Capítulo 46

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- No llores ángel –Susurró Harry abriendo los ojos- Todo estará bien

- ¿Qué te paso?

- Eso no importa ahora. Escucha, tengo un cortaúñas en mi bolsillo, quizá podría cortar las cuerdas 

- ¿Por qué tienes un cortaúñas en tu bolsillo? –Pregunté riendo.

- Pues ya sabes, a veces tus uñas se quiebran, o no lo sé y lo mejor es estar preparado…

- ¡Harry! –Exclamé riendo aún más- Yo soy mujer y no ando con un cortaúñas en mi bolsillo por si mis uñas se quiebran. 

- ¿Quieres dejar de burlarte de mí?

- Es que es muy gracioso 

- Vaya, vaya –Interrumpió la voz de Andrew- ¿Se divierten? 

- Señor, ya me encargué de la familia de la chica –Dijo Eric entrando en la habitación. 

- ¿Qué le hicieron a mi familia? –Grité cambiando totalmente mi humor- ¿Qué le hicieron?

- Lo mismo que te haremos a ti querida –Sonrío sínicamente el mayor de los hombres- Pero antes… Quiero que sufras un poco de manera sentimental

- ¡Maldito! –Clamé con lágrimas en mis mejillas- ¡No!

Y justo después de mi grito, sucedió. Andrew lo había hecho. Había disparado a Harry. Mis lágrimas no cesaban. Ver a Harry, golpeado, atado en una silla, con una herida en su pecho, solo lograba desesperarme más. ¿Por qué? ¿Por qué tenía que pasarme todo esto a mí? ¡A él! Harry no había hecho nada, Harry no merecía la bala ¡La merecía yo!

- ¿Por qué? –Grité una vez más- ¿Por qué? ¡Por qué a él y no a mí! 

- Simplemente quería verte sufrir un poco 

- Eres un… 

Otro disparo. Un nuevo dolor. Pero esta vez, no en mi corazón, sino en mi pierna. Me había disparado a mí, pero no era una herida de muerte. La sangre recorría por mi muslo, el dolor era fuerte, pero no tanto como el de mi corazón ¿Qué pretendía hacer? Nada podía hacerme sufrir más de lo que lo estaba haciendo ahora. Nada podía lastimarme más que saber que las personas que más quiero están heridas. Nada.

- Ahora –Indicó Andrew apuntando su pistola hacía mí- El disparo final… Justo en la cabeza

- Hazlo, ya no me importa nada.

- Tú lo pediste.

El sonido de la pistola retumbó fuerte en mis oídos. Creí que sería mi fin, que el dolor había acabado por fin, pero una mirada al frente bastó para darme cuenta de que estaba equivocada. Harry se había parado. Se había parado en frente de mí y había recibido la bala. Nuevamente, las lágrimas recorrían desesperadamente mis mejillas, mis sollozos eran más que audibles y el dolor en mi corazón se hizo mucho más fuerte. El cuerpo de Harry caía lentamente ante mis ojos. Su cuerpo lleno de sangre, de dolor. Tenía dos heridas en su pecho. Dos heridas por mi causa. Harry había sacrificado su vida por mí. El dolor cada vez era más fuerte, sentía como mi corazón palpitaba rápidamente. Sentía que con cada pálpito mi vida empeoraba cada vez más. Podía ver a Harry, con una sonrisa en su rostro, tirado en el suelo, luchando entre la vida y la muerte, con dos heridas en su cuerpo que estaban a punto de matarlo. 

Quería decir algo, quería ir a donde Harry, decirle que todo era un sueño, una pesadilla. Quería que fuéramos a comer helados, con nuestra vida normal. Quería ir, abrazarlo y besarlo y decirle que todo estaría bien. Quería que esto fuera una vil mentira. Pero no, las palabras no salían de mi boca sino en forma de sollozos, mis lágrimas se hacían presentes cada vez más rápido y mi corazón… Mi corazón estaba latiendo lentamente, sin fuerzas, sin un motivo para seguir palpitando, sin nada porque vivir ahora.

-¡Alto ahí! ¡Están rodeados! –Gritó la voz de un policía antes de que todo en mí se volviera oscuro.

Is this love? - Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora