CAPÍTULO 18: LA RUPTURA

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N/A: Muchas gracias por leer y comentar... Penúltimo capítulo...

CAPÍTULO 18: LA RUPTURA

–¡¿Qué está pasando aquí?! –Kurt gritó tan alto y tan agudo que sobresaltó a Sam y Blaine, que estaban dormidos en la cama del moreno.

–Relájate Kurt... –El rubio se frotó la cara y vio que su amigo estaba con una fuerte resaca, por lo que decidió echarle una mano. –Ayer bebimos mucho y no quería que Blaine durmiera solo porque no se encontraba muy bien cuando vinimos.

–Claro... –La voz del castaño sonaba enojada e incrédula.

–Estamos vestidos... –Evans bajó las sábanas para que lo comprobara. –Ayer no pasó nada... Santana me tuvo que ayudar para traer a Blaine a casa...

–Sammy... Deja de darle explicaciones... Lo que pasar o no pasara entre nosotros anoche no es de su incumbencia... –Anderson se incorporó y se levantó. Se movía muy espacio porque el dolor de cabeza que tenía era inmenso.

–¿Cómo que no es de mi incumbencia? Soy tu novio y si crees que voy a consentir que duermas con otros hombres como si nada...

–Ya no eres mi novio. –El moreno dijo en voz más alta de lo normal, aunque se arrepintió al segundo porque le dolía la cabeza. –Te vi con tu amante... O con uno de tus amantes, no me interesa saberlo. –Anderson le dio la caja con todas las pertenencias de Hummel. –No quiero volver a verte.

–¿Qué? –Kurt estaba más pálido de lo habitual.

–Iba a reunirme con Carl Patt ayer por la tarde para hablar de un posible papel para mí en una de sus películas. Su secretaria no estaba, por lo que fui a su despacho. Para mi sorpresa, no estaba solo allí. –Blaine se acercó a su ex.

–Yo...

–No quiero excusas. Como siempre, yo me esfuerzo para que esta relación dure y tú haces lo que quieres. Estoy cansado de luchar y que tú des por sentada nuestra relación... Y esto sólo ha sido la gota que ha colmado el vaso... Esta era nuestra última oportunidad y tú la has estropeado. No quiero volver a verte más. En la caja tienes todas tus cosas, incluido el anillo. No tienes motivos para volver aquí. Vuelve a Nueva York y haz lo que quieras con tu vida. Ya nada te retiene aquí. –El moreno se mostró firme.

–Yo te amo... Si piensas que me voy a rendir tan fácilmente... –El castaño intentó cambiar la situación, pero el otro negó con la cabeza.

–No puedes decir que me amas y acostarte con otros. No tienes nada por lo que luchar. Devuélveme la llave, márchate y no vuelvas. –Anderson no cedió, por lo que el otro hizo exactamente lo que le había pedido.

En cuanto Kurt se fue, Blaine se tumbó en la cama.

–¿Estás bien? –Sam preguntó.

–La cabeza me está matando... ¿Qué pasó ayer? –El moreno quiso saber.

–¿No recuerdas nada? –El rubio se sentó al lado de su amigo y lo miró.

–Sé que fuimos a un club de striptease y que pagasteis para que un chico hiciera un baile privado para mí... Pero nada más. –El más bajo explicó.

–Seguimos bebiendo durante un rato y luego te trajimos a casa. Ibas muy mal, por lo que no quisimos dejarte solo. Por eso estaba contigo.

–¿No nos acostamos? –Anderson quiso saber.

–No... ¿Vamos a desayunar? –Evans quiso cambiar de tema, no le resultaba muy cómodo.

–No tengo mucha hambre... Creo que intentaré dormir algo más.

–Te duele la cabeza, ¿verdad? –Sam lo miró con compasión.

–Un poco.

–Túmbate, pero no te duermas. Voy a traerte una pastilla para el dolor y agua. Te lo tomarás ahora y con suerte cuando te despiertes no tendrás mucha resaca. Ya comerás algo más tarde.

Tres días después de su ruptura con Kurt, todo el mundo sabía que ya no estaban juntos. A nadie le sorprendió que el castaño le contara a todo el que le quisiera escuchar que Blaine le había sido infiel con Sam, pero pronto se descubrió el verdadero motivo.

A pesar de todo, los rumores de relación entre los dos protagonistas de Teenage Dream seguían aumentando y cada vez que salían eran fotografiados. Se sentían algo agobiados, pero no sabían qué podían hacer para parar todo.

Por eso Blaine estaba muy nervioso una mañana. Se iba a producir el parón invernal de la serie y esa semana se emitía el último capítulo hasta dos meses después. El problema no era ese, el problema era que una revista le quería hacer una entrevista.

Si estaba nervioso mientras esperaba al entrevistador, aun lo estaba más cuando vio a Jacob Ben Israel entrar en la sala. No sabía qué podía esperar en ese momento.

–Hola. –El actor saludó algo tímido.

–Hola... ¿Cómo estás? –El periodista sonrió, le gustaba comprobar que ese chico no había cambiado por la fama.

–Un poco agobiado. –Anderson reconoció.

–Y yo que pensaba que estarías liberado ahora que te has quitado a Hummel de encima. –Jacob le guiñó un ojo.

–¿Qué? –Blaine no sabía cómo responder.

–¿Te olvidas que sé cómo es Kurt? Siempre creyéndose el centro de atención y pensando que todos deberían adorarlo... Sé que no tenía que ser fácil ser su novio.

–La verdad es que ha sido complicado...

–Lo sé. –El periodista no le dejó hablar. –Yo sé que estaba pasando información para perjudicarte a un periodista... Le sentaba mal que yo publicara verdades sobre él...

–¿Él estaba tras las informaciones que dañaban mi imagen? –El actor estaba sorprendido. No podía creerse que la persona que supuestamente lo amaba le había hecho eso.

–Sí, él era el que se inventó todas esas cosas. Yo era el que trabajaba en limpiar tu imagen.

–¿Por qué?

–McKinley era un instituto difícil, pero había algo peor que los jugadores de fútbol o las animadoras que se creían los reyes del instituto... Los Losers que se creían los reyes del instituto. Mercedes, Tina, Rachel y Kurt pensaban que todos teníamos que besar el suelo por donde pisaban cuando estaban en la misma situación que yo. Y lo peor es que siguen siendo así. Alguien tenía que ponerlo en su sitio. –Jacob explicó.

–Gracias... Sé que no debería alegrarme de que dañes la imagen de Kurt pero después de todo lo que ha pasado entre nosotros, no me importa si no puede dedicarse a la actuación por eso. –Blaine estaba convencido de sus palabras

–Quiero aprovechar la ocasión para consultarte... ¿Te importaría que lo publique? Quiero terminar de limpiar tu nombre y que todos sepan cómo es Hummel. –El periodista quiso saber.

–¿Cambiaría algo si te dijera que no? –El actor preguntó.

–La verdad es que iba a publicarlo de todas las maneras, pero me sentiría mejor si supiera que no te importa. –El entrevistador sonrió.

–Si no queda más remedio, espero que no complique más las cosas...

Superstar (Blam - boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora