Superstar (Blam - boyxboy)

CAPÍTULO 2: TOMAR DECISIONES

CAPÍTULO 2: TOMAR DECISIONES

Blaine terminó la conversación con una sonrisa de oreja a oreja. Santana lo miraba también muy contenta y lo abrazó sin esperar a que dijera nada.

–A mí también me han llamado... ¡Nos vamos a Los Angeles! –Ella exclamó y su amigo le dio un fuerte beso en la mejilla. Ella fingió que le molestaba y se apartó, pasándose la mano por la mejilla como si se estuviera limpiando.

–Pero todo es tan rápido. –El chico estaba alucinando.

–Tranquilo, no estás solo. –Lopez sonrió.

–No es algo que yo había planificado, pero me ilusiona tanto... Además, me han dicho que interpretaré a un personaje gay... No te puedes ni imaginar lo feliz que soy... –Él confesó.

–Siento estropearte la felicidad, pero te queda lo más difícil. –Santana comentó con seriedad.

–¿El qué? –Blaine frunció el ceño.

–Decírselo a Kurt.

Blaine entró en el apartamento de Kurt sabiendo que las noticias que traía no eran buenas. Su novio no iba a ser muy feliz al enterarse de las noticias, aunque él estaba muy ilusionado. Había ido a NYADA para informarse de sus opciones. Lo primero que tenía que hacer era grabar el piloto, que probablemente sería lo que podría impedir su graduación. Estaría exento de acudir a sus clases esos días, por lo que no tenía que preocuparse siempre que pudiera presentarse a los exámenes finales. De no ser así, buscarían una alternativa para el verano. Con lo poco que le quedaba y todo lo que lo habían apoyado allí, era casi imposible que no se graduara.

Anderson estaba tan feliz sabiendo que tenía opciones de terminar sus estudios y que iba a estar con su hermano y con la que se había convertido en su mejor amiga, sólo le faltaba algo para tenerlo todo y eso era que su pareja aceptara mudarse con él para buscar una oportunidad allí. Quería ser actor y apenas había trabajado en teatros, por lo que tal vez podría intentar algo en Hollywood o para televisión. Podía ser que un cambio fuera lo que necesitaba su carrera.

–¿Por qué estás tan contento? –Kurt preguntó algo preocupado. Normalmente, cuando su pareja estaba tan feliz, era por algo relacionado con el trabajo y eso significaba malas noticias para él. Odiaba todo el éxito de su pareja y lo último que quería escuchar era que le iban a renovar el contrato en la obra en la que trabajaba, que acababa en pocas semanas, para darle el papel que había tenido durante unos días por la enfermedad de un compañero o, peor aún, uno de protagonista.

–Tengo algo que contarte. ¡Me han llamado de la serie! ¡Voy a ser uno de los protagonistas de Teenage Dream! ¡Santana y yo vamos a Los Angeles a grabar el piloto! –Blaine lo abrazó, ignorando la expresión del otro, que mostraba su enfado.

–¿Vas a romper conmigo? –El castaño gritó, apartándose de su pareja bruscamente, terminando ese abrazo y eliminando esa sonrisa.

–Claro que no... Voy a ir un par de semanas a Los Angeles para rodar el piloto y hacer algunas cosas y luego volveré. –El moreno explicó. Estaba decepcionado por la reacción de su pareja.

–¿Y luego qué? Es una serie, tendrás que mudarte definitivamente si la serie acaba siendo elegida por algún canal de televisión. –Hummel se cruzó de brazos y se sentó en el sofá, mirando hacia la ventana para no ver a su pareja.

–No adelantemos acontecimientos, pero debes reconocer que es una gran oportunidad para mí. Si la serie acaba grabándose, podemos llevar nuestra relación a distancia durante el año de la primera temporada. No es la primera vez que lo hacemos, la primera vez fue cuando viniste a Nueva York para intentar ser feliz, dejándome a mí en Lima durante mi último curso de instituto y yo te animé a hacerlo porque era lo mejor para ti. Hace tres meses volviste de tu estancia en Worcester* para interpretar a Flounder en La Sirenita, un gran éxito para ti y yo te apoyé, aunque apenas nos vimos... Yo he sido comprensivo y ahora es tu turno de apoyarme. –El más joven intentó defender su punto.

–¿Y si la serie tiene éxito y dura varias temporadas? ¿Voy a tener que esperarte aquí? ¡Estás siendo un egoísta!

Hummel intentó a la desesperada. Con la suerte que tenía, seguro que la serie triunfaba y él acababa siendo algún actor de moda... Ya lo veía hasta ganando Oscars, Emmys y Tonys... Siempre había sido así, Anderson triunfaba y él miraba. Pero siempre había tenido algo y era que su novio lo quería complacer. Tal vez podía aprovecharse de eso.

–Kurt... También podrías venir conmigo. Los Angeles está lleno de oportunidades para actores y cantantes, puedes buscar una oportunidad allí ya que parece que Broadway se te está resistiendo un poco...

–¿Me estás llamando fracasado? –El castaño preguntó enfadado.

–Kurt, no estás trabajando en un escenario, por eso creo que deberías intentar...

–Te voy a dejar clara una cosa. Si vuelas a Los Angeles, nuestra relación ha acabado. Si realmente me amas, te vas a quedar aquí conmigo. Broadway es nuestro sueño y lo estás tirando por la borda por un estúpido capricho. Estoy seguro que esto es culpa de Santana y Cooper, que siempre han querido que me dejes, intentan sabotearnos. Por eso te han metido esas ideas en la cabeza. –Intentó cambiar un poco la táctica, por lo que se acercó a él. –Ya sabes que te amo y los dos tenemos que esforzarnos para que nuestra relación funcione.

–Sí, Kurt... ¡Los dos! Hasta ahora soy yo el que siempre ha cedido, te pido que esta vez cedas tú. –Puede que Anderson se presentara al casting por acompañar a Santana, pero le ilusionaba tener esa oportunidad...

–Si vas, tirarás por la borda casi seis años de relación. –El castaño dijo con firmeza.

–No soy yo el que está terminando esta relación. Si cambias de opinión, te esperaré hasta que vaya definitivamente a Los Angeles para rodar la primera temporada. Después ya no te garantizo que esté disponible.

Blaine no dijo nada más, simplemente salió del apartamento de su amado. Tenía muchas cosas que hacer todavía. Iba a preparar las maletas para esa semana, además de que tenía que empezar a pensar en la mudanza y en dejar todos sus asuntos allí cerrados. Había concertado una cita con el manager de Santana. Él todavía no tenía alguien que le llevara la carrera y en la agencia en la que él trabajaba había una persona que podía encargarse de ayudarlo. Necesitaba su apoyo con los contratos y para conseguirle más oportunidades. Tanto si Kurt iba como si no, pensaba sacar el máximo partido a su estancia en Los Angeles.

Tenía un sentimiento, una sensación de que ese era su destino, que todo iría bien y que conseguiría cumplir sus sueños. Siempre podía volver a hacer castings en Broadway, pero tal vez nunca se le presentaría una oportunidad así... Hasta en la obra que trabajaba entendían que no podía rechazar esa oferta y le habían deseado suerte. El único que no lo entendía era Hummel, pero por mucho que lo amara, no iba a renunciar. Era el momento de tomar decisiones pensando en él mismo y en lo que era mejor para su futuro.

*Worcester es una ciudad del estado de Massachusetts de unos 180.000 habitantes, a unos 280km de Nueva York (aproximadamente 3 horas en coche).