aún más, sospechando quién llamaba.

–¿Diga?

–¿Blaine Anderson?

–Sí, soy yo.

–Soy Susan Black, productora de Teenage Dream. Creemos que encajas perfectamente en un papel y nos gustaría reunirnos con todos los actores para comprobar que hay química entre vosotros. ¿Podrías venir a los estudios el lunes a las diez de la mañana?

Superstar (Blam - boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora