VI. Crónica

302 35 2
                                    

Annie P.D.V.

Lento, despacio y profundo, una delicia. Mis gemidos profundos se oyen en la habitación, sólo puedo sentirlo y echar mi cabeza hacia atras. Trato de mantener mis piernas quietas como él me lo ordenó, pero joder, no es fácil teniéndolo lamiendo mi entrepierna. Y sentir sus grandes manos sujetando mis piernas, como si no quisiera que me escape de él, es... es...

-¡AH!-chillo al venirme, mi cuerpo se sacude, espasmo tras espasmo, mi respiración agitada todavia.

William se reincorpora lentamente, mirándome con intensidad y deseo, sus ojos azules transformados en negros por la lujuria, sus mejillas sonrosadas, labios entreabiertos y cabello desordenado. Tengo un esposo tan sexy, suspiro deleitándome con esa imagen tan apetecible. Él comienza a acercarse, pasa una de sus manos por la curva de mi cuerpo, estremeciendo mi piel de inmediato. Con su mano libre, toma mi nuca y estampa sus labios con los míos, fuerte e intensamente. Su lengua juega con la mía, puedo sentirme en sus labios y su lengua, gimo. Rodeo su cuello apresuradamente, con mi libido incrementando su intensidad y la imperiosa necesidad de tocarlo y que me tome, todavía más descontrolada. Él me alza como si pesara nada, me hace rodear su cintura con mis piernas, su aliento golpea mis labios, se sienta y su amigo roza mi entrepierna, muerdo mi labio inferior, miro a William impaciente.

-Ansiosa?-murmura atacando mi cuello con besos, se me eriza la piel.

-Solo métemela de una vez.-gimoteo, siento su risa en mi cuello.

-Delicada.-dice sarcástico, una sonrisa tonta adorna su rostro.

Voy hacia su cuello y lo chupo, asegurándome de dejarle una marca. Él lo ha hecho conmigo antes, pero ahora que recuerdo, yo nunca lo hice. Este es un buen momento para hacerlo. Oigo su suspiro en mi oído, besa mi lóbulo lentamente y me siento como en un paraíso.

-Marcándome, Sra. Knight?-susurra curioso.

-Eres mio.-respondo en un jadeo.

Su agarre alrededor de mi cintura se vuelve más fuerte, me mira.

-Tuyo.-me sonríe.

-Siempre.-le sonrío.

-Siempre.-dice y vuelve a besar mis labios.

Siento de pronto que entra en mi interior, sacándonos un gemido a ambos.

-Tan apretada...-susurra en un hilo de voz, su frase me hace excitarme más.

Él comienza a moverse, despacio y siempre enterrándose por completo en mi, lo ayudo moviendo mis caderas en circulos. Oh, Dios, William. Acaricia mis pechos sensibles y siento que estoy volviéndome loca cuando él pillizca mis pezones.

-¡AH!-siento que él se estremece, ataca mis labios rápidamente.

Luego de dejarme sin aire, va hacia mi cuello y comienza a chuparlo, marcandome. Paso mis manos por su cabello y su espalda, acariciándole con dulzura. Se siente tan bien este momento, tan bien...

-William...-gimo con la respiración agitada, avisandole.

-Ahora.-susurra en mi oido y me besa.

Los dos alcanzamos el climax, acallando nuestros gemidos con besos intensos hasta llegar a ser suaves. Él sale de mi interior con cuidado y me acuesta en la cama, para luego hacerlo el. Coloca su cabeza sobre mi pecho y me abraza con sus brazos, quedándose en un silencio.

A medida que mi respiración va tomando un ritmo mas normal, mi capacidad de pensar con coherencia viene a mi de a poco. Me doy cuenta del silencio en la habitacion, pero tambien de que él esta despierto aun. Esta pensando en algo.

#3 | Trilogía SCG | GoldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora