Las calles del Bajo Mundo

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Le dejé el dinero en la barra tras mirarlo furioso, y me apresuré a alcanzar a mi compañero. No pude evitar notar, mientras me retiraba, las armas que traían esos bandidos. Recogí una del suelo que yacía junto al cadáver de uno de ellos.

–Estas armas...

Entonces lo supe. Me apresuré a ir con Nooma, debía decirle. Esto iba de mal en peor, lo acababa de perder de vista.

–Saquen estos cuerpos de aquí. –Le oí decir al cantinero en lo que salía de la cantina.

Las calles del bajo mundo. Este lugar era, quizás, el lugar más peligroso de toda la galaxia. El mal olor abundaba al igual que la suciedad y degradación en cada esquina. No era como estar de paseo, aquí el peligro acechaba en cada rincón y de cada forma imaginable, incluso para los mejores. Todo aquí era iluminado por luces artificiales, y era extraño ver un droide que no estuviera siendo utilizado para calentar las manos de los vagabundos.

 Todo aquí era iluminado por luces artificiales, y era extraño ver un droide que no estuviera siendo utilizado para calentar las manos de los vagabundos

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Me adentré en las calles del bajo mundo, buscando a Nooma quien había desaparecido. Teníamos un encargo, la negociación de armas clandestinas, pero esos bandidos tenían armas idénticas, por lo que mi preocupación no dejaba de aumentar. Decidí volver a la nave donde teníamos nuestro cargamento, y para mi sorpresa se encontraban vendiendo nuestras armas.

Me acerqué a ellos, ya se imaginarán cómo...

–Si vas a comprar, haz fila –Dijo el más grande.

Me lo quedé mirando un momento...

–¡Atrás desgraciado! –Exclamó una criatura muy parecida a un mono que yacía saltando de un lado a otro sobre mi nave, mientras me apuntaba directo a los ojos.

Pero la escena se vió interrumpida tras ver como un disparo derribaba a ésta criatura horrible.

Me volteé a ver, era Nooma que se abalanzaba a disparar sin pensarlo dos veces.

–¡Golo le Nochka, Mootoe ne linga sochak! –Exclamaba enérgico y furioso mientras se aproximaba sin dejar de disparar.

–¡Golo le Nochka, Mootoe ne linga sochak! –Exclamaba enérgico y furioso mientras se aproximaba sin dejar de disparar

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Los disparos lograron herir al bandido más grande. Mientras tanto, los que estaban en la fila, esperando comprar las nuevas armas, escapaban ahora que podían. Mientras esto sucedía, los demás bandidos que habían estado vendiendo nuestras armas se ocultaron tras la nave.

Me apresuré a sacar mi rifle E-13, y dando disparos rápidos me puse a cubierto del otro lado de la nave. Nooma quién ni pensaba en cubrirse, continuaba disparando a mitad de la calle, fue entonces cuando uno de los bandidos saltó por sobre la nave, y evadiendo con movimientos rápidos todos los disparos se abalanzó finalmente a unos centímetros del rodiano y le disparó sin titubiar, asesinándolo casi de inmediato.

–¡No! –Exclamé al presenciar la escena –¡Te mataré! –y me abalancé sobre él, estando ya en mi límite.

Una Historia De Star Wars: Trabajo Sucio, La Historia De Un Cazarrecompensas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora