XIV. Coexistencia

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Cuatro meses después...

Annie P.D.V.

Estos meses han sido relativamente mas tranquilos, no hemos vuelto a recibir o saber nada de Bastian, ni de ningún problema. Demasiado tranquilo diria yo. Pero de todas formas ha sido un alivio. Nos ha permitido pasar mas tiempo en familia. Jugar con Jared, sacar a pasear a Rocky mas seguido, preparar la habitación de la bebé... cocinar, limpiar la casa, lavar ropa... acompañar a William a sus fiestas de la oficina... Suspiro.

Las cosas entre los dos no han cambiado mucho desde el momento que vino del hospital. Cruzamos algunas palabras, una que otra sonrisa fingida, pero nada mas alla de eso, no hemos tenido sexo. Y cuando me besa lo hace en mi mejilla siempre. Y cuando despierto en las mañanas no me lo encuentro porque ya se ha ido al trabajo. Y no vuelve hasta tarde.

Rebecca nos visita dos o tres veces a la semana, para asegurarse de que todo esta bien. Matt no aparece por la casa, Rebecca me dijo que él y William pelearon en el hospital, y que ella tampoco ha sabido mucho de él, no contesta sus llamadas. Ellie me llama y vine a pasar el rato conmigo las tardes, cuando sale de la universidad. Hablamos, y reimos un poco es muy buena compañía.

La idea de una carrera universitaria siempre habia estado en mi cabeza desde pequeña, le decia a mis padres que iba a ser una persona muy importante algun dia. Y no digo que este no haya sido el presente que siempre quise, pero... tal vez haya sido apresurado para mi edad. No me arrepiento sin embargo, si no hubiera aceptado reemplazar a mi madre en el trabajo, no estaria aqui. Es una decisión de la que no me arrepiento.

Y recordando la situación de mi madre cuando mi padre murio, es que me propuse a obtener mi titulo universitario. Ella era como yo, la mantenia su esposo, jugando a la casita con su hija, sin saber que un solo accidente romperia todo eso. No quiero que me pase eso, estar desesperada por encontrar un trabajo si no tengo un titulo, necesito herramientas que me ayuden a enfrentar el mundo. No quiero que algun dia, Dios no quiera, pero que mis hijos deban tomar un papel de adulto siendo tan jovenes. Quiero que puedan vivir su niñez tranquilamente, sin preocupaciones.

Se que ahora el dinero no es problema, pero ese no es mi dinero, por tanta veces que William lo diga, no lo gane con mi esfuerzo ni nada. Quiero poder ser independiente. Realizarme y valerme por mi misma.

Me siento en la cama, mi vientre esta enorme, acaricio un poco y siento las patadas de la bebé, sonrio feliz.

-Buenos dias, mi amor.-digo en voz baja y recibo mas pataditas.-Tranquila, tranquila, no hace falta ser ruda.

Me reincorporo y voy caminando como pinguino hasta el baño. Una vez salgo de alli, voy a la puerta del cuarto y la abro.

Camino por el pasillo y me fijo dentro de la habitación de Jared que aun sigue durmiendo. Bajo las escaleras con cuidado, sosteniendo en mi otra mano el walkie-talkie para escuchar a Jad. Una vez abajo, resoplo y tomo aire, estar embarazada es cansador.

Escucho un ruido en la cocina y mi alerta se enciende, voy a la entrada y cojo el bate a un lado de la puerta, lo aprieto nerviosamente mientras camino hacia la cocina. Oigo el sonido de tazas chocar, unas cuantas maldiciones.

Estoy a punto de lanzarme a golpes al intruso cuando veo que se trata de William, suelto la respiración contenida.

-Crei que alguien habia entrado a la casa.-resoplo bajando el bate, el me mira extrañado.

-¿Que haces despierta tan temprano?-pregunta y sigue buscando en los gabinetes de la cocina.

-No podia dormir.-declaro, lo miro confusa de su presencia.-¿No vas a llegar tarde al trabajo? Son casi las ocho.

#3 | Trilogía SCG | GoldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora