Después de asegurarme de que Harry haya caído bien, bajé para recibir a mi familia… Al parecer algo malo había pasado, pues sus caras no eran las mejores.
- Hola –Saludé bajando las escaleras- ¿Qué pasó?
- Niños suban a sus habitaciones –Respondió mi mamá seria- Yo hablaré con _______
- ¿Qué pasa mamá? –Pregunté asustada
- Verás hija… Esto es algo un poco difícil de decir, por favor debes ser compresiva y no alterarte -Explicó mi mamá y yo solo asentí. Esto me estaba alterando, no quería demostrarlo, pero era así. La mirada de mi madre solo transmitía desesperación, miedo. Esto no podía ser bueno - Tu padre y yo siempre tuvimos problemas…
- ¿A qué te refieres?
- Yo vine acá a Inglaterra, no solo para hacer una investigación, viene acá para huir.
- ¿Huir de qué? ¿Qué pasa mamá? ¡No entiendo! –Grité mientras trataba de controlarle. Mi madre tragó saliva y entendí que no la estaba ayudando- Lo siento.
- Conocí a un hombre en mi trabajo. Me comencé a interesar en él y pensé que el igual en mí. Estábamos comenzando a salir y un día yo fui a su casa…
- ¿Y qué pasó? –Pregunté desesperada por el silencio de mi madre
- Y presencié algo horrible. Tenía a una mujer atada ¡Y la estaba torturando! –Al decir estas palabras una lágrima recorrió su mejilla y mis ojos se tornaron llorosos - Me amenazó con que no dijera nada, yo asentí y me fui asustada. Al día siguiente, en las noticias salió el caso de un hombre que enamoraba mujeres y luego las mataba en su casa… Me asusté demasiado y decidí huir. Mi trabajo me estaba dando la oportunidad de investigar fuera del país y la acepté.
- ¿Pero por qué me dices esto ahora?
- Porque hoy nos encontraron… Nos amenazaron a mí y a tus hermanos. Me dijeron que vaya a cierto lugar mañana para arreglar cuentas o ustedes sufrirían las consecuencias.
- ¿Y no piensas denunciar a ese tipo a la policía?
- No –Aclaró enseguida- Les dije que les daría la respuesta mañana
- ¿Y qué harás?
- No lo sé- Exclamó mientras las lágrimas caían desesperadamente por su mejilla- No puedo informarle a nadie, deben estar vigilando la casa en estos mismos momentos.
Una sensación de terror recorrió todo mi cuerpo. Tenía un nudo en la garganta, tenía miedo. No sabía que decirle a mi mamá. Lo más probable es que si no aceptaba nos mataría, pero si aceptaba… ¿Qué pasaría? ¡La matarían a ella!
- Mamá –Sollozo Santi bajando las escaleras- Tengo miedo
- Tranquilo, todo estará bien –Respondió mi mamá llorando.
¡Mentira! Nada estaría bien. Cuando por fin logro estar bien conmigo misma y con Harry, pasa esto… ¡Todo se arruina! Las cosas nunca están bien ¡Nunca! No quería explotar frente a mi hermano y mi madre, pero esto me estaba superando, era demasiado para mí. Una lágrima recorrió mi mejilla. Rayos ¿Por qué no puedo ser un robot?
-Mamá –Dijo Michelle caminando hacia nosotros- ¿Qué harás?
- Creo que debo aceptar. No quiero que les pase nada.
- ¡Pero mamá! –Gritó Michelle- ¿Por qué no nos dijiste esto antes? ¿Por qué no denuncias a ese hombre a la policía? ¿Por qué?
- Mamá –Dije lo más seria posible- Por favor, denúncialo… La policía protege a testigos de casos así.
- ¡Es que no puedo! –Gritó- No podemos salir de la casa. Y no lo hice antes por miedo.
- ¡Alto! –Exclamó Michelle- ¿Quieres decir que mañana aceptarás ir a casa de ese tipo?
- No lo sé
- ¿Papá lo sabe? –Preguntó Santi
- No lo sabe –Respondió mi mamá- A la cama.
Después de esa extraña conversación. Me acosté en mi cama. Cerré los ojos y lloré. Lloré. No lo creía ¡No lo creía querer! Mi vida había sido tan normal hasta ahora y de pronto da un giro de 180° grados. ¿Mi mamá moriría? Y si ella no lo hacía ¡Nosotros lo haríamos! ¿Qué tenía que hacer?
- No tengo idea de lo que te pasa ángel –Dijo una voz que reconocía perfectamente- Pero si necesitas un abrazo, aquí estoy yo.
- ¡Harry!