Historias cristianas

Pascua: celebración especial

"El hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas, y le condenaran a muerte, y le entregarán a los gentile; y le encarnecerán, le azotarán, y escupirán en él, y le matarán; mas el tercer día resucitará."

Marcos 10:33-34

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Agradecía que había llegado antes que empezará a llover, se sentó en una silla en la cocina, suspiró, había comprado comida para la semana Santa.

Miro el calendario, se alegró, ya en 2 dias sería, el que hace más de 2000 años, Jesús había resucitado, y también, cercana a esa fecha, había reconocido a Cristo como su salvador.

Había ocurrido hace 7 u 8 años, había sido invitada por una amiga y hermana de la Iglesia, como no quería sentirla mal, aceptó. Mientras estaba en las últimas bancas, oía la palabra de Dios, cuando, incontroladamente, empezó a llorar, había aceptado a Dios y le habia sanado de su cancer de estómago y, desde entonces, iba todo el tiempo a la Iglesia.

El sábado sería Santa cena y la resurrección de Cristo, pero, había un problema, Mario, su esposo, había acordado con sus amigos a ir a una fiesta, de repente, había oído que alguien bajaba las escaleras, miro hacia atrás y vio a Mario.

-Buenos días-saludo Mario-ha llovido hace dos días seguidos.

-Lo se-dijo con una sonrisa y sirviendole el desayuno a su marido-parecen los inviernos antiguos.

-Esta delicioso-dijo su esposo, pero, al ver en el rostro de su mujer tristeza dijo:-¿Estas bien?

-Mario, ¿Puedo hacerte una pregunta?-él asintió-mañana habrá Santa cena, me preguntaba si podría...

-Eliana-dijo, interrumpiendo a su mujer-sabes que iré con unos amigos y...

-Pero...Cómo No podré ir a alabar a mi Dios, el que me dio la vida y sin él, estaría muerta hace tiempo por mi cáncer-dijo muy molesta-aunque digas que no...iré igual-y salió de la cocina.

-Mujeres-dijo Mario-siempre son así-suspiró-Ojalá pudiera...-pero se interrumpió así mismo.

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-No puedo creerlo-dijo su amiga, Magdalena, impresionada por lo que dijo su amiga, mienstras caminaban a la casa de Eliana, luego de Santa cena-te enfrentaste a él y anoche dormiste en el sofá.

-No pude evitarlo-la miro-quería ir a Santa cena y el donde sus amigos y...-se interrumpió al escuchar que alguien la llamaba, lo vio y era un número desconocido-Hola ¿Con quien hablo?

-Habla con Sofía Castro, secretaria del Hospital Regional de Concepción en Chile...¿Hablo con Eliana Pino, mujer de Mario Carrera?

-Si, ¿Qué ha ocurrido?-pregunto ella, pensando lo peor.

-su esposo estaba con sus amigos, cuando, vieron a un hombre cristiano, sus amigos le empezaron a robar y su esposo defendía al cristiano, cuando...-en las últimas palabras, su voz se quebraba-le dispararon...uno de sus amigos.

Lágrimas caían de las mejillas de Eliana, su esposo, estaba en el hospital, vio a su amiga y se sorprendió.

-Hola, Natanael, necesito tu ayuda, el esposo de Eliana esta en el hospital-se calló, al escuchar la respuesta- gracias.

Eliana la miro sin comprender nada, aun con lágrimas, pero después, fueron de felicidad, al escuchar lo siguiente:

-Natanael vendrá a tu casa y te llevará al Hospital.

A lo cual Eliana sonrió y abrió la puerta de su casa.

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Eliana entró rápidamente al Hospital, dándole las gracias a Natanael.

Vio a la secretaria y le preguntó sobre su marido, ella le dijo que en la sala 19 en UCI (unidad de cuidados intensivos). Se dirigió rápidamente, y vio a su esposo.

-Eliana-dijo alegre al verla-creo que estoy en problemas ¿no?.

Eliana río, mientras, su esposo sonreía, cuando, vieron al doctor entrar. Era joven no más de 30 años, piel clara, ojos cafés y pelo corto. Eliana vio en el carnet de presenta de presentación decía: Emmanuel.

-¿Es familiar suyo?-dijo el doctor.

-su esposa-dijo Eliana, el doctor hizo una seña con su mano para que ella le siguiera-¿Está bien?

-Por ahora, le dispararon en el tórax, específicamente, en el estómago, ademas, tiene una hemorragia puede que no sobreviva-el doctor le colocó una mano en el hombro, en señal de consolación-Ore a Dios, puede que ocurra un milagro, esto puede que sea una prueba-luego se alejó.

Eliana empezó a hablar con su marido, pero, en su mente no dejan de pensar lo que ocurrio con el doctor. ¿Cómo supo que creía en Dios? ¿Sería alguien conocido? O...¿Sería alguien enviado por Dios?.

A la mañana siguiente, Eliana, pudo ver como la Iglesia catolica, la que estaba al lado del Hospital, empezaban con una pequeña marcha, ya que, era domingo de Resurrección.

Llegó a la sala de Mario, él estaba dormido, así que ella empezó a orar, cuando terminó vio a su marido despierto, luego empezaron a hablar de cosas triviales hasta que:

-¿Por que es tan importante este día?

-Mira, Jesús, después de ser arrestado y traicionado por Judas, fue crucificado-tosio un poco-y luego de tres días resucitó, todo lo que sufrió fue para darnos la vida eterna y poder estar en el cielo con él.

Mario sonrió, Eliana hizo lo mismo.Pronto, y de golpe, llegó un doctor, rubio, piel clara y ojos azules,volvió a revisar una hoja que sostenía en su mano.

-¿Pero?...¡¿Esto es un milagro?!-dijo mirando a Mario, para luego, mirar a Eliana, le hizo una seña para que lo siguiera-Todos los médicos pensamos que no duraría este día pero...Su herida sano rápidamente no se que ocurrio pero bueno, si sigue estando bien, le daremos el alta-dijo y se fue.

-Gracias Dios-dijo Eliana mirando hacia arriba, para luego, entrar a la sala.

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Paso un mes de lo sucedido, Mario, es ahora un nuevo integrante de la Iglesia, acompaña a su esposa, los días en los que no tiene que ir a trabajar.

Pero lo más extraño, fue que, cuando fueron a darle las gracias al doctor Emmanuel, preguntaron a la secretaria.

-No, no hay ningún Emmanuel en este hospital, y eso que conozco a todos.

Para Eliana, Emmauel debió ser alguien enviado por Dios o...incluso un ángel.

Hola espero que les haya gustado este nuevo libro, ¿les gustó esta mini historia?, espero que si, una 🌟 si les gustó y si quieren decir algo 💬.

Próximo capítulo:

*La pequeña historia de Kenneth Bae.

*Es basada en hechos reales.

*se demuestra que Dios protege a sus hijos.

Sin más que decir, adiós.